¿En pesebre o palacio?
En extremo Oriental del camino separando Ciudad Coahuila (Km 57) y poblado Riíto; a su esquina Noroeste, distando cincuenta metros al Sur del riel, sobre una barda de: FERROMEX, todo transeúnte disfruta un mural plasmado por Isaac Félix López.
Sobre un todo integrado en secciones diferenciadas, vemos tres figuras valiosas; cada una proclama un discurso filosófico. En la mayor área central, sobresale majestuoso Quetzalcóatl; su voz náhuatl remite a las religiones mesoamericanas, con la figura divina: Serpiente Emplumada, que en emotividad del pincel de Isaac subyace la parte humana reviviendo hacia arriba, simboliza espíritu en vuelo de ave al infinito y Coatl, serpiente que arrastrándose sobre la tierra, vive toca piso siempre de la realidad.
Acompaña al costado izquierdo (Norte) del mural, Miquiztli, como sexto de los 20 glifos sagrados del calendario Azteca que combinados con los 13 números denominan a cada día (como zodiaco), pronóstico ideal para siembra, guerra o características de un recién nacido, tal cual está trazado como “cráneo”, el glifo indica muerte; es presagio triste-melancólico, silencio y vacío; a la vez reto de superación contra todo eso y como balanza, al extremo derecho iluminan el escenario: Metstli (Luna) y Tonatiu (Sol), ambos significantes cíclicos: Cultivos fertilidad, nacimiento y muerte, frío e invierno, equinoccio y solsticio, elementos Wixárika, conocidos del grupo Huichol, residiendo mayormente en Jalisco y Nayarit.
Este mural bautizado como “Culturas Ancestrales” tiene como peaña de escenario hermosas corolas con flores abiertas en colores vibrantes, representa fertilidad, pureza y espíritu exhibiendo ciclo natural generacional inevitable. Esta pintura, con referencia cardinal es acrílico desde su base previa sobre block de cemento; forma parte del proyecto municipal-delegacional: Recuperar muros abandonados, aprovechándoles en utilidad social.
Éste es un trabajo independiente, con patrocinadores voluntarios, en el cual irrumpió la estirpe consanguínea Konkaak, peregrinación de los “Hombres del Arena” desde el Yaqui, Seri a Pimería Alta, heredando la bisabuela en Ímuris la sangre nativa, transmitiendo para Adelina Valenzuela Sánchez y a la vez a Nohemí López Vizcarra, quien con Timoteo Félix Hernández, dieron cuna al artista en Luís B. Sánchez y hogar con escuela elemental en la aldea de Riíto, Sonora. Es evidente que talento e inteligencia nacen poc@s en todo lugar, no son exclusivos de linaje con terciopelo de oro, ni quirófano de metrópoli, son dones del ser humano esperando apoyo favorable para emerger creativamente, plasmando figuras multicolores, perfilando las emociones y sentimientos de los seres vivos, mereciendo oportunidad.
FB: Tlapalli-Arte federicoiglesias50@gmail.com
