Realmente es una locura la escalada de precios que han sufrido los insumos agrícolas en los últimos meses, ya que ayer se reportaba un precio de 27 mil pesos tonelada el gas amoniaco (NH3).
De por sí causa preocupación en todos los agricultores que se hubiera duplicado el precio del año anterior que era de 12 mil, cuando ahora sube 3 mil pesos más, nada parece detener esta avalancha.
Al decir avalancha es porque en realidad están aumentando los demás insumos qué son imprescindibles como urea, fósforo y varios más lo que pulveriza cualquier promedio de producción que obtengan nuestros sufridos agricultores.
Sí bien es cierto hay alegría entre algodoneros por el futuro promisorio en cuanto a cotización que se observa para los ciclos cercanos, también es que los precios de agroquímicos al seguir así los sacaran de la jugada aun cuando obtengan 100 dólares por quintal según comentan los enterados.
Al decir del ingeniero Juan Armenta Magaña líder de los algodoneros en Sonora, además de dirigente de la Asociación Municipal de Propietarios Rurales, urge qué la Federación por medio de la Secretaría de Agricultura meta las manos en su favor.
Aseguro que solos no pueden salir de este tremendo socavón en el que están cayendo cuando nadie parece frenar la cascada de aumentos en los precios como se señala líneas arriba.
No pocos agricultores han manifestado su coraje por dicha situación señalando qué debe haber algún apoyo urgente para hacer frente a los precios de los insumos, sino se quiere que dejen de sembrar por la incontestabilidad qué se observa desde hace varios ciclos.
Esta situación a quiénes más podía afectar seguramente es a quienes apenas se preparan para producir trigo o ya están sembrando porque son siete mil pesos tonelada lo que se ha anunciado y seguramente aún con 7 ú 8 toneladas por hectárea no sería suficiente para tener ganancias.
Cómo comentan los propios agricultores y sus líderes algo se tiene que hacer y pronto para sacarlos adelante y no se queden "colgados de la brocha", como se dice vulgarmente, al final de otro ciclo de cultivo.
Con esto nos despedimos por hoy estimados y finos amigos lectores de TRIBUNA DE SAN LUIS, los invitamos para que nos lean nuevamente la próxima semana si es que DIOS lo permite. Bendiciones.
Bye, bye.
