/ sábado 5 de junio de 2021

ABC, no se olvida

La justicia sigue sin llegar, 12 años desde aquel trágico suceso en que 49 niños perdieron la vida durante el incendio. 22 presuntos responsables y un sinfín de personajes que siguen activos en la vida política algunos, otros perdieron la vida y de los demás poco se sabe, pues al parecer nadie les sigue la pista.

Piensan haber escapado de la justicia, se vanaglorian como candidatos sonrientes y carismáticos, son apoyados por una fanaticada que defiende a capa y espada a los presuntos responsables. Ahora, algunos piensan que ellos son víctimas de los padres que buscan justicia a como dé lugar, padres de familia que no han dejado de luchar por recibir algo de lo mucho que se carece en este país, justicia.

Dos administraciones no han podido o querido resolver el caso, pues éste podría golpear a élites de poder en México. El trillado “caiga quien caiga” de cada gobernador entrante se vuelve una muletilla más. Siempre lo he dicho, aquí no se resuelven casos, se archiva, y lo más apegado a “justicia” que se consigue para las víctimas, es la realización de un documental, reportaje o investigación que exponga el compadrazgo, impunidad y fragilidad de las instituciones de justicia mexicanas, quienes parecen haberle puesto un precio a la justicia, aunque dicho acto se contraponga a uno de los principios generales del derecho, la justicia no tiene precio.

Esta vez se optó por un escrito breve en memoria de las víctimas, porque aquel 5 de junio no se olvida, al contrario se recuerda, se sufre y se le grita cada año a un Estado sordo, ciego y mudo, un Estado carente de esa “voluntad política”, un estado que conoce bien a los implicados pero se niega a actuar, un estado que tiene de compadre, amigo y cuate a una oveja risueña, entreguista y traidora, una oveja que busca presidir la granja, que de lograrlo las posibilidades de continuar en la oscuridad el caso de la guardería ABC, son amplias. Sin duda alguna esperan que lo olviden, pues para ellos será el tiempo que cure las heridas y los sufrimientos.

A la memoria de Ana Paula, Andrea Nicole, Ariadna, Camila, Dafne, Guadalupe, Denisse, Emilia, Emily, Fátima, Lucía, María, Fernanda, Marian, Monzerrat, Nayeli, Pauleth, Ruth, Sofía, Valeria, Ximena A., Ximena Y., Yazmín, Yeceli, Yoselín, Andrés, Aquiles, Axel, Bryan, Carlos, Daher, Daniel, Rafael, Germán, Ian, Javier, Jesús, Julián, Jonatan, Israel, Jorge, Carlos, Juan, César, Luis, Martín, Santiago, Santiago de Jesús y Xinuelth.

Podrán comprar los tribunales terrenales, pero la justicia divina es incorruptible.


La justicia sigue sin llegar, 12 años desde aquel trágico suceso en que 49 niños perdieron la vida durante el incendio. 22 presuntos responsables y un sinfín de personajes que siguen activos en la vida política algunos, otros perdieron la vida y de los demás poco se sabe, pues al parecer nadie les sigue la pista.

Piensan haber escapado de la justicia, se vanaglorian como candidatos sonrientes y carismáticos, son apoyados por una fanaticada que defiende a capa y espada a los presuntos responsables. Ahora, algunos piensan que ellos son víctimas de los padres que buscan justicia a como dé lugar, padres de familia que no han dejado de luchar por recibir algo de lo mucho que se carece en este país, justicia.

Dos administraciones no han podido o querido resolver el caso, pues éste podría golpear a élites de poder en México. El trillado “caiga quien caiga” de cada gobernador entrante se vuelve una muletilla más. Siempre lo he dicho, aquí no se resuelven casos, se archiva, y lo más apegado a “justicia” que se consigue para las víctimas, es la realización de un documental, reportaje o investigación que exponga el compadrazgo, impunidad y fragilidad de las instituciones de justicia mexicanas, quienes parecen haberle puesto un precio a la justicia, aunque dicho acto se contraponga a uno de los principios generales del derecho, la justicia no tiene precio.

Esta vez se optó por un escrito breve en memoria de las víctimas, porque aquel 5 de junio no se olvida, al contrario se recuerda, se sufre y se le grita cada año a un Estado sordo, ciego y mudo, un Estado carente de esa “voluntad política”, un estado que conoce bien a los implicados pero se niega a actuar, un estado que tiene de compadre, amigo y cuate a una oveja risueña, entreguista y traidora, una oveja que busca presidir la granja, que de lograrlo las posibilidades de continuar en la oscuridad el caso de la guardería ABC, son amplias. Sin duda alguna esperan que lo olviden, pues para ellos será el tiempo que cure las heridas y los sufrimientos.

A la memoria de Ana Paula, Andrea Nicole, Ariadna, Camila, Dafne, Guadalupe, Denisse, Emilia, Emily, Fátima, Lucía, María, Fernanda, Marian, Monzerrat, Nayeli, Pauleth, Ruth, Sofía, Valeria, Ximena A., Ximena Y., Yazmín, Yeceli, Yoselín, Andrés, Aquiles, Axel, Bryan, Carlos, Daher, Daniel, Rafael, Germán, Ian, Javier, Jesús, Julián, Jonatan, Israel, Jorge, Carlos, Juan, César, Luis, Martín, Santiago, Santiago de Jesús y Xinuelth.

Podrán comprar los tribunales terrenales, pero la justicia divina es incorruptible.