Renace esperanza en algodón, rebasó los 60 dólares.
Mientras se reporta ligero repunte en precios del algodón, renacen las esperanzas de productores en ambos lados del Río Colorado de por fin ver la ganancia que les suministre oxígeno tras años de estar trabajando solo para proveedores y sus habilitadores, de acuerdo con lo que ellos señalan, las plantas se observan de lo más saludable.
Platicando con el productor del ejido San Luis, Felipe Gómez Gamboa, manifestó sus esperanzas que este año no solamente se dé un buen rendimiento si se logra retener la carga fructífera que se observa a estas alturas del ciclo 2020, sino se pueda mejorar el precio que se maneja a futuro en la Casa de Bolsa de Nueva York, por la que se rigen los mercados mundiales.
En cuanto a los avances en el "oro blanco", se reporta ya en muchos casos el cuarto riego de auxilio, lo que sumado al de presiembra significa 5, mientras se observa hasta ahora buena retención de fructificaciones, pero falta lo más fuerte del clima cálido, que para agosto se combina con excesiva humedad, lo que se denomina “fenómeno de monsún”.
Como todos nuestros productores de la fibra saben perfectamente, este fenómeno meteorológico causa estragos si no se cuida la planta en aspectos como el agua en tiempo, ya que la sofoca haciendo que aborte y con ello caiga estrepitosamente el promedio de rendimiento como ya se ha sufrido en reiteradas ocasiones.
Por otro lado, algo que les permite ver una luz en el camino es el repunte en el precio, ya que Gómez Gamboa, quien gusta monitorear lo que se difunde por internet, ha reportado que la última cotización de la semana pasada fue 62.97 dólares por quintal, lo que es buen comienzo.
Lo que ocuparían para salir "tablas" serían al menos unos 67 dólares, pero como lo que se busca son ganancias, debe repuntar hasta 72 billetes verdes el quintal, porque de ahí todavía se les descuenta el pago a intermediarios que llevan la fibra hasta donde están los consumidores.
Con esto nos despedimos estimados amigos lectores de TRIBUNA DE SAN LUIS, que DIOS los bendiga y quedamos como siempre para la próxima semana.
Bye, bye.
