/ viernes 13 de noviembre de 2020

COMUNIDAD Y FAMILIA

Salud financiera



¿Quién se iba a imaginar algunos meses atrás que la vida nos cambiaría tan radicalmente? Estoy segura que nadie en el mundo entero se lo esperaba, pero a consecuencia de la pandemia, todos, absolutamente todos, hemos sido afectados de una manera u otra en nuestra manera de vivir y convivir; en nuestros hábitos y costumbres, así como en lo que producimos y aportamos a nuestra familia.

En el ámbito financiero es donde millones de familias han visto reflejado el daño más importante, pues al no haber trabajo escasea todo, provocando reacciones en las relaciones familiares, en la seguridad social, en el bienestar y en la paz de los pueblos. En este tiempo de crisis hemos tenido que aprender a cuidar nuestra salud para no contagiarnos de Covid-19, hemos sacrificado días de no ver a nuestros seres queridos, hemos sufrido la ausencia repentina de nuestros seres queridos y también hemos aprendido a lidiar con el cubrebocas, el gel y los tapetes que se encuentran en todos los lugares a los que acudimos y aunque nos molesten tanto y lo hagamos a regañadientes, estos se han convertido en nuestra primera.

De la misma manera en que estamos aprendiendo a cuidar nuestra salud, necesitamos cuidar la salud financiera de la familia. ¿Sabe por qué? Porque las estadísticas actuales de Inegi y de otras instancias que miden las dinámicas familiares dan a conocer que muchos divorcios son provocados por el mal manejo de las finanzas en el matrimonio y este mal manejo está minando el patrimonio de la familia, produciendo pobreza, deuda, violencia y suicidios.

Es verdad que la pandemia ha mermado en mucho nuestra capacidad de producir finanzas, pero aún lo poco que tenemos, necesitamos aprender a administrarlo bien para que rinda y nos dé la posibilidad de tener unas finanzas saludables, aprovechando que la temporada de recibir aguinaldos, participaciones o utilidades está muy cerca y necesitamos cuidar nuestro dinero ya sea poco o mucho, es algo que nunca nos debe faltar, sobre todo en tiempos de crisis.

Muchos años de mi vida enfrenté problemas financieros por no saber manejar el dinero que recibíamos mi esposo y yo, así que agradezco a Dios la oportunidad de recibir educación financiera a través de algunos líderes y escritores que nos ayudaron a ver y considerar nuestras finanzas con valor, con disciplina y aún, con generosidad.

Les comparto algunos sencillos consejos que he tenido oportunidad de conocer y aplicar en mis finanzas familiares y créame que funcionan, se requiere mucha disciplina y autocontrol, pero si los aplica en su vida, de seguro verá que su situación empieza a mejorar y tendrá oportunidad de ser más productivo y aún tendrá para compartir algo con los más necesitados.

Ahorre, ahorre, ahorre. Si tiene planes para realizar un proyecto en casa o para la universidad de sus hijos, es mejor que lo haga con su dinero y no con dinero prestado (crédito bancario), porque entonces estará gastando dinero que no es suyo y si a esto le agrega cargos adicionales e intereses, pronto se convertirá en una deuda que no podrá pagar.

Si tiene ya un crédito bancario, le recomiendo que pague un poco más de las mensualidades, de esta manera usted está acortando el tiempo del crédito y quizás hasta pueda recibir descuentos en los intereses de la deuda.

¡Evite comprar con pagos chiquitos! Eso es una trampa, los pagos chiquitos son por tiempo prolongado y a la larga sales pagando casi el doble del precio original. Si quieres comprar algo realmente necesario, puedes reunir el dinero poco a poco y comprar aún con descuentos, pues existen tiendas donde si compras a pocos meses, te respetan el precio de contado.

No gaste más de lo que recibe de ingresos, es tan triste ver a personas que aún no reciben su sueldo y ya lo tienen todo comprometido, ni siquiera lo pueden disfrutar. Si ustedes mis estimados lectores aplican al pie de la letra estos pasos, les aseguro que tendrán libertad en sus finanzas y van a prosperar más rápidamente. ¡Gracias por su amable compañía... y hasta la próxima!

elsitacruzita@gmail.com

Salud financiera



¿Quién se iba a imaginar algunos meses atrás que la vida nos cambiaría tan radicalmente? Estoy segura que nadie en el mundo entero se lo esperaba, pero a consecuencia de la pandemia, todos, absolutamente todos, hemos sido afectados de una manera u otra en nuestra manera de vivir y convivir; en nuestros hábitos y costumbres, así como en lo que producimos y aportamos a nuestra familia.

En el ámbito financiero es donde millones de familias han visto reflejado el daño más importante, pues al no haber trabajo escasea todo, provocando reacciones en las relaciones familiares, en la seguridad social, en el bienestar y en la paz de los pueblos. En este tiempo de crisis hemos tenido que aprender a cuidar nuestra salud para no contagiarnos de Covid-19, hemos sacrificado días de no ver a nuestros seres queridos, hemos sufrido la ausencia repentina de nuestros seres queridos y también hemos aprendido a lidiar con el cubrebocas, el gel y los tapetes que se encuentran en todos los lugares a los que acudimos y aunque nos molesten tanto y lo hagamos a regañadientes, estos se han convertido en nuestra primera.

De la misma manera en que estamos aprendiendo a cuidar nuestra salud, necesitamos cuidar la salud financiera de la familia. ¿Sabe por qué? Porque las estadísticas actuales de Inegi y de otras instancias que miden las dinámicas familiares dan a conocer que muchos divorcios son provocados por el mal manejo de las finanzas en el matrimonio y este mal manejo está minando el patrimonio de la familia, produciendo pobreza, deuda, violencia y suicidios.

Es verdad que la pandemia ha mermado en mucho nuestra capacidad de producir finanzas, pero aún lo poco que tenemos, necesitamos aprender a administrarlo bien para que rinda y nos dé la posibilidad de tener unas finanzas saludables, aprovechando que la temporada de recibir aguinaldos, participaciones o utilidades está muy cerca y necesitamos cuidar nuestro dinero ya sea poco o mucho, es algo que nunca nos debe faltar, sobre todo en tiempos de crisis.

Muchos años de mi vida enfrenté problemas financieros por no saber manejar el dinero que recibíamos mi esposo y yo, así que agradezco a Dios la oportunidad de recibir educación financiera a través de algunos líderes y escritores que nos ayudaron a ver y considerar nuestras finanzas con valor, con disciplina y aún, con generosidad.

Les comparto algunos sencillos consejos que he tenido oportunidad de conocer y aplicar en mis finanzas familiares y créame que funcionan, se requiere mucha disciplina y autocontrol, pero si los aplica en su vida, de seguro verá que su situación empieza a mejorar y tendrá oportunidad de ser más productivo y aún tendrá para compartir algo con los más necesitados.

Ahorre, ahorre, ahorre. Si tiene planes para realizar un proyecto en casa o para la universidad de sus hijos, es mejor que lo haga con su dinero y no con dinero prestado (crédito bancario), porque entonces estará gastando dinero que no es suyo y si a esto le agrega cargos adicionales e intereses, pronto se convertirá en una deuda que no podrá pagar.

Si tiene ya un crédito bancario, le recomiendo que pague un poco más de las mensualidades, de esta manera usted está acortando el tiempo del crédito y quizás hasta pueda recibir descuentos en los intereses de la deuda.

¡Evite comprar con pagos chiquitos! Eso es una trampa, los pagos chiquitos son por tiempo prolongado y a la larga sales pagando casi el doble del precio original. Si quieres comprar algo realmente necesario, puedes reunir el dinero poco a poco y comprar aún con descuentos, pues existen tiendas donde si compras a pocos meses, te respetan el precio de contado.

No gaste más de lo que recibe de ingresos, es tan triste ver a personas que aún no reciben su sueldo y ya lo tienen todo comprometido, ni siquiera lo pueden disfrutar. Si ustedes mis estimados lectores aplican al pie de la letra estos pasos, les aseguro que tendrán libertad en sus finanzas y van a prosperar más rápidamente. ¡Gracias por su amable compañía... y hasta la próxima!

elsitacruzita@gmail.com