/ lunes 30 de noviembre de 2020

CONTRASENTIDO

Al poder por el poder



El próximo año tendremos un proceso electoral fundamental para nuestro amado México. En las elecciones se decidirá en gran medida la continuidad de la Cuarta Transformación o bien pudiéramos ver un cambio en el viraje de políticas públicas por el arribo masivo de la derecha a la Cámara de Diputados, que pudiera representar un freno al partido gobernante.

Sin embargo, el proceso electoral será sui géneris por la probable alianza de dos partidos políticos antagónicos y con plataformas electorales diametralmente opuestas. Quienes en sus ansias de poder son capaces de sobajar su ideología y de doblegar los esfuerzos individuales de sus cuadros políticos que han trabajado arduamente con la única recompensa de llegar al poder, sin importar la gobernabilidad.

Tal vez una alianza pudiera ser el boleto de entrada al poder, porque sumando el voto duro, la obediencia de sus partidarios y la simpatía de alguno que otro incauto pudieran llegar a la cifra de la mayoría absoluta. Pero la alianza se cocina a fuego lento, como debe ser este platillo, porque tiene diversas dificultades que subsanar como el reparto de candidaturas. Y lo anterior solo será peccata minuta, porque en el supuesto de un asalto al poder tendrían que establecer gabinetes de coalición que les permita tener la mínima gobernabilidad, además de acoplar diversas políticas públicas de sus plataformas electorales para establecer un proyecto de gobierno viable.

Hoy más que nunca, como ciudadanos debemos de fomentar el análisis de las propuestas para despojarnos de falsos prejuicios que nos impiden tener la claridad de lo que vamos a votar. Si no somos capaces de anteponer la inteligencia a nuestro voto, estaremos contribuyendo a que sigamos perdiendo tiempo valioso para la construcción de un México próspero y con igualdad de oportunidades para todos. No es cosa menor lo que nos vamos a jugar en 2021, los tiempos son perfectos para hacer renacer la grandeza de lo que, sin duda, algún llegaremos a ser como nación.

El poder se debe ejercer con responsabilidad, sustentando cada acción y programa en una ideología basada en el espíritu y filosofía de la plataforma electoral que impulsa al proyecto de cada candidato. La ideología de cada partido o candidato independiente no es mercancía que se puede vender o negociar, representa la esperanza de poder lograr el anhelado cambio. A final de cuentas, el proceso electoral de 2021 será muy atractivo para la sociedad porque se verán cosas insólitas desde el “chapulineo” político hasta la comercialización de las ideologías. ¡Y todo por el poder…!

@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com

Al poder por el poder



El próximo año tendremos un proceso electoral fundamental para nuestro amado México. En las elecciones se decidirá en gran medida la continuidad de la Cuarta Transformación o bien pudiéramos ver un cambio en el viraje de políticas públicas por el arribo masivo de la derecha a la Cámara de Diputados, que pudiera representar un freno al partido gobernante.

Sin embargo, el proceso electoral será sui géneris por la probable alianza de dos partidos políticos antagónicos y con plataformas electorales diametralmente opuestas. Quienes en sus ansias de poder son capaces de sobajar su ideología y de doblegar los esfuerzos individuales de sus cuadros políticos que han trabajado arduamente con la única recompensa de llegar al poder, sin importar la gobernabilidad.

Tal vez una alianza pudiera ser el boleto de entrada al poder, porque sumando el voto duro, la obediencia de sus partidarios y la simpatía de alguno que otro incauto pudieran llegar a la cifra de la mayoría absoluta. Pero la alianza se cocina a fuego lento, como debe ser este platillo, porque tiene diversas dificultades que subsanar como el reparto de candidaturas. Y lo anterior solo será peccata minuta, porque en el supuesto de un asalto al poder tendrían que establecer gabinetes de coalición que les permita tener la mínima gobernabilidad, además de acoplar diversas políticas públicas de sus plataformas electorales para establecer un proyecto de gobierno viable.

Hoy más que nunca, como ciudadanos debemos de fomentar el análisis de las propuestas para despojarnos de falsos prejuicios que nos impiden tener la claridad de lo que vamos a votar. Si no somos capaces de anteponer la inteligencia a nuestro voto, estaremos contribuyendo a que sigamos perdiendo tiempo valioso para la construcción de un México próspero y con igualdad de oportunidades para todos. No es cosa menor lo que nos vamos a jugar en 2021, los tiempos son perfectos para hacer renacer la grandeza de lo que, sin duda, algún llegaremos a ser como nación.

El poder se debe ejercer con responsabilidad, sustentando cada acción y programa en una ideología basada en el espíritu y filosofía de la plataforma electoral que impulsa al proyecto de cada candidato. La ideología de cada partido o candidato independiente no es mercancía que se puede vender o negociar, representa la esperanza de poder lograr el anhelado cambio. A final de cuentas, el proceso electoral de 2021 será muy atractivo para la sociedad porque se verán cosas insólitas desde el “chapulineo” político hasta la comercialización de las ideologías. ¡Y todo por el poder…!

@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com