/ lunes 16 de diciembre de 2019

CONTRASENTIDO

La educación socioemocional


Algo muy rescatable de la reforma educativa que se implementará de forma generalizada en el ciclo escolar 2022-2023 será el tema relacionado con la educación socioemocional. Está científicamente comprobado y verificado por decenas de investigaciones a nivel neuronal que las emociones resultan fundamentales para motivar o bloquear los aprendizajes, por ello la necesidad de incluir la regulación de las emociones como un factor clave de los aprendizajes.

El cerebro es el órgano más hermoso y funcional de la evolución de miles de millones de años. Y es hasta los últimos años que hemos entendido un poco más de su funcionamiento gracias a los escáneres cerebrales y demás aparatos tecnológicos que nos permiten conocer en tiempo real sus funciones. Gracias a lo anterior ahora conocemos los principios básicos del aprendizaje de una forma totalmente comprobable y demostrable. Parte esencial de lo poco que sabemos y comprendemos de nuestro cerebro es el papel de las emociones.

Lo más formidable de nuestro cerebro es su carga genética de aprendizaje que tiene, es decir nuestro cerebro arranca la chispa de la vida con un banco de conocimientos de millones de años que son la base para nuestro comportamiento y a partir que tenemos madurez cognitiva (3-6 años) inicia el procesamiento de adquisición de conocimientos que definen nuestro comportamiento y generación de ideas. Por lo anterior, debemos comprender que tenemos una carga de conocimientos que proviene de nuestro ADN e historia que compite contra la información de la realidad que es observable en nuestro tiempo.

Las emociones son la reacción a un estímulo, pero a nivel cerebral es interpretado no sólo del contexto actual, sino inconscientemente nuestro cerebro reacciona con la carga sociohistórica. Lo anterior nos permitió evolucionar como la única especie con capacidad de razonamiento y por ende de configurar sentimientos. Para entender mejor el anterior y confuso planteamiento pondremos un ejemplo: Vamos a suponer que una persona o alumno está molesto o enojado porque alguien lo vio feo, entonces el cerebro empezará a secretar diversas sustancias químicas que generarán impulsos eléctricos (medibles y comprobables) para que los órganos de nuestro cuerpo se preparen para un combate físico (una guerra literal) y a nivel cerebral la parte que se encarga del razonamiento es bloqueada fisiológicamente (comprobado) para centrarse en un combate, cuando en realidad no va a existir pero nos gana la carga genética cerebral.

El anterior ejemplo de una emoción pone de manifiesto que una persona que no sabe regular sus emociones no es capaz de lograr aprender porque su cerebro no está en condiciones (temporalmente) de hacerlo. Si somos capaces de conocernos, de entendernos y de decirle a nuestro cerebro, por ejemplo, que las guerras ahora no son combates físicos, entonces vamos a regular nuestras emociones y vamos a tener las condiciones para que razone adecuadamente. En ese sentido viene la importancia de la educación socioemocional, que consiste en integrar los conocimientos y avances de la neurociencia en beneficio de mayores aprendizajes y de preparar a los alumnos de una forma emocional para las dificultades de la vida.

@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com

La educación socioemocional


Algo muy rescatable de la reforma educativa que se implementará de forma generalizada en el ciclo escolar 2022-2023 será el tema relacionado con la educación socioemocional. Está científicamente comprobado y verificado por decenas de investigaciones a nivel neuronal que las emociones resultan fundamentales para motivar o bloquear los aprendizajes, por ello la necesidad de incluir la regulación de las emociones como un factor clave de los aprendizajes.

El cerebro es el órgano más hermoso y funcional de la evolución de miles de millones de años. Y es hasta los últimos años que hemos entendido un poco más de su funcionamiento gracias a los escáneres cerebrales y demás aparatos tecnológicos que nos permiten conocer en tiempo real sus funciones. Gracias a lo anterior ahora conocemos los principios básicos del aprendizaje de una forma totalmente comprobable y demostrable. Parte esencial de lo poco que sabemos y comprendemos de nuestro cerebro es el papel de las emociones.

Lo más formidable de nuestro cerebro es su carga genética de aprendizaje que tiene, es decir nuestro cerebro arranca la chispa de la vida con un banco de conocimientos de millones de años que son la base para nuestro comportamiento y a partir que tenemos madurez cognitiva (3-6 años) inicia el procesamiento de adquisición de conocimientos que definen nuestro comportamiento y generación de ideas. Por lo anterior, debemos comprender que tenemos una carga de conocimientos que proviene de nuestro ADN e historia que compite contra la información de la realidad que es observable en nuestro tiempo.

Las emociones son la reacción a un estímulo, pero a nivel cerebral es interpretado no sólo del contexto actual, sino inconscientemente nuestro cerebro reacciona con la carga sociohistórica. Lo anterior nos permitió evolucionar como la única especie con capacidad de razonamiento y por ende de configurar sentimientos. Para entender mejor el anterior y confuso planteamiento pondremos un ejemplo: Vamos a suponer que una persona o alumno está molesto o enojado porque alguien lo vio feo, entonces el cerebro empezará a secretar diversas sustancias químicas que generarán impulsos eléctricos (medibles y comprobables) para que los órganos de nuestro cuerpo se preparen para un combate físico (una guerra literal) y a nivel cerebral la parte que se encarga del razonamiento es bloqueada fisiológicamente (comprobado) para centrarse en un combate, cuando en realidad no va a existir pero nos gana la carga genética cerebral.

El anterior ejemplo de una emoción pone de manifiesto que una persona que no sabe regular sus emociones no es capaz de lograr aprender porque su cerebro no está en condiciones (temporalmente) de hacerlo. Si somos capaces de conocernos, de entendernos y de decirle a nuestro cerebro, por ejemplo, que las guerras ahora no son combates físicos, entonces vamos a regular nuestras emociones y vamos a tener las condiciones para que razone adecuadamente. En ese sentido viene la importancia de la educación socioemocional, que consiste en integrar los conocimientos y avances de la neurociencia en beneficio de mayores aprendizajes y de preparar a los alumnos de una forma emocional para las dificultades de la vida.

@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com