/ lunes 24 de mayo de 2021

CORREN RUMORES

El voto votado



Y NO UN VOTO BOTADO… Iniciamos la última semana completa de campañas y por lo mismo, los candidatos y sus equipos van a meter todo el acelerador por dos segmentos de electores: Los indecisos, que son muchos aunque no lo manifiesten y los que pudieran cambiar el sentido de su sufragio y convertirlo en un voto útil, como pasó con Vicente Fox, quien convenció a los perredistas de votar por su proyecto que estaba arriba de Cuauhtémoc Cárdenas, y logró muchos votos de esta manera. Pero sin duda, lo que deben de buscar todos los candidatos es el voto votado, o sea promover que la gente salga y vaya a las casillas. En la elección anterior hubo un abstencionismo del 50%, porque muchos mostraron indiferencia. Hoy, como dice la Iglesia Católica, no es opción no salir a votar.

LOS INDECISOS… Con tanta polarización en el país, a estas alturas no creo haya muchos votos indecisos reales. Lo que puede pasar es que habrá gente anodina que eso no las moverá nada. Simplemente les vale madre lo que le pase al país. Se dedican a flotar, a quejarse si las cosas van mal, a culpar a otros y dejar que otros tomen decisiones. Con ésos no se cuenta. Pero hay otros indecisos por interés. No saben si seguir la corriente del partido oficial o intentarlo con la oposición. Otros más tienen miedo. ¿Y qué tal si gana fulanito? Qué miedo, van a tomar represalias. Ésos, a la hora final se arrugan y no salen. Pero otros realmente están en el dilema de escoger, como dice la raza, entre el menos malo. Están al tin marín y no se deciden. Ésos, por lo general toman la decisión a pie de casilla.

EL VOTO ÚTIL… Si los estrategas que traen los candidatos le entienden un poco a esto, sin duda que esta semana es la clave para tratar de provocar el voto útil a favor. Convencer al votante indeciso o de otros partidos minoritarios que no tendrán oportunidad de ganar, que su voto puede marcar la diferencia para evitar que gane el adversario, que para estas alturas deben estar llenos de adjetivos descalificativos, o sea pinchis, pues. Uno, dos o tres puntos que aporte el voto útil con una contienda tan cerrada pueden hacer la diferencia. Pero para pedirlo se debe tener argumento de peso y sobre todo información que la gente crea. Porque si la población no confía en los discursos triunfalistas o encuestas intergalácticas porque se van a las estrellas, no van a confiar y no entregarán su voto. Recuerden, el voto útil es un voto ganador, si no se percibe así, no funciona.

PROMOVER ABSTENCIONISMO…. Los que tienen mejor estructura electoral o sea que son capaces de movilizar más gente, por lo que general promueven el abstencionismo para que no tengan votos los adversarios y que la diferencia la marque la capacidad de movilización el día de la elección. Recuerdo haber estado en el bunker del PRI en las elecciones de Chihuahua donde ganó Francisco Barrio. Uno de los coordinadores me comentó que ya tenían todo para garantizar un determinado número de votos. ¿Riesgos?, le pregunté. Solo que la gente salga a votar, contra eso no hay defensa. Y esa vez los chihuahuenses se desbordaron y superaron la capacidad de movilización del PRI. Hoy es Morena el partido que debe promover que la gente no vote, porque tiene aparentemente un gran número de votos cautivos con los beneficiados de los programas sociales. Sobre todo que les venden la idea de que si gana la alianza se los van a quitar. Pero si el resto de los sectores sale a votar, el pleito se va a poner muy bueno.

VOTO ACTIVISTA… En la elección anterior cuando Morena arrasó, el voto en contra fue hasta cierto punto voto pasivo. Fueron a votar y ya. En cambio los morenistas aprovechando la imagen de López Obrador promovieron un voto activista, el que se desdobla por varios. Tenían a su favor ser oposición, y con ello podían promover la esperanza y vender odio provocado por la indignación de muchos sectores sociales. Para este 6 de junio las cosas han cambiado. Morena promueve el voto comprado con dádivas. Además, sus promotores son ya gente a sueldo que traen la camiseta puesta pero no la sienten. Chamba al fin. Por otro lado, hay millones de mexicanos amenazados por las políticas de López Obrador que ahora son lo que promueven el voto activista. Es cosa de ver las redes sociales, mientras que Morena mueve mensajes con sus granjas de bots, por la oposición son orgánicos y han ganado todos los espacios. Además, hoy entró al conflicto abiertamente la Iglesia Católica promoviendo el voto, pero lo más riesgoso para el partido oficial, orientándolo. Sea como fuere, dirían los clásicos, esta semana será clave en el cierre y quien traiga más saliva, pos va a tragar más pinole.

LA TARIFA 1-G… A propósito de cierres, interesante y sobre todo puntual la propuesta de Ernesto Gándara de impulsar para Sonora una nueva tarifa que sería la 1-G, la cual sería más amplia en cobertura de consumo y más barata que la que hay para verano actualmente la 1-F. Pero lo más importante que no se tenga que andar mendigando cada año con el gobierno federal en turno. Y de que se puede se puede, todo es cosa de animarse. Como ejemplo ahí está Tabasco, en donde les conmutaron consumos por casi 40 mil millones y ahora tienen tarifa 1-F ¡todo el año! Luego es cosa de que gobierno y pueblo se decidan. Y bueno, por eso les digo propuesta puntual, porque se hace al inicio de calor y cierre de campaña.

Pero en fin, sea pues. Por lo pronto no olviden lo que decía Pancho Panadero: “Ojos que no ven, son buenos para la Función Pública”. Sale.

El voto votado



Y NO UN VOTO BOTADO… Iniciamos la última semana completa de campañas y por lo mismo, los candidatos y sus equipos van a meter todo el acelerador por dos segmentos de electores: Los indecisos, que son muchos aunque no lo manifiesten y los que pudieran cambiar el sentido de su sufragio y convertirlo en un voto útil, como pasó con Vicente Fox, quien convenció a los perredistas de votar por su proyecto que estaba arriba de Cuauhtémoc Cárdenas, y logró muchos votos de esta manera. Pero sin duda, lo que deben de buscar todos los candidatos es el voto votado, o sea promover que la gente salga y vaya a las casillas. En la elección anterior hubo un abstencionismo del 50%, porque muchos mostraron indiferencia. Hoy, como dice la Iglesia Católica, no es opción no salir a votar.

LOS INDECISOS… Con tanta polarización en el país, a estas alturas no creo haya muchos votos indecisos reales. Lo que puede pasar es que habrá gente anodina que eso no las moverá nada. Simplemente les vale madre lo que le pase al país. Se dedican a flotar, a quejarse si las cosas van mal, a culpar a otros y dejar que otros tomen decisiones. Con ésos no se cuenta. Pero hay otros indecisos por interés. No saben si seguir la corriente del partido oficial o intentarlo con la oposición. Otros más tienen miedo. ¿Y qué tal si gana fulanito? Qué miedo, van a tomar represalias. Ésos, a la hora final se arrugan y no salen. Pero otros realmente están en el dilema de escoger, como dice la raza, entre el menos malo. Están al tin marín y no se deciden. Ésos, por lo general toman la decisión a pie de casilla.

EL VOTO ÚTIL… Si los estrategas que traen los candidatos le entienden un poco a esto, sin duda que esta semana es la clave para tratar de provocar el voto útil a favor. Convencer al votante indeciso o de otros partidos minoritarios que no tendrán oportunidad de ganar, que su voto puede marcar la diferencia para evitar que gane el adversario, que para estas alturas deben estar llenos de adjetivos descalificativos, o sea pinchis, pues. Uno, dos o tres puntos que aporte el voto útil con una contienda tan cerrada pueden hacer la diferencia. Pero para pedirlo se debe tener argumento de peso y sobre todo información que la gente crea. Porque si la población no confía en los discursos triunfalistas o encuestas intergalácticas porque se van a las estrellas, no van a confiar y no entregarán su voto. Recuerden, el voto útil es un voto ganador, si no se percibe así, no funciona.

PROMOVER ABSTENCIONISMO…. Los que tienen mejor estructura electoral o sea que son capaces de movilizar más gente, por lo que general promueven el abstencionismo para que no tengan votos los adversarios y que la diferencia la marque la capacidad de movilización el día de la elección. Recuerdo haber estado en el bunker del PRI en las elecciones de Chihuahua donde ganó Francisco Barrio. Uno de los coordinadores me comentó que ya tenían todo para garantizar un determinado número de votos. ¿Riesgos?, le pregunté. Solo que la gente salga a votar, contra eso no hay defensa. Y esa vez los chihuahuenses se desbordaron y superaron la capacidad de movilización del PRI. Hoy es Morena el partido que debe promover que la gente no vote, porque tiene aparentemente un gran número de votos cautivos con los beneficiados de los programas sociales. Sobre todo que les venden la idea de que si gana la alianza se los van a quitar. Pero si el resto de los sectores sale a votar, el pleito se va a poner muy bueno.

VOTO ACTIVISTA… En la elección anterior cuando Morena arrasó, el voto en contra fue hasta cierto punto voto pasivo. Fueron a votar y ya. En cambio los morenistas aprovechando la imagen de López Obrador promovieron un voto activista, el que se desdobla por varios. Tenían a su favor ser oposición, y con ello podían promover la esperanza y vender odio provocado por la indignación de muchos sectores sociales. Para este 6 de junio las cosas han cambiado. Morena promueve el voto comprado con dádivas. Además, sus promotores son ya gente a sueldo que traen la camiseta puesta pero no la sienten. Chamba al fin. Por otro lado, hay millones de mexicanos amenazados por las políticas de López Obrador que ahora son lo que promueven el voto activista. Es cosa de ver las redes sociales, mientras que Morena mueve mensajes con sus granjas de bots, por la oposición son orgánicos y han ganado todos los espacios. Además, hoy entró al conflicto abiertamente la Iglesia Católica promoviendo el voto, pero lo más riesgoso para el partido oficial, orientándolo. Sea como fuere, dirían los clásicos, esta semana será clave en el cierre y quien traiga más saliva, pos va a tragar más pinole.

LA TARIFA 1-G… A propósito de cierres, interesante y sobre todo puntual la propuesta de Ernesto Gándara de impulsar para Sonora una nueva tarifa que sería la 1-G, la cual sería más amplia en cobertura de consumo y más barata que la que hay para verano actualmente la 1-F. Pero lo más importante que no se tenga que andar mendigando cada año con el gobierno federal en turno. Y de que se puede se puede, todo es cosa de animarse. Como ejemplo ahí está Tabasco, en donde les conmutaron consumos por casi 40 mil millones y ahora tienen tarifa 1-F ¡todo el año! Luego es cosa de que gobierno y pueblo se decidan. Y bueno, por eso les digo propuesta puntual, porque se hace al inicio de calor y cierre de campaña.

Pero en fin, sea pues. Por lo pronto no olviden lo que decía Pancho Panadero: “Ojos que no ven, son buenos para la Función Pública”. Sale.

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