En la montañosa sierra sonorense crece poblándose Maycoba, agricultura y ricos minerales, azotada por apachería mediando 1800.
_ ¡Mamá… mamáAAA!
_ ¿Qué hijo?
_ ¡ApaschesssS!
_ ¡Sí hijo, apaches!
Celsa Monje, mamá del “cuate Pascual”su gemelo con Francisco Jacobo. El declaróse novio a Celsa cuando niño trabajando en mina ‘’La Trinidad’’. Ese primer día obsequió a su novia en palma de su mano, primer granito de oro con acariciante beso sobre el puño.
Francisco-anocheciendo- regresaba cada viernes trayendo mismo regalo, depositándolo en mano de Celsa, que Ella “a escondidas” guardaba en hueco de la campana de la ermita de Maycoba.
_ ¡Mamá, ...mamáááAAA!
_ ¿Quééé hijoooOOO?
_ ¡ApaschesssS!
_ ¿Quién te dijo éso?
_ L’s culebras.
Repetida ocurrencia del niño escuchada también por abuela Refugio, acudiendo insistente; mientras arrancaban malezas a la milpa cultivada por abuelo Cipriano.
_ ¡Suegro! ¿Oye a Pascual?
_ ¡¿Apaches?!. Replica. _ ¡Si! le he oído: ¡Ocurrencia!. Vayamos a comer, descansemos, regresando continuemos.
Caminan al jacal todo junto; hogar: cocina, recámara, sala, comedor, talleres y fragua de herrería; igual como los jacales en “Maycoba: lugar donde comió la culebra”; tres veintenas de vecinos en 1862, próximos a: Yécora y El Cascajo.
Aquel medio día, las mujeres cocinan al fogón; el abuelo trae agua desde el río, a lomo de cuatro burros; al abrir la puerta el “cuate Pascual” suelta cantaleta _ ¡Tata, apaschesssS!
Y mira fijamente el abuelo a Pascual _ ¡¿Apaches, mi‘jo???!. ¿Quién te dijo?.
_ L’s culebras Tata.
_ ¡¿Sabes quééé vieja? Gritó el abuelo !Vámonos! !Vámonos Celsa! ¡Doblen cobijas y vámonos!!Vámonos a La Trinidad!; allá están nuestros hombres. Carguemos al “Burro Canelo”. Celsa abraza a Pascual, móntate en burro, tu suegra y Yo montaremos otro cada uno. Pues, en un instante treparon lomas de Maycoba, enfilando recua entre rancherías con escándalo por ladradera de perros.
_ ¡Adios…! ¿A dónde van?_ Pregunta comadre Teresa.
Pascual responde primero _ ¡ l’s paschesssS!. Celsa clarifica _Dice apaches; pero vamos a la Trinidad.
_ ¡Quééé!…!¿ Apaches?! !Apaches!!!. Aterrada la comadre a grito abierto repite …!AApaacheeEs! Resonando: ¡AaapaAacheeesS!, multiplicando el vecindario terrorífico pavor.
La familia del Cuate trotando en burros, los vecinos rebasaron cabalgando bajo luz, recibiéndoles en La Trinidad consternados al anochecer; por los apaches colocaron carabineros en alerta; tod@s roncaron en zozobra; clareando madrugada el horario mineral continuó; los maycobenses desde cerro del Pima divisaron humareda saliendo entre jacales, oyendo la campana tañir a duelo.