No paran en estos festejos
A pesar que en casi todos los hogares hay festejos por Navidad y llegada de Año Nuevo, en la zona rural se ve mucha gente trabajando en el desvare de los restos de cosecha de algodón, al igual que los preparativos de tierra y siembra triguera están en todo su apogeo por los tiempos que marcan las leyes fitosanitarias.
Es común que se intensifique el depósito de la semilla de trigo en todas sus variedades, puesto que la ley en la materia establece que debe estar sembrado a más tardar el día último de diciembre, aunque es común que se den prórrogas, pero solamente por 15 días, razón por la que hoy aceleran el paso.
Se espera que durante este ciclo otoño-invierno 2019-2020 se siembren alrededor de 4 o 4,500 hectáreas con el “rubio cereal”, que serán para abastecer a la Sociedad Cooperativa Alfredo V. Bonfil de grano Grupo 1 en sus diferentes variedades y cuando mucho mil o dos mil de trigo de exportación, ante el futuro incierto que se ve a pesar de la promesa federal de apoyo, pero solo para 50 toneladas.
Por el lado de las dependencias de gobierno vinculadas al sector al igual que organismos civiles como módulos de riego, también trabajan para atender a quienes laboran en las parcelas durante la recta final del año como ocurre siempre en estas fechas, cuando mientras todos se divierten ellos cumplen con sus obligaciones.
En los módulos, por ejemplo, los jefes de unidad o zanjeros no paran, porque tienen que entregar el agua a quienes la necesitan para sus riegos o bien en el área administrativa hay quien se encarga de la entrega de permisos a solicitantes, descansando solamente en los días de asueto obligatorio como domingos, 25 de diciembre y 1 de enero.
En cuanto a la situación en el algodón que aún se pisca en muchos frentes, ahí también hay movimiento en estos días, puesto que mientras algunos levantan el “oro blanco”, ya que comenzaron tarde o eran grandes superficies las que sembraron, otros han comenzado las labores profilácticas.
Estos trabajos de limpieza de los restos de las cosechas algodoneras los contempla la Ley Federal de Sanidad Vegetal, entre una serie de acciones para prevenir la proliferación de plagas que atacan a la planta de algodón como sería la mosquita blanca que en ocasiones se dispara su presencia al migrar de algunas hortalizas a este cultivo.
En resumen, como siempre ocurre el trabajo de la zona rural no para aun cuando sean días festivos y entre más se acerque el día último del año, que es el final de la entrega de permisos de riego, de la siembra de trigo y algunos de los trabajos posteriores a la temporada algodonera, se verán acelerados los amigos de bota y sombrero en sus labores.
Ahora sí estimados y finos amigos lectores de TRIBUNA DE SAN LUIS, nos despedimos al mismo tiempo de darles las gracias por su atención. Que DIOS los bendiga.
Bye, bye.
