/ lunes 3 de junio de 2019

Contrasentido

La caja de Pandora: Huawei y 5G


En la actualidad se vive una nueva revolución industrial. Las necesidades del ser humano han evolucionado, gracias al desarrollo tecnológico que busca dotar de mayores comodidades, ahora se requiere de una conectividad móvil mucho más eficiente de la que disponemos. La tendencia nos dice que los hogares modernos tendrán entre 40 y 50 dispositivos diferentes conectados a Internet, por lo que se hace necesario desarrollar una red que sea capaz de transmitir cientos de miles de datos.


Ante ese peculiar escenario, las empresas de tecnología iniciaron el desarrollo de tecnologías capaces de ser compatibles con los nuevos requerimientos. Históricamente los Estados Unidos tenían la hegemonía del desarrollo de nuevas tecnologías, pero el avance de las empresas de celulares extranjeras los desbancó rotundamente hasta hacerlos desaparecer del mapa. Dentro de esas nuevas oportunidades surgió la empresa Huawei, que financiada por el gobierno chino ha logrado establecerse no solo como un referente en cuanto a celulares, sino como un pilar fundamental de la comunicación. Gran parte de las comunicaciones actuales y, sobre todo, de Internet pasan por los aparatos de esa marca a nivel mundial.


La nueva tecnología de conectividad se estandarizó en el modelo 5G, por lo que los chinos y Huawei llevan la mano en el mundo de la tecnología. Sin embargo, aún falta un poco de trabajo para lograr integrar los avances de conectividad a los equipos. Por lo que el gobierno de Estados Unidos aprovechó el momento para lanzar un veto a referida empresa, tratando de que alguna otra empresa más pro-yanqui pueda acercarse y desbancar a los chinos. Como es bien sabido por todos que la información es poder, y quien controle la tecnología 5G tendrá una verdadera mina de oro en sus manos. Es decir, para Estados Unidos es de vital importancia que ese poder no quedé en manos de empresas de China.


Desafortunadamente tenemos algunos problemas tecnológicos en la actualidad como: la brecha digital, la falta de cobertura en zonas rurales y los excesos en su uso. Así que deberíamos de estar preocupados por acabar con esos problemas y no en tratar de poner zancadillas a empresas innovadoras y creativas. Las bondades de la tecnología son incuestionables, por lo que frenar su desarrollo es una verdadera aberración. Así que las malas decisiones de un gobierno intervencionista siempre atentan contra el desarrollo de la humanidad y no solo contra los dueños de una empresa.


La industria tecnológica siempre se había caracterizado por la cooperación entre empresas y gobiernos para lograr estandarizar programas y equipos. La actual apuesta de ruptura va a frenar el desarrollo de Huawei, incluso, la podría poder al borde de desaparecerla. Lo curios del caso es que la misma empresa china ha colaborado con el desarrollo tecnológico de las empresas que ahora le dan la espalda y la obligan a buscar nuevas opciones de desarrollo.


El futuro es incierto para Huawei, pero también lo es para toda la industria. El precedente que han puesto los estadounidenses puede ser el punto de quiebre del avance acelerado de la tecnología, o también, puede ser la tumba del control estadounidense. Estamos viendo solo la capa más alta de una gran montaña submarina. Es una lástima que las decisiones las tomen unos cuantos y no toda la humanidad, ya que es un tema importantísimo que incide en tener mejores condiciones de vida.


glinarez@hotmail.com

La caja de Pandora: Huawei y 5G


En la actualidad se vive una nueva revolución industrial. Las necesidades del ser humano han evolucionado, gracias al desarrollo tecnológico que busca dotar de mayores comodidades, ahora se requiere de una conectividad móvil mucho más eficiente de la que disponemos. La tendencia nos dice que los hogares modernos tendrán entre 40 y 50 dispositivos diferentes conectados a Internet, por lo que se hace necesario desarrollar una red que sea capaz de transmitir cientos de miles de datos.


Ante ese peculiar escenario, las empresas de tecnología iniciaron el desarrollo de tecnologías capaces de ser compatibles con los nuevos requerimientos. Históricamente los Estados Unidos tenían la hegemonía del desarrollo de nuevas tecnologías, pero el avance de las empresas de celulares extranjeras los desbancó rotundamente hasta hacerlos desaparecer del mapa. Dentro de esas nuevas oportunidades surgió la empresa Huawei, que financiada por el gobierno chino ha logrado establecerse no solo como un referente en cuanto a celulares, sino como un pilar fundamental de la comunicación. Gran parte de las comunicaciones actuales y, sobre todo, de Internet pasan por los aparatos de esa marca a nivel mundial.


La nueva tecnología de conectividad se estandarizó en el modelo 5G, por lo que los chinos y Huawei llevan la mano en el mundo de la tecnología. Sin embargo, aún falta un poco de trabajo para lograr integrar los avances de conectividad a los equipos. Por lo que el gobierno de Estados Unidos aprovechó el momento para lanzar un veto a referida empresa, tratando de que alguna otra empresa más pro-yanqui pueda acercarse y desbancar a los chinos. Como es bien sabido por todos que la información es poder, y quien controle la tecnología 5G tendrá una verdadera mina de oro en sus manos. Es decir, para Estados Unidos es de vital importancia que ese poder no quedé en manos de empresas de China.


Desafortunadamente tenemos algunos problemas tecnológicos en la actualidad como: la brecha digital, la falta de cobertura en zonas rurales y los excesos en su uso. Así que deberíamos de estar preocupados por acabar con esos problemas y no en tratar de poner zancadillas a empresas innovadoras y creativas. Las bondades de la tecnología son incuestionables, por lo que frenar su desarrollo es una verdadera aberración. Así que las malas decisiones de un gobierno intervencionista siempre atentan contra el desarrollo de la humanidad y no solo contra los dueños de una empresa.


La industria tecnológica siempre se había caracterizado por la cooperación entre empresas y gobiernos para lograr estandarizar programas y equipos. La actual apuesta de ruptura va a frenar el desarrollo de Huawei, incluso, la podría poder al borde de desaparecerla. Lo curios del caso es que la misma empresa china ha colaborado con el desarrollo tecnológico de las empresas que ahora le dan la espalda y la obligan a buscar nuevas opciones de desarrollo.


El futuro es incierto para Huawei, pero también lo es para toda la industria. El precedente que han puesto los estadounidenses puede ser el punto de quiebre del avance acelerado de la tecnología, o también, puede ser la tumba del control estadounidense. Estamos viendo solo la capa más alta de una gran montaña submarina. Es una lástima que las decisiones las tomen unos cuantos y no toda la humanidad, ya que es un tema importantísimo que incide en tener mejores condiciones de vida.


glinarez@hotmail.com