/ lunes 14 de septiembre de 2020

CONTRASENTIDO

La paz social y la consulta


Durante varias décadas los gobiernos usaban la paz social como estandarte y punta de lanza electoral para conservar el poder. Bajo esa lógica, los mexicanos debíamos soportar la desigualdad social, los abusos de poder y el detrimento de la calidad de vida. Solo por conservar la paz social se tenía que continuar con un régimen político caduco y a final de cuentas solo fue una bomba de tiempo en la historia de nuestro México.

Un día los mexicanos logramos cambio en la silla presidencial con el triunfo de Acción Nacional. Cambio que solo representó una transición pactada, que no afectó las condiciones imperantes de desigualdad de nuestro México al darle continuidad al anterior régimen y por ende el riesgo de una revuelta siguió en franco crecimiento.

Ahora, Andrés Manuel López Obrador prometió una transformación de fondo en la estructura económica, que permita cambiar las condiciones de desigualdad mediante programas sociales que buscan ofrecer oportunidades a los que menos tienen. Todo con la idea de conservar la paz social, mediante la justicia para quienes menos tienen. Sin embargo, un sector de nuestro México se resiste a perder sus privilegios tratando de boicotear las políticas públicas, aún cuando es evidente que regresar al pasado es volver a la posibilidad de un quebranto de la paz social.

Cosa curiosa, la paz social es un factor esencial para la gobernabilidad de nuestra nación. En ese sentido, vemos que el presidente trata de actuar de la mano del pueblo para no quebrantar el pacto de facto con la ciudadanía. Por lo anterior, la consulta que se pretende realizar en torno al juicio a los expresidentes por sus probables actos de corrupción. Es decir, la consulta no sustituye al poder judicial, solo es un factor que le da al presidente una póliza de seguridad sobre los ataques de quienes buscan quebrantar la paz social.

Así que todo lo que haga y ordene el presidente será cuestionado por algunos. Si se decide actuar contra los expresidentes, se dirá que es un gobierno autoritario y vengativo, que aplaca la crítica mediante la opresión y por otro lado, si no se actúa, será el ejemplo perfecto que es igual a los demás regímenes anteriores al tolerar la corrupción. Y en medio de todo lo anterior, la bandera de la paz social sería “usada” por quienes apuestan al fracaso del presidente sin importar las consecuencias que serían generalizadas y catastróficas para todos, por ello, la importancia de observar la mejor manera de conservar la paz social como factor de estabilidad para los mexicanos.

Así que la Cuarta Transformación tendrá que cuajar cuanto antes la frase: “Por el bien de México, primero los pobres“. En la medida que la legitimidad del actual gobierno siga firme y ejerciéndose, las condiciones serán favorables para iniciar la reconstrucción nacional de nuestro tejido social que fue dañado durante décadas por políticas mal orientadas. ¡Ojalá que las condiciones mejoren para los que menos tienen, que por desgracia son los más!

La paz social y la consulta


Durante varias décadas los gobiernos usaban la paz social como estandarte y punta de lanza electoral para conservar el poder. Bajo esa lógica, los mexicanos debíamos soportar la desigualdad social, los abusos de poder y el detrimento de la calidad de vida. Solo por conservar la paz social se tenía que continuar con un régimen político caduco y a final de cuentas solo fue una bomba de tiempo en la historia de nuestro México.

Un día los mexicanos logramos cambio en la silla presidencial con el triunfo de Acción Nacional. Cambio que solo representó una transición pactada, que no afectó las condiciones imperantes de desigualdad de nuestro México al darle continuidad al anterior régimen y por ende el riesgo de una revuelta siguió en franco crecimiento.

Ahora, Andrés Manuel López Obrador prometió una transformación de fondo en la estructura económica, que permita cambiar las condiciones de desigualdad mediante programas sociales que buscan ofrecer oportunidades a los que menos tienen. Todo con la idea de conservar la paz social, mediante la justicia para quienes menos tienen. Sin embargo, un sector de nuestro México se resiste a perder sus privilegios tratando de boicotear las políticas públicas, aún cuando es evidente que regresar al pasado es volver a la posibilidad de un quebranto de la paz social.

Cosa curiosa, la paz social es un factor esencial para la gobernabilidad de nuestra nación. En ese sentido, vemos que el presidente trata de actuar de la mano del pueblo para no quebrantar el pacto de facto con la ciudadanía. Por lo anterior, la consulta que se pretende realizar en torno al juicio a los expresidentes por sus probables actos de corrupción. Es decir, la consulta no sustituye al poder judicial, solo es un factor que le da al presidente una póliza de seguridad sobre los ataques de quienes buscan quebrantar la paz social.

Así que todo lo que haga y ordene el presidente será cuestionado por algunos. Si se decide actuar contra los expresidentes, se dirá que es un gobierno autoritario y vengativo, que aplaca la crítica mediante la opresión y por otro lado, si no se actúa, será el ejemplo perfecto que es igual a los demás regímenes anteriores al tolerar la corrupción. Y en medio de todo lo anterior, la bandera de la paz social sería “usada” por quienes apuestan al fracaso del presidente sin importar las consecuencias que serían generalizadas y catastróficas para todos, por ello, la importancia de observar la mejor manera de conservar la paz social como factor de estabilidad para los mexicanos.

Así que la Cuarta Transformación tendrá que cuajar cuanto antes la frase: “Por el bien de México, primero los pobres“. En la medida que la legitimidad del actual gobierno siga firme y ejerciéndose, las condiciones serán favorables para iniciar la reconstrucción nacional de nuestro tejido social que fue dañado durante décadas por políticas mal orientadas. ¡Ojalá que las condiciones mejoren para los que menos tienen, que por desgracia son los más!