A diario se reporta a través de las redes sociales y medios de comunicación la desaparición de una mujer, a los días aparece en las portadas de los periódicos que fue encontrada sin vida, en otras y con mucha suerte fue localizada sana y salva, pero esta información cada vez se desvanece con el incremento de violencia.
Es preocupante que ninguna política pública ha funcionado para reducir la violencia contra las mujeres, al contrario, cada vez son más violentos, a la luz del día, en espacios públicos y sin importar si se encuentran acompañadas por sus hijos, la violencia está adentro y fuera de casa. ¿Un lugar seguro?, no lo tienen.
Hace un par de días estuvo en Sonora Alejandro Encinas, subsecretario de gobierno, para informar que la alerta de género será posible en seis municipios, Cajeme, Guaymas, Hermosillo, Empalme, Nogales y San Luis Río Colorado, mismos que han estado en la lista de las 100 localidades a nivel nacional con mayor índice de violencia contra las mujeres.
Sin embargo, para las mujeres que a diario salen a trabajar, que dejan a sus hijos al cuidado de otros, que corren el riesgo de ser violentadas en cualquiera de los lugares por los que transiten, ¿qué significa que estos municipios estarán con alerta de género?
La alerta de género es un mecanismo con el que cuentan las organizaciones y que está establecido en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el cual permite investigar los patrones de conducta de la violencia contra las mujeres y así implementar medidas específicas, por lo que se espera que una vez declarada la alerta las políticas públicas tengan efectividad.
Además, ayuda para que el protocolo de búsqueda de mujeres que han sido reportadas como desaparecidas se active en el plazo de las 24 horas y caer en procesos burocráticos que pongan en peligro de la vida de las mujeres o menores de edad.
En cuanto al Gobierno del Estado, tendrá que trabajar muy duro en el ajuste del presupuesto, ya que deben destinar recursos para el programa y que la alerta de género no solo quede documentada en un papel, al contrario, se debe trabajar en protocolos, pero también en reestructurar el tejido social, que buena parte de esta violencia que se vive en Sonora es parte de esto, la descomposición de la sociedad.
Habrá que estar al pendiente para que a San Luis Río Colorado, como parte de esta alerta, le lleguen los recursos y trabajar en equipo con organizaciones civiles, colectivos de mujeres, escuelas y todo lo que involucre a restablecer la paz en la ciudad fronteriza.
