/ viernes 30 de julio de 2021

AMAT CUCAPAH

Cerros del Zumbador



Treinta kilómetros al Oriente de San Luis, resalta cadena de cerritos abasteciendo cal a etnias ancestrales y material arquitectónico al genial: José Trinidad Saldaña Arias desde 1970; pero el méganoso entorno fue guarida de la muerte.

Su ventarrón, antaño acechó caminantes y voló ¨diligencias¨ con pasajeros, siendo dunas planas sueltas. Es paso del sendero milenario ollado por pápagos, ¨areneros pinacateños¨; lo caminó Melchor Díaz finalizando septiembre de 1540, para encontrarse con Hernando de Alarcón en el Colorado a 32º latitud. En 1913, contingente militar de Alvaro Obregón cruzó para combatir a los ¨huertistas¨ en Mexicali; sucumbió la mayoría; solo dos sobrevivientes regresaron a su origen.

Ya en época común motorizada, el vaquero Antonio López guió desde Sonoyta un clan de húngaros al Colorado, viajando sobre cuatro automóviles: Un Hudson Super Six, modelo 1925 y tres autos Dodge, uno comercial, un turismo y otro tipo turismo; avanzaron sin novedad hasta el atascadero redondel ¨de la muerte¨: El Zumbador, exigiendo gigantesco esfuerzo para merecer la vida, no logrado por el tipo turismo, embancado al fondo medanoso del arroyo; ahí quedó abandonado, anunciando proximidad de ¨Laguna Prieta¨, fue señal por cincuenta años, hasta pavimentar la carretera en 1959.

En las dunas planas terribles del Zumbador el Güilo, José Luís Quiñones Leyva cuando se quebró el eje de su diligencia Buick, sus pasajeros le persiguieron amenazándole con verduguillo, a ¨tarascadas¨ agarró un galón lleno de agua, con zancadas a pie huyó rumbo a SL. El galón contenía aceite, tomándole remojó sus labios, pero a diez kilómetros del pueblo azotó, pasó Teófilo Rico en su diligencia salvándole.

Al mismísimo Lázaro Cárdenas, siendo Presidente de la República le tocó empujar la diligencia manejada por ¨el Queno¨, Eugenio Molina Crark, uniéndose al empuje el general Yocupicio Gobernador de Sonora y varios ministros del gabinete, viajando a Mexicali en visita oficial a Baja California. Elías de la Rosa le premió la vida para contar su tragedia. El Zumbador es famoso por ser ruta de inesperados fortísimos vientos; ahí un ventarrón levantó la diligencia cargada con pasajeros, arrebatados estos volando quedaron dispersos medio sepultados, igual el transporte. Ahí permanecieron destapando el carro dos días fuera de huella; cuando ya completos reanudaron la marcha, con muchas atascadas hasta llegar a San Luis, reportando el chofer en presencia uno por uno cada pasajero trasladado en su diligencia, firmando para constancia en Sonoyta-San Luís. La plaza cerro del Zumbador, amerita nominarle sitio histórico.

Ref. Porutadesierto, VBMatrecitos federicoiglesias50gmail.com

Cerros del Zumbador



Treinta kilómetros al Oriente de San Luis, resalta cadena de cerritos abasteciendo cal a etnias ancestrales y material arquitectónico al genial: José Trinidad Saldaña Arias desde 1970; pero el méganoso entorno fue guarida de la muerte.

Su ventarrón, antaño acechó caminantes y voló ¨diligencias¨ con pasajeros, siendo dunas planas sueltas. Es paso del sendero milenario ollado por pápagos, ¨areneros pinacateños¨; lo caminó Melchor Díaz finalizando septiembre de 1540, para encontrarse con Hernando de Alarcón en el Colorado a 32º latitud. En 1913, contingente militar de Alvaro Obregón cruzó para combatir a los ¨huertistas¨ en Mexicali; sucumbió la mayoría; solo dos sobrevivientes regresaron a su origen.

Ya en época común motorizada, el vaquero Antonio López guió desde Sonoyta un clan de húngaros al Colorado, viajando sobre cuatro automóviles: Un Hudson Super Six, modelo 1925 y tres autos Dodge, uno comercial, un turismo y otro tipo turismo; avanzaron sin novedad hasta el atascadero redondel ¨de la muerte¨: El Zumbador, exigiendo gigantesco esfuerzo para merecer la vida, no logrado por el tipo turismo, embancado al fondo medanoso del arroyo; ahí quedó abandonado, anunciando proximidad de ¨Laguna Prieta¨, fue señal por cincuenta años, hasta pavimentar la carretera en 1959.

En las dunas planas terribles del Zumbador el Güilo, José Luís Quiñones Leyva cuando se quebró el eje de su diligencia Buick, sus pasajeros le persiguieron amenazándole con verduguillo, a ¨tarascadas¨ agarró un galón lleno de agua, con zancadas a pie huyó rumbo a SL. El galón contenía aceite, tomándole remojó sus labios, pero a diez kilómetros del pueblo azotó, pasó Teófilo Rico en su diligencia salvándole.

Al mismísimo Lázaro Cárdenas, siendo Presidente de la República le tocó empujar la diligencia manejada por ¨el Queno¨, Eugenio Molina Crark, uniéndose al empuje el general Yocupicio Gobernador de Sonora y varios ministros del gabinete, viajando a Mexicali en visita oficial a Baja California. Elías de la Rosa le premió la vida para contar su tragedia. El Zumbador es famoso por ser ruta de inesperados fortísimos vientos; ahí un ventarrón levantó la diligencia cargada con pasajeros, arrebatados estos volando quedaron dispersos medio sepultados, igual el transporte. Ahí permanecieron destapando el carro dos días fuera de huella; cuando ya completos reanudaron la marcha, con muchas atascadas hasta llegar a San Luis, reportando el chofer en presencia uno por uno cada pasajero trasladado en su diligencia, firmando para constancia en Sonoyta-San Luís. La plaza cerro del Zumbador, amerita nominarle sitio histórico.

Ref. Porutadesierto, VBMatrecitos federicoiglesias50gmail.com