/ viernes 8 de julio de 2022

Barco Hallado en Lagunitas

Bajando corrientes del río Colorado, inundo Mexicali en 1905, los indígena Cucapah hallaron un bordo metálico en meganal cenagoso del canal riito, pegado a la sonorense mesa arenosa, junto a ranchos de Lagunitas.

Ellos empezaron desentierro ante vista y ayuda de todo quien pasaba por ahí, viendo el corto bordo preguntábamos ¿Qué será?¿Qué parece? . Alzando hombros respondían ”Quien sabe”. Después -de 1919- cuando llegaron a un casco metálico boca abajo, despertó un fantástico rumor a tesoro. Aventureros, durante la noche sacaban miles de paladas de tierra y otros espiaban para “asaltar” tesoro encontrado, por eso hurgaron en helado silencio; a los diez años miramos descubierto un largo lanchón ferroso, invertido atesorando esqueletos de vacas, caballos, coyotes, jabalíes, pescados, sarcófago de todo animal, huesos metidos por las soleras.

Vista su estructura y sin tesoro su seno -en1929-, voló noticia desde matorrales de Lagunitas hasta regiones lejanas: “ ¡ Barco hundido encontrado en Sonora”. Llegan reporteros, camarógrafos y las fotos a parcela 92, ejido Lagunitas desde Yuma alcanzan San Diego, San Francisco y Pittsburg, puertos del ajetreo naviero, fabricantes de motores o residencias de capitanes de barcos en legendaria época, cuando el Colorado desbordaba agua; ante las fotos, todos planearon serios proyectos.

Recuerdan Tomás e Ismael Chávez aquello estaba, donde Margarito Cuén desmontaba a Pablo Esquer Saavedra parcela asignada a José Chávez. Durante 1944 vino en comisión M. Rosuse de Chandler Ranch levantó reporte y con Randal Henderson llevándoles Francisco Pacheco al lugar, les guía Braulio Chávez Cisneros al barco -donde Chóforo, Piti Conde, Juan Quiroz jugaban, emparejando Luis Esqueda Zavala con carapila RD6, 3 pistones . Henderson valoró aquel destruido costillal, no valían ningún esfuerzo. Comentó que los lugareños hicieron comales con la agujereada lámina; lo dijo despechado pues llegó tarde, aunque es cierto que los primeros campesinos aquí usaron pies y manos con todo y uñas –abriendo tierras al cultivo, emplearon las costillas del barco reforzando represas, moldearon rozaderas rapando cachanilla, en bien agrícola; ésas costillas tuvieron provecho.

Aquel barco fue el llamado “Explorer”: largo 54 pies, ancho 13; barquito norteamericano rearmado hasta en ocho ocasiones, trasladado desde Nueva York hasta estuario Santa Clara.

En diciembre, invierno: 1857-1858 fue lanzado al agua, comandado por Joseph C. Ives; la misión: “reconocer navegabilidad del río Colorado”; declarado navegable oficialmente hasta 600 km desde su desemboque; cumplida su encomienda, fue amarrado cerca al poblado Algodones y arrastrado por el río, desapareció.

Bajando corrientes del río Colorado, inundo Mexicali en 1905, los indígena Cucapah hallaron un bordo metálico en meganal cenagoso del canal riito, pegado a la sonorense mesa arenosa, junto a ranchos de Lagunitas.

Ellos empezaron desentierro ante vista y ayuda de todo quien pasaba por ahí, viendo el corto bordo preguntábamos ¿Qué será?¿Qué parece? . Alzando hombros respondían ”Quien sabe”. Después -de 1919- cuando llegaron a un casco metálico boca abajo, despertó un fantástico rumor a tesoro. Aventureros, durante la noche sacaban miles de paladas de tierra y otros espiaban para “asaltar” tesoro encontrado, por eso hurgaron en helado silencio; a los diez años miramos descubierto un largo lanchón ferroso, invertido atesorando esqueletos de vacas, caballos, coyotes, jabalíes, pescados, sarcófago de todo animal, huesos metidos por las soleras.

Vista su estructura y sin tesoro su seno -en1929-, voló noticia desde matorrales de Lagunitas hasta regiones lejanas: “ ¡ Barco hundido encontrado en Sonora”. Llegan reporteros, camarógrafos y las fotos a parcela 92, ejido Lagunitas desde Yuma alcanzan San Diego, San Francisco y Pittsburg, puertos del ajetreo naviero, fabricantes de motores o residencias de capitanes de barcos en legendaria época, cuando el Colorado desbordaba agua; ante las fotos, todos planearon serios proyectos.

Recuerdan Tomás e Ismael Chávez aquello estaba, donde Margarito Cuén desmontaba a Pablo Esquer Saavedra parcela asignada a José Chávez. Durante 1944 vino en comisión M. Rosuse de Chandler Ranch levantó reporte y con Randal Henderson llevándoles Francisco Pacheco al lugar, les guía Braulio Chávez Cisneros al barco -donde Chóforo, Piti Conde, Juan Quiroz jugaban, emparejando Luis Esqueda Zavala con carapila RD6, 3 pistones . Henderson valoró aquel destruido costillal, no valían ningún esfuerzo. Comentó que los lugareños hicieron comales con la agujereada lámina; lo dijo despechado pues llegó tarde, aunque es cierto que los primeros campesinos aquí usaron pies y manos con todo y uñas –abriendo tierras al cultivo, emplearon las costillas del barco reforzando represas, moldearon rozaderas rapando cachanilla, en bien agrícola; ésas costillas tuvieron provecho.

Aquel barco fue el llamado “Explorer”: largo 54 pies, ancho 13; barquito norteamericano rearmado hasta en ocho ocasiones, trasladado desde Nueva York hasta estuario Santa Clara.

En diciembre, invierno: 1857-1858 fue lanzado al agua, comandado por Joseph C. Ives; la misión: “reconocer navegabilidad del río Colorado”; declarado navegable oficialmente hasta 600 km desde su desemboque; cumplida su encomienda, fue amarrado cerca al poblado Algodones y arrastrado por el río, desapareció.