/ viernes 1 de abril de 2022

AMAT CUCAPAH

Solicitamos Braceros


¡Hoy último día de trabajo! Entregaremos cheques al otro sábado, pagándoles semana de fondo, descontaremos herramienta dañada o extraviada! Llévense sus pertenencias, mañana desaparece el campamento. ¡Busquen trabajo!

Para “Braceros”, “El Contrato” garantizaba pagarles 30 centavos por hora trabajada, el campamento era su casa: sin cama, comedor, sanitarios, médico, sin farmacia. El “Programa Bracero” empezó: Agosto 4, 1942 terminando: 1964 convenio México-Estados Unidos, porque la Segunda Guerra Mundial les originó crisis laboral, por reclutar hombres al frente de batalla, necesitaban los vecinos del Norte trabajadores en astilleros, ferrocarril, siembra-beneficio-cosecha agropecuaria y pesquería bajo un patrón migratorio, reduciendo paso ilegal “de alambre”, “mojados” y “coyotaje”.

Registrado primer acuerdo binacional entre expresidentes Díaz y Taff, firman -en 1909- contratando mil trabajadores, destinados a cultivar betabel; refiere don Francisco Indalecio Madero escribiendo: “Allá la situación del obrero mexicano es poco menos triste, que en su tierra natal”, porque el vecino país entró en la Primera Guerra Mundial. Ya entre los años 1920s y 1930s practicaron sistema de “enganche”, negocio privado “contratando” “Casas” y patrones con extrema explotación en: Traslados, salario, cargas de trabajo, cobro: Alimentos, hospedaje y servicios, “Tiendas de Raya” del “Porfiriato Mexicano”. Quedaron los “enganchados” con deudas perpetuas que deportó selectivamente mexicanos, empezando los 1930s. Fue efecto local sanluisino y mexicalense, solicitando los repatriados tierras ejidales. Se otorgó primera dotación en 1926 a San Luis, ampliándola en 1928, creándose ejido San Luis: Febrero 28, 1929.

Refiriéndonos a población estadounidense de origen mexicano, su situación no era privilegiada si no hablaba inglés y no eran servidores de sajón; por ejemplo, careciendo documentos de propiedad, faltaba legitimidad. Situación semejante vivió familia de César Chávez Estrada, así perdieron una granja perteneciente al abuelo Cesáreo, valle del Gila, próximo a Yuma, Arizona. Cesar nacido: Marzo 31, 1927, como escolar sintió -en octavo grado- discriminación, golpeado en la boca por hablar español, aconsejaba su mamá: “Nunca reaccionar violento ante la injusticia”. Fue testigo de agobiantes jornadas a todo trabajador: Nativos o migrantes; en la armada vivió dos años horrorosos, regresando a campos Delano California, continuaba explotación al trabajador sin servicios básicos, ni voz que les uniera en sindicatos. Chávez emprende reconocimiento al derecho de trabajadores agrícolas organizándoles, finalmente como United Farm Workers, luchando pacíficamente: Marchas, huelgas, boicots y ayunos mereciendo que la legislación ejecutara declaración de derechos para trabajadores agrícolas. César dio su última onza de fuerza: Abril 23, 1993, defendiendo que los campesinos hablaran por ellos mismos.

Ref. MaRoblesCSantos


federicoiglesias50@gmail.com


Solicitamos Braceros


¡Hoy último día de trabajo! Entregaremos cheques al otro sábado, pagándoles semana de fondo, descontaremos herramienta dañada o extraviada! Llévense sus pertenencias, mañana desaparece el campamento. ¡Busquen trabajo!

Para “Braceros”, “El Contrato” garantizaba pagarles 30 centavos por hora trabajada, el campamento era su casa: sin cama, comedor, sanitarios, médico, sin farmacia. El “Programa Bracero” empezó: Agosto 4, 1942 terminando: 1964 convenio México-Estados Unidos, porque la Segunda Guerra Mundial les originó crisis laboral, por reclutar hombres al frente de batalla, necesitaban los vecinos del Norte trabajadores en astilleros, ferrocarril, siembra-beneficio-cosecha agropecuaria y pesquería bajo un patrón migratorio, reduciendo paso ilegal “de alambre”, “mojados” y “coyotaje”.

Registrado primer acuerdo binacional entre expresidentes Díaz y Taff, firman -en 1909- contratando mil trabajadores, destinados a cultivar betabel; refiere don Francisco Indalecio Madero escribiendo: “Allá la situación del obrero mexicano es poco menos triste, que en su tierra natal”, porque el vecino país entró en la Primera Guerra Mundial. Ya entre los años 1920s y 1930s practicaron sistema de “enganche”, negocio privado “contratando” “Casas” y patrones con extrema explotación en: Traslados, salario, cargas de trabajo, cobro: Alimentos, hospedaje y servicios, “Tiendas de Raya” del “Porfiriato Mexicano”. Quedaron los “enganchados” con deudas perpetuas que deportó selectivamente mexicanos, empezando los 1930s. Fue efecto local sanluisino y mexicalense, solicitando los repatriados tierras ejidales. Se otorgó primera dotación en 1926 a San Luis, ampliándola en 1928, creándose ejido San Luis: Febrero 28, 1929.

Refiriéndonos a población estadounidense de origen mexicano, su situación no era privilegiada si no hablaba inglés y no eran servidores de sajón; por ejemplo, careciendo documentos de propiedad, faltaba legitimidad. Situación semejante vivió familia de César Chávez Estrada, así perdieron una granja perteneciente al abuelo Cesáreo, valle del Gila, próximo a Yuma, Arizona. Cesar nacido: Marzo 31, 1927, como escolar sintió -en octavo grado- discriminación, golpeado en la boca por hablar español, aconsejaba su mamá: “Nunca reaccionar violento ante la injusticia”. Fue testigo de agobiantes jornadas a todo trabajador: Nativos o migrantes; en la armada vivió dos años horrorosos, regresando a campos Delano California, continuaba explotación al trabajador sin servicios básicos, ni voz que les uniera en sindicatos. Chávez emprende reconocimiento al derecho de trabajadores agrícolas organizándoles, finalmente como United Farm Workers, luchando pacíficamente: Marchas, huelgas, boicots y ayunos mereciendo que la legislación ejecutara declaración de derechos para trabajadores agrícolas. César dio su última onza de fuerza: Abril 23, 1993, defendiendo que los campesinos hablaran por ellos mismos.

Ref. MaRoblesCSantos


federicoiglesias50@gmail.com