Durante los sesenta surgieron múltiples chispas incendiarias subversivas sobre el territorio mexicano, contemporáneas a exigencias mundiales libertarias.
El existencialismo deja imagen “hippy” como sujetos con valores anárquicos no violentos, revolución sexual, rechazando status capitalista, caldo de cultivo previo al México 68.
“¡Faustino, no!”, resonó en 1967, siendo Carlos Rodríguez Araiza alcalde sanluisino. Grito guerrero retumbado rebelde en mítines nocturnos, ante “destape” a candidatura para gobernador de dos “priístas”: Fausto Acosta Romo y Faustino Félix Serna, rechazado éste con: “¡Faustino, no!”.
Pues simultáneo a Rafael Leyva Castro, candidato a presidencia de SLRC, sobre baldíos entre calles Segunda y Zaragoza, yarda Algodonera “Anderson Clayton”, la población declaró oposición al “dedazo oficial”; así trepados en “raca”, son inolvidables oradores Cristobal William, Pepe Cruz Bedolla, Francisco Pizano, Jorge Flores Valdez, Alberto Manzo, Montes de Oca, Dra. Estela y esposo Velázquez, “Los Valtierra”…, etc., con vehementes arengas enardecieron numerosa multitud sanluisina gritando: “¡Faustino, no!”.
Más de una treintena de estos líderes encarcelados fue reprimida aquí: Calle 5ª y Juárez; a un quinteto los trasladan a Hermosillo y a un par, entre ellos Pepe Cruz Bedolla -según comentó-, amenazado con lanzarlo al mar, fue internado en mazmorras de Lecumberri, Ciudad de México.
Con tumultuosas protestas, Fausto Acosta Romo, respaldado por la comunidad universitaria Unison, colocándose al frente retoma reclamos sociales, democráticos, enarbolando bandera: “Autonomía Universitaria”, proclamada en Berkeley, California y en Francia derrocando a De Gaulle, todo contra figuras oficiales, desborda aquí en Sonora la cuestión electoral y en México arriesga cancelación de la Olimpiada.
En Sonora el gobierno contestó tomando la Universidad violentamente, utilizando al Batallón Olimpia, reprimiendo a estudiantes, mismos paramilitares del 2 de octubre en Tlatelolco.
Con poco margen, Félix Serna ganó elección de la gubernatura sonorense; apaciguó descontento liberando inmediatamente a todo encarcelado por la contienda, estratégicamente repartió nombramiento a líderes, permitiendo acciones partidistas aparece Carlos Ortiz Ruiz como presidente, con honorato y José Medrano como columnas del PAN, surgiendo durante 1967 en San Luis.
Agradezco fuentes: Pompa Córdova, Medrano y García Barba.
