/ viernes 1 de octubre de 2021

AMAT CUCAPAH

Ni amarillos, ni cafés: ¡Blancos!


Casi en 1950, Texas por ley precisó: Blancos y negros no pueden comer en el mismo restaurant. Y, ¿los mexicanos: Ni blancos, ni negros?, responde: Son cafés; pero la Constitución no incluye raza café, solo blanca y negra; entonces son blancos.


Datos referidos a esclavitud existen en pasado remoto de civilizaciones. Aquí sabemos que comanches, apaches, zapotecas, mayas, aztecas y muchos otros más capturaban prisioneros sacrificándoles o esclavizándolos bajo contextos culturales; arribando los europeos en 1492, inicia proceso transformador el esclavismo precolombino comercializándose por todo América; la primer actividad de Cristóbal Colón fue enviar 550 esclavos indígenas sobre cuatro carabelas subastándolos en mercados del mar Mediterráneo; lo mismo hicieron ingleses, franceses, holandeses y portugueses como “trata de esclavos”.

España fue poder dominante por sus pobladas colonias con indígenas, tal como Portugal e Inglaterra fueron sobre esclavos africanos. Hipócritamente el Imperio español prohibió esclavizar indígenas promulgando las Leyes Nuevas en 1542, quedando oculta a puerta cerrada en palacios y bajo potentados empleando mano de obra forzada en misiones, tierras y minas. Se ha calculado cantidad de esclavos indígenas del Nuevo Mundo desde Colón hasta finalizar el 1800, alrededor entre 5 millones, cantidad muy notable lograda con la superioridad por armas de fuego y caballos; la esclavitud continuó vigente traficando legalmente con africanos durante siglos -con idea de que no eran humanos-, calculada en 12.5 millones capturad@s como esclav@s en África.

Primeramente los indígenas fueron obligados a trabajar en todo, igual en minas durante la época colonial; luego, los apaches fueron cazados, encadenados, enviados a las minas en Chihuahua y Sonora; pero a insistencia de Fray Bartolomé de las Casas, Fr. Pedro de Gante, Fr. Antón de Montesinos y otros ilustres misioneros, después de 1660 la monarquía española hizo cruzada abolicionista liberando sus esclavos indígenas y aumentando la traída de africanos para las minas; es como narra Pérez de Rivas llegando africanos a minas de Mátape; justamente esto explica la mezcla con sangre negra para Ignacio Figueroa, quien siendo niño acompañó como monaguillo al Padre Hermenegildo Garcés venido de Málaga España y sobreviviendo Figueroa a la masacre Yuma-Quechan en 1781, fue rescatado por Pedro Fagés llevado a Santa Gertrudes del Altar y luego a Mátape con una familia protectora, donde celebra matrimonio con dama oriunda residente, por ello su descendencia registra 3.1 % de sangre africana, sin lograr jamás primer cargo de autoridad en Yuma Territorial Prision.

Ref. libro Puerto Isabel.


Federicoiglesias50@gmail.com


Ni amarillos, ni cafés: ¡Blancos!


Casi en 1950, Texas por ley precisó: Blancos y negros no pueden comer en el mismo restaurant. Y, ¿los mexicanos: Ni blancos, ni negros?, responde: Son cafés; pero la Constitución no incluye raza café, solo blanca y negra; entonces son blancos.


Datos referidos a esclavitud existen en pasado remoto de civilizaciones. Aquí sabemos que comanches, apaches, zapotecas, mayas, aztecas y muchos otros más capturaban prisioneros sacrificándoles o esclavizándolos bajo contextos culturales; arribando los europeos en 1492, inicia proceso transformador el esclavismo precolombino comercializándose por todo América; la primer actividad de Cristóbal Colón fue enviar 550 esclavos indígenas sobre cuatro carabelas subastándolos en mercados del mar Mediterráneo; lo mismo hicieron ingleses, franceses, holandeses y portugueses como “trata de esclavos”.

España fue poder dominante por sus pobladas colonias con indígenas, tal como Portugal e Inglaterra fueron sobre esclavos africanos. Hipócritamente el Imperio español prohibió esclavizar indígenas promulgando las Leyes Nuevas en 1542, quedando oculta a puerta cerrada en palacios y bajo potentados empleando mano de obra forzada en misiones, tierras y minas. Se ha calculado cantidad de esclavos indígenas del Nuevo Mundo desde Colón hasta finalizar el 1800, alrededor entre 5 millones, cantidad muy notable lograda con la superioridad por armas de fuego y caballos; la esclavitud continuó vigente traficando legalmente con africanos durante siglos -con idea de que no eran humanos-, calculada en 12.5 millones capturad@s como esclav@s en África.

Primeramente los indígenas fueron obligados a trabajar en todo, igual en minas durante la época colonial; luego, los apaches fueron cazados, encadenados, enviados a las minas en Chihuahua y Sonora; pero a insistencia de Fray Bartolomé de las Casas, Fr. Pedro de Gante, Fr. Antón de Montesinos y otros ilustres misioneros, después de 1660 la monarquía española hizo cruzada abolicionista liberando sus esclavos indígenas y aumentando la traída de africanos para las minas; es como narra Pérez de Rivas llegando africanos a minas de Mátape; justamente esto explica la mezcla con sangre negra para Ignacio Figueroa, quien siendo niño acompañó como monaguillo al Padre Hermenegildo Garcés venido de Málaga España y sobreviviendo Figueroa a la masacre Yuma-Quechan en 1781, fue rescatado por Pedro Fagés llevado a Santa Gertrudes del Altar y luego a Mátape con una familia protectora, donde celebra matrimonio con dama oriunda residente, por ello su descendencia registra 3.1 % de sangre africana, sin lograr jamás primer cargo de autoridad en Yuma Territorial Prision.

Ref. libro Puerto Isabel.


Federicoiglesias50@gmail.com