Lázaro, levántate y anda
Y LÁZARO ANDÓ… Anduvo, tonto. Bueno, anduvo un poco tonto al principio, pero luego se normalizó. Bueno, luego de este chiste malo, entrando al tema se ve que el PRI, aunque en forma tibia, intenta resucitar cuando menos en Sonora eligiendo un nuevo equipo directivo. Porque en esto no sólo va con el cambio de dirigente estatal, sino de un completo relevo generacional para volver a crecer. En el año 2000 Vicente Fox presumió de haber sacado al PRI a patadas de Los Pinos y todos le extendieron certificado de defunción. Al rato regresó y retomó la presidencia. Pero en ese momento tenía plataforma para regresar, hoy está quedando prácticamente aniquilado y no será tan fácil.
EL PRI ESTÁ AUSCULTANDO… En Sonora y sin hacer mucho ruido, el PRI está llevando a cabo una auscultación entre los aspirantes a dirigir el partido para definirse por el líder que les puede regresar al camino del triunfo electoral. Hoy, recordar, no cuentan con la gubernatura, tienen solo cuatro diputados locales, cero federales. No tienen un solo municipio de peso, pues Hermosillo se ganó en alianza. Se sabe que el último en la pasarela en ese partido fue David Palafox, con buen palmarés. También por ahí suenan otros nombres de buena factura, pero antes de definir el nombre, como los mismos priistas lo dicen, debiera estar el proyecto y luego quien lo encabece. Aquí parece que comienzan al revés, primero el nombre y luego el proyecto.
PRIMERO EL DIAGNÓSTICO… Los que saben de estrategias políticas advierten que lo primero que se tiene que hacer ante una crisis o problema es un diagnóstico realista. No maquillado y no a modo para imponer un retrato hablado. Luego del diagnóstico, que por el momento no lo hemos visto, sigue la estrategia. Y hasta el final vienen las ocurrencias, las buenas ideas y las mejores intenciones. Luego entonces hay que esperar que este partido presente ante sus militantes y ante la población, que cada vez se vuelve más apartidista, como está realmente este partido. Hasta entonces andar pensando en quien lo dirigirá no es importante, sino cómo lo piensa dirigir. Esperemos que les caiga el veinte para que haya contrapesos interesantes en este sexenio.
TOTALMENTE HUÉRFANOS… El problema del PRI es que no sabe ser huérfano porque su formación institucional lo hace depender siempre de un liderazgo vertical. Hoy no tiene un jefe político capaz de poner orden en la entidad, porque Alito Moreno no tiene esa influencia. Quien quedó con capital político es Ernesto Gándara, pero no da por el momento señales de vida. Los que conocen a los priistas dicen que están como el perro que toda su vida ha estado amarrado, cuando lo sueltan piensa que todavía trae la correa y no sabe andar en libertad. Los otros poderes fácticos no tienen la suficiente presencia para convocar o imponer. Por eso, la subida ahorita está muy cuesta arriba.
