El jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, insiste en que los narcos del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) no han entrado a la capital del país. Habrá decapitados, mantas con amenazas, asesinatos misteriosos y hasta detenciones de pesos pesados del narcotráfico en colonias emblemáticas de esta ciudad, pero eso no significa que estamos bajo el asedio de los malos.
El doctor Mancera seguro está consciente de que nadie le cree, pero trata con todas sus palabras de hacer verídico su discurso. Mientras este mensaje lanzaba el funcionario local, los patrones de este país informaron que 44 % de los socios de la Coparmex, de Gustavo de Hoyos, han sido víctimas del delito en el último año. Los estados más peligrosos, o donde más han sido vulnerados, son Tabasco, Guerrero y Quintana Roo. Los más tranquilos, aunque no libres de delitos, son Querétaro, Chihuahua y la Ciudad de México. Y en la Ciudad de México, de acuerdo con Mancera, el único lugar en donde hay narcomenudeo es Tláhuac.
Probablemente muy pronto salga Mancera a decir que en la capital nunca nadie roba a mano armada en medio del tráfico, que nunca nadie vende drogas a domicilio, sin importar el monto, peso o cantidad. Dirá que a nadie lo matan por quitarle el auto, o que en el Metrobús o el Metro es poco probable que te saquen el celular de la bolsa en hora pico... ¿Eso no califica como fake news?
Renato Sales Heredia, comisionado Nacional de Seguridad, tira la hipótesis de que las declaraciones de Mancera sean fake news. Indicó que los operativos que se realicen en ciudades con el mayor índice de violencia en el país buscan no solo descabezar a los líderes criminales, sino desmantelar sus estructuras, prueba de ello es que en la última semana, han sido detenidos integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación, objetivo principal del gobierno. Sin embargo, el comisionado dijo que en la Ciudad de México no hay indicios de que CJNG este operando, no obstante, advirtió que esto no implica que no se esté investigando.
Donde se quejan que no hay investigaciones, es en Guerrero. Ayer, la Diócesis de Chilpancingo Chilapa, a la que pertenecía el sacerdote Germaín Muñiz García, asesinado en Taxco, lanzó más que una oración al aire. Primero, negaron que haya pertenecido o tuviera alguna relación con delincuentes, como dijo el fiscal general del Estado, Xavier Olea Peláez. Y segundo, le exigieron que si él está seguro de que esto es verdad, lo pruebe y diga a qué organización criminal pertenecía. ¡Ay Dios!