/ lunes 20 de septiembre de 2021

CONTRASENTIDO

Ayotzinapa: La herida abierta

El gobierno de la 4T ha tenido grandes avances en el caso de Ayotzinapa, se ha develado la participación del Estado por encubrir la verdad mediante la manipulación deliberada y dolosa de los encargados de la investigación, sin embargo, no ha culminado en la verdad y castigo de los culpables. Así que, sin duda, la asignatura pendiente sigue siendo Ayotzinapa.

La desaparición forzada de los 43 estudiantes, con la participación del crimen organizado como brazo armado y ejecutor de un gobierno, pone de manifiesto que estamos en vías de un ser Narco-Estado. Por lo anterior, es un tema no sólo de reivindicación de la justicia, sino que se convierte en un tema de seguridad nacional que requiere su esclarecimiento total, para que se convierta en la insignia de la justicia mexicana y nos garantice la autonomía del Estado Mexicano.

Lamentablemente, la persecución política, económica y social contra las normales rurales sigue siendo una constante. El presupuesto operativo de las normales rurales las pone en jaque constantemente, mientras los grupos infiltrados siguen con la idea de desestabilizarlas para lograr vencer la resistencia contra la privatización de la educación. Así que lo sucedido en Ayotzinapa, seguramente, debe tener un trasfondo más allá de que hubieran tomado un camión “cargado”, porque de ser así ya el caso estaría cerrado y esclarecido desde hace mucho tiempo.

La gran interrogante del caso Ayotzinapa es el porqué el empeño que puso la anterior administración por hacernos creer una verdad que a todas luces resultaba como la gran mentira. Vivimos en un país con alarmantes índices de impunidad, la mayoría de los homicidios termina sin investigarse y sin cerrarse, pero no es algo común que el Estado aplique toda su inteligencia y recursos para manipular escenas del crimen con el único objetivo de vendernos una mentira. Se entiende perfectamente que el caso lastimó notablemente a la sociedad y que, por ello, se hubiera pretendido darle carpetazo muy burdamente, pero no se entiende por qué la mentira y engaño se quiso sostener.

La herida de Ayotzinapa sigue vigente en nuestra memoria, los días de marchas y protestas no han quedado en el olvido. No sólo los padres de los normalistas siguen vigentes en la lucha por la verdad, también diversos grupos sociales y de defensa de derechos humanos no quitan el dedo del renglón porque se haga justicia. A final de cuentas, la herida cerrará solo hasta que se sepa la verdad y se devele el misterio de a quiénes se protegió con la burda mentira.


@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com


Ayotzinapa: La herida abierta

El gobierno de la 4T ha tenido grandes avances en el caso de Ayotzinapa, se ha develado la participación del Estado por encubrir la verdad mediante la manipulación deliberada y dolosa de los encargados de la investigación, sin embargo, no ha culminado en la verdad y castigo de los culpables. Así que, sin duda, la asignatura pendiente sigue siendo Ayotzinapa.

La desaparición forzada de los 43 estudiantes, con la participación del crimen organizado como brazo armado y ejecutor de un gobierno, pone de manifiesto que estamos en vías de un ser Narco-Estado. Por lo anterior, es un tema no sólo de reivindicación de la justicia, sino que se convierte en un tema de seguridad nacional que requiere su esclarecimiento total, para que se convierta en la insignia de la justicia mexicana y nos garantice la autonomía del Estado Mexicano.

Lamentablemente, la persecución política, económica y social contra las normales rurales sigue siendo una constante. El presupuesto operativo de las normales rurales las pone en jaque constantemente, mientras los grupos infiltrados siguen con la idea de desestabilizarlas para lograr vencer la resistencia contra la privatización de la educación. Así que lo sucedido en Ayotzinapa, seguramente, debe tener un trasfondo más allá de que hubieran tomado un camión “cargado”, porque de ser así ya el caso estaría cerrado y esclarecido desde hace mucho tiempo.

La gran interrogante del caso Ayotzinapa es el porqué el empeño que puso la anterior administración por hacernos creer una verdad que a todas luces resultaba como la gran mentira. Vivimos en un país con alarmantes índices de impunidad, la mayoría de los homicidios termina sin investigarse y sin cerrarse, pero no es algo común que el Estado aplique toda su inteligencia y recursos para manipular escenas del crimen con el único objetivo de vendernos una mentira. Se entiende perfectamente que el caso lastimó notablemente a la sociedad y que, por ello, se hubiera pretendido darle carpetazo muy burdamente, pero no se entiende por qué la mentira y engaño se quiso sostener.

La herida de Ayotzinapa sigue vigente en nuestra memoria, los días de marchas y protestas no han quedado en el olvido. No sólo los padres de los normalistas siguen vigentes en la lucha por la verdad, también diversos grupos sociales y de defensa de derechos humanos no quitan el dedo del renglón porque se haga justicia. A final de cuentas, la herida cerrará solo hasta que se sepa la verdad y se devele el misterio de a quiénes se protegió con la burda mentira.


@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com