/ lunes 19 de julio de 2021

CONTRASENTIDO

Fábulas, leyendas y más



El mexicano, sin lugar a duda, tiene una fama de ser muy ingenioso y creativo. La explicación científica del porqué tiene lugar en la idea de que una persona en condiciones limitadas de recursos tiene que explotar al máximo ciertas habilidades para lograr suplir las carencias y salir adelante ante la adversidad. Así es como la naturaleza trata de equilibrar la balanza de la vida.

Entonces, ¿si la vida nos da la creatividad como una herramienta, por qué no la podemos explotar para ser una potencia? Seguramente la respuesta a la interrogante tiene que ver con el enfoque que le damos al don de la innovación y creatividad, y probablemente sea que lo utilicemos para construir una realidad llena de fábulas, leyendas y personajes de ficción que compensan nuestro diario acontecer con un mundo en el cual somos lo mejor de la humanidad.

En materia política se ve reflejado todo lo anterior. Utilizamos una falsa realidad para no querer comprender la importancia de la participación en la vida pública, y es así como todo en nuestro amado México inicia a descomponerse. Desde las estructuras políticas se toman decisiones que deberían de favorecer el bien común, sin embargo, no todo el tiempo se cumple la regla mencionada, provocando un beneficio para unos cuantos; y mientras tanto, el pueblo cree que es superior a la corrupción porque burla una que otra ley u ordenamiento secundario mientras los otros se regodean en los banquetes del poder.

Otro claro ejemplo de cómo la ficción se come a la realidad es la próxima consulta para juzgar a los expresidentes. Lo cual es un tema que se convierte en la comidilla de toda charla pública, pero que no es capaz de profundizar en un diálogo abierto que nos permita construir una verdadera democracia que se aleje de los prejuicios, fábulas, leyendas y demás situaciones. Es decir, si somos capaces de entender que es el primer ejercicio formal en donde se le consultará al pueblo una decisión, entonces deberíamos de estar contentos porque a futuro podremos tener un contrapeso en el nivel ejecutivo y demás poderes, pero si nos quedamos anclados a la idea de que lo importante es si terminarán en la cárcel o no los expresidentes seguiremos alimentando las leyendas, porque aunque pisarán la calle diríamos que no son los reales y que fueron sustituidos para tener contento al pueblo.

Todo lo anterior nos hace pensar que el exceso de pan y circo al pueblo solo ha logrado alimentar la imaginación y creatividad de los mexicanos para construir teorías de conspiración y de superioridad del pueblo por su picardía para eludir la legalidad. Así que la invitación es a votar en la consulta y a construir un diálogo nacional que nos permita construir un mejor México a través del debate y de participación.

@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com

Fábulas, leyendas y más



El mexicano, sin lugar a duda, tiene una fama de ser muy ingenioso y creativo. La explicación científica del porqué tiene lugar en la idea de que una persona en condiciones limitadas de recursos tiene que explotar al máximo ciertas habilidades para lograr suplir las carencias y salir adelante ante la adversidad. Así es como la naturaleza trata de equilibrar la balanza de la vida.

Entonces, ¿si la vida nos da la creatividad como una herramienta, por qué no la podemos explotar para ser una potencia? Seguramente la respuesta a la interrogante tiene que ver con el enfoque que le damos al don de la innovación y creatividad, y probablemente sea que lo utilicemos para construir una realidad llena de fábulas, leyendas y personajes de ficción que compensan nuestro diario acontecer con un mundo en el cual somos lo mejor de la humanidad.

En materia política se ve reflejado todo lo anterior. Utilizamos una falsa realidad para no querer comprender la importancia de la participación en la vida pública, y es así como todo en nuestro amado México inicia a descomponerse. Desde las estructuras políticas se toman decisiones que deberían de favorecer el bien común, sin embargo, no todo el tiempo se cumple la regla mencionada, provocando un beneficio para unos cuantos; y mientras tanto, el pueblo cree que es superior a la corrupción porque burla una que otra ley u ordenamiento secundario mientras los otros se regodean en los banquetes del poder.

Otro claro ejemplo de cómo la ficción se come a la realidad es la próxima consulta para juzgar a los expresidentes. Lo cual es un tema que se convierte en la comidilla de toda charla pública, pero que no es capaz de profundizar en un diálogo abierto que nos permita construir una verdadera democracia que se aleje de los prejuicios, fábulas, leyendas y demás situaciones. Es decir, si somos capaces de entender que es el primer ejercicio formal en donde se le consultará al pueblo una decisión, entonces deberíamos de estar contentos porque a futuro podremos tener un contrapeso en el nivel ejecutivo y demás poderes, pero si nos quedamos anclados a la idea de que lo importante es si terminarán en la cárcel o no los expresidentes seguiremos alimentando las leyendas, porque aunque pisarán la calle diríamos que no son los reales y que fueron sustituidos para tener contento al pueblo.

Todo lo anterior nos hace pensar que el exceso de pan y circo al pueblo solo ha logrado alimentar la imaginación y creatividad de los mexicanos para construir teorías de conspiración y de superioridad del pueblo por su picardía para eludir la legalidad. Así que la invitación es a votar en la consulta y a construir un diálogo nacional que nos permita construir un mejor México a través del debate y de participación.

@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com