/ viernes 22 de mayo de 2020

AMAT CUCAPAH

Agua dulce en Rancho Nochebuena




Fue el Rancho Nochebuena un conglomerado indígena viviendo junto a una fuente de agua dulce a nivel del camino, llamádole “Poso de la Nochebuena”.

Así lo ubica en su cartografía el teniente Joseph C. Ives al comprobar navegabilidad del Río Colorado sobre 600 millas, a partir del desemboque, en su reporte: Marzo 8 de 1858. Hoy ahí crece el poblado Independencia.

Este asentamiento descansaba sobre orilla oriental de la mesa desértica sonorense. El lugar era preferido de los indios viejos, por haber muchas ligeras hondonadas en las dunas, con bordes arenosos y un pequeño valle el interior, a modo de cráter; en invierno son abrigadoramente benignas. Aún hoy, adentrándose al médano, es posible apreciar -aunque secas- esas lagunitas con centro hundido.

Esta ranchería no era puerto -en contraste a Ogden City-, Nochebuena era peculiarmente habitado por ancianos: Cucapah, apaches tontos o apaches coyoteros (rama familiar pacífica de los belicosos apaches) y por familias pimas emparentadas entre sí, con los mencionados grupos. ¿Extraño? Muy extraño.

Como se comprende, los vecinos de la Nochebuena formaron relación familiar intergrupal con etnias las ya mencionadas; una peculiar hibridación humana. Lo extraño también: Procediendo de antecedentes tradicionalmente no sedentarios, hallarse juntos con habitación fija, practicando como actividades principales la agricultura, artesanía, cría de ganado y pesca de subsistencia.

Esas actividades las ejercían con buen rendimiento, originando lugar de intercambio comercial: “Sitio de trueque”, enriqueciendo variabilidad de alimentos; hasta ahí acudían comunidades vecinas a llevando sus productos, durante época del oro en Arizona y navegación sobre las aguas del Colorado: 1851 a 1877.

Esto explica que en 1917 Adolfo Wilhelmy haya registrado la existencia de esta próspera zona agrícola de la Nochebuena, inmediata a la Bolsa; Wilhelmy hace referencia de la ranchería, siendo secretario particular del capitán Carlos G. Calles, en el trayecto al trasladarse de costas de Santa Clara al Rancho San Luis.

Por cierto, Nochebuena es el último reducto villista jefaturado por don Rodolfo Gallego, Regino Arguilés y Antonio Osuna, quienes militaron a la par con Esteban Cantú, mientras Cantú fue villista; pero cuando cambió de bando a favor de Victoriano Huerta, al usurpar éste la presidencia de la República, el mismo Cantú cruzó el río, viniendo hasta estos paredones a disolver la facción villista de Gallego en 1914, haciéndoles frente en la “Batalla de la Isleta”, donde sufrieron derrota los revolucionarios del Colorado, en donde los restos de los muertos fueron concentrados y durante 1917 el lugar fue conocido como “Rancho las Calaveras”, donde hacían siembra con la humedad del río, al Sur de Islita.

Pues en este núcleo interétnico de la Nochebuena vivieron ascendientes de las familias sanluisinas como los Carrera, Ceseña, Colorado, Tambo, Croswhait, Corazón, Wilson y Veloz, apodos alcanzando rango respetuoso de apelativos, uniéndose a familias mestizas residentes, desarrollando el hoy San Luís Río Colorado.

Referencias: Libro Puerto Isabel

E-mail: federicoiglesias50@gmail.com

Agua dulce en Rancho Nochebuena




Fue el Rancho Nochebuena un conglomerado indígena viviendo junto a una fuente de agua dulce a nivel del camino, llamádole “Poso de la Nochebuena”.

Así lo ubica en su cartografía el teniente Joseph C. Ives al comprobar navegabilidad del Río Colorado sobre 600 millas, a partir del desemboque, en su reporte: Marzo 8 de 1858. Hoy ahí crece el poblado Independencia.

Este asentamiento descansaba sobre orilla oriental de la mesa desértica sonorense. El lugar era preferido de los indios viejos, por haber muchas ligeras hondonadas en las dunas, con bordes arenosos y un pequeño valle el interior, a modo de cráter; en invierno son abrigadoramente benignas. Aún hoy, adentrándose al médano, es posible apreciar -aunque secas- esas lagunitas con centro hundido.

Esta ranchería no era puerto -en contraste a Ogden City-, Nochebuena era peculiarmente habitado por ancianos: Cucapah, apaches tontos o apaches coyoteros (rama familiar pacífica de los belicosos apaches) y por familias pimas emparentadas entre sí, con los mencionados grupos. ¿Extraño? Muy extraño.

Como se comprende, los vecinos de la Nochebuena formaron relación familiar intergrupal con etnias las ya mencionadas; una peculiar hibridación humana. Lo extraño también: Procediendo de antecedentes tradicionalmente no sedentarios, hallarse juntos con habitación fija, practicando como actividades principales la agricultura, artesanía, cría de ganado y pesca de subsistencia.

Esas actividades las ejercían con buen rendimiento, originando lugar de intercambio comercial: “Sitio de trueque”, enriqueciendo variabilidad de alimentos; hasta ahí acudían comunidades vecinas a llevando sus productos, durante época del oro en Arizona y navegación sobre las aguas del Colorado: 1851 a 1877.

Esto explica que en 1917 Adolfo Wilhelmy haya registrado la existencia de esta próspera zona agrícola de la Nochebuena, inmediata a la Bolsa; Wilhelmy hace referencia de la ranchería, siendo secretario particular del capitán Carlos G. Calles, en el trayecto al trasladarse de costas de Santa Clara al Rancho San Luis.

Por cierto, Nochebuena es el último reducto villista jefaturado por don Rodolfo Gallego, Regino Arguilés y Antonio Osuna, quienes militaron a la par con Esteban Cantú, mientras Cantú fue villista; pero cuando cambió de bando a favor de Victoriano Huerta, al usurpar éste la presidencia de la República, el mismo Cantú cruzó el río, viniendo hasta estos paredones a disolver la facción villista de Gallego en 1914, haciéndoles frente en la “Batalla de la Isleta”, donde sufrieron derrota los revolucionarios del Colorado, en donde los restos de los muertos fueron concentrados y durante 1917 el lugar fue conocido como “Rancho las Calaveras”, donde hacían siembra con la humedad del río, al Sur de Islita.

Pues en este núcleo interétnico de la Nochebuena vivieron ascendientes de las familias sanluisinas como los Carrera, Ceseña, Colorado, Tambo, Croswhait, Corazón, Wilson y Veloz, apodos alcanzando rango respetuoso de apelativos, uniéndose a familias mestizas residentes, desarrollando el hoy San Luís Río Colorado.

Referencias: Libro Puerto Isabel

E-mail: federicoiglesias50@gmail.com