La consulta popular: analizar para mejorar
Al momento de escribir la presente reflexión es imposible saber el resultado de la consulta popular. La principal interrogante o reto es hacer que participe el 40% de los votantes del padrón electoral, sobre todo, por los antecedentes de un gran abstencionismo en las elecciones pasadas y por la campaña de rechazo a la consulta orquestada a través de los medios de comunicación para inhibir la participación.
En ese sentido, se observa que los medios de comunicación nacionales tratan de influir en la sociedad para que no emita su opinión con narraciones, anticipadas y muy aventuradas, de un supuesto fracaso; además, es evidente su deseo de confrontar a los promotores de la consulta contra el INE. Así que el escenario no parece ser óptimo, pero debemos de esperar para hacer el análisis del resultado que dependerá en gran medida, también, del manejo político del tema en las semanas siguientes.
El día 2 de agosto cambia el escenario político mexicano. Los opositores de la consulta y promotores del abstencionismo darán una acrobática y ridícula maroma para convertirse en paladines de la participación ciudadana que buscará en 2022, mediante otra consulta y con las mismas reglas, la revocación de mandato del presidente. Ahora sí gastarán miles de millones de pesos comprando espacios de debate y análisis para enarbolarse como los paladines de la democracia.
Nuestro amado México tiene una memoria de largo plazo muy acotada y limitada por la opinión pública que la hace muy selectiva de ciertos aspectos. Pero la realidad es que hay varias decisiones del pasado que deben de ser investigadas, aclaradas y sancionadas en su caso, para que se pueda construir en verdadero futuro que se cimiente sobre las bases de la justicia en su sentido amplio y no restrictivo del Estado de Derecho.
Por otro lado, es necesario decir que la actual pregunta resultó no muy clara por la redacción de los ministros de la Suprema Corte que buscaron en todo momento no entrar en contradicción con las leyes. Y en ese sentido, tal vez existían otros temas para la primera consulta ciudadana y popular, que hubieran tenido menos trabas jurídicas y que hubieran generado una mayor participación ciudadana que sentará un mejor precedente para futuras consultas. Pero como se dice coloquialmente: “es lo que hay”. Lo importante es el proceso y no el resultado; así que debemos de seguir luchando los mexicanos porque se nos siga tomando en cuenta al momento de gobernar. ¡Mucho que analizar y mucho que mejorar!
@GildardoLinarez
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