/ jueves 9 de julio de 2020

CRUZANDO LÍNEAS

Los contrastes de AMLO y Trump



Dos presidentes, 6 pies de distancia y dos rostros al descubierto; una reunión acechada por la pandemia y millones de percepciones. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de frente en un momento histórico; no estrecharon manos ni doblaron brazos en Washington; son polos opuestos que - irónicamente- no se repelen, incluso parecieran atraerse y necesitarse. No hay lógica, nunca la ha habido y ahí es donde se alberga su complicidad.

La visita oficial fue muy criticada de los dos lados de la frontera. Algunos consideraron que la disposición de López Obrador era una afrenta para el pueblo de México o un sometimiento político, un agachar la cabeza y doblar la rodilla. Para otros era una ratificación de la buena voluntad para frenar el divisionismo político, limpiar las asperezas de vecindad e impulsar el desarrollo binacional. Quizá las dos sean ciertas, depende a quién le preguntemos. Nada es absoluto.

Uno no puede hablar por todos los mexicanos que viven en el exterior y menos por los que han adoptado a Estados Unidos como su casa (incluso cuando éste no les quiera dar la bienvenida ni el reconocimiento), sería muy arrogante y pretencioso hacerlo. Los connacionales que viven del lado Norte del muro son tan contrastantes como el México mismo y no se les (nos) puede encasillar como una masa homogénea. Por eso cuesta tanto afirmar una postura frente a esta visita oficial.

Hay mexicanos que huyeron de la corrupción de otros partidos políticos, a los que culpan aún de tener que migrar a la fuerza y ellos ven en AMLO al cambio que podría llevarlos de nuevo a casa. Hay otros que lo defienden por un patriotismo exaltado desde el extranjero, ese que se hace más fuerte cuando se sienten huérfanos de patria y solo los consuela abrazarse con una bandera que consideran suya sin importar quién la represente. Pero hay muchos más que lo critican, lo condenan y lo resienten; lo responsabilizan de la pobreza, de sus muertos y de todo aquello que nunca pudieron hacer en México. Y se vale hacerlo.

La visita tiene muchos matices; cada uno ve el que quiere o le conviene. En cuanto al presidente mexicano, hay mucha polarización, pero no es lo mismo con Trump.

En Estados Unidos se percibe esta visita como un acto de campaña no de relaciones internacionales oficiales. El candidato republicano está sufriendo en su camino a la reelección, a pesar de que lideraba las encuestas. Se le atravesó la pandemia; lo sacudió.

El presidente Trump es astuto. Sabe valerse de todo para lograr lo que quiere y no le tiembla la mano cuando hay que sacrificar al otro para conseguir sus metas. Hoy, para él, el electorado latino podría ser decisivo… y la fotografía con el presidente mexicano le podría dar eso y más.

Maritza L. Félix es una periodista, productora y escritora independiente galardonada con múltiples premios por sus trabajos de investigación periodística para prensa y televisión en México, Estados Unidos y Europa.

maritzalizethfelix@gmail.com

Twitter: @maritzalfelix

Facebook e Instagram: @maritzafelixjournalist

Los contrastes de AMLO y Trump



Dos presidentes, 6 pies de distancia y dos rostros al descubierto; una reunión acechada por la pandemia y millones de percepciones. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de frente en un momento histórico; no estrecharon manos ni doblaron brazos en Washington; son polos opuestos que - irónicamente- no se repelen, incluso parecieran atraerse y necesitarse. No hay lógica, nunca la ha habido y ahí es donde se alberga su complicidad.

La visita oficial fue muy criticada de los dos lados de la frontera. Algunos consideraron que la disposición de López Obrador era una afrenta para el pueblo de México o un sometimiento político, un agachar la cabeza y doblar la rodilla. Para otros era una ratificación de la buena voluntad para frenar el divisionismo político, limpiar las asperezas de vecindad e impulsar el desarrollo binacional. Quizá las dos sean ciertas, depende a quién le preguntemos. Nada es absoluto.

Uno no puede hablar por todos los mexicanos que viven en el exterior y menos por los que han adoptado a Estados Unidos como su casa (incluso cuando éste no les quiera dar la bienvenida ni el reconocimiento), sería muy arrogante y pretencioso hacerlo. Los connacionales que viven del lado Norte del muro son tan contrastantes como el México mismo y no se les (nos) puede encasillar como una masa homogénea. Por eso cuesta tanto afirmar una postura frente a esta visita oficial.

Hay mexicanos que huyeron de la corrupción de otros partidos políticos, a los que culpan aún de tener que migrar a la fuerza y ellos ven en AMLO al cambio que podría llevarlos de nuevo a casa. Hay otros que lo defienden por un patriotismo exaltado desde el extranjero, ese que se hace más fuerte cuando se sienten huérfanos de patria y solo los consuela abrazarse con una bandera que consideran suya sin importar quién la represente. Pero hay muchos más que lo critican, lo condenan y lo resienten; lo responsabilizan de la pobreza, de sus muertos y de todo aquello que nunca pudieron hacer en México. Y se vale hacerlo.

La visita tiene muchos matices; cada uno ve el que quiere o le conviene. En cuanto al presidente mexicano, hay mucha polarización, pero no es lo mismo con Trump.

En Estados Unidos se percibe esta visita como un acto de campaña no de relaciones internacionales oficiales. El candidato republicano está sufriendo en su camino a la reelección, a pesar de que lideraba las encuestas. Se le atravesó la pandemia; lo sacudió.

El presidente Trump es astuto. Sabe valerse de todo para lograr lo que quiere y no le tiembla la mano cuando hay que sacrificar al otro para conseguir sus metas. Hoy, para él, el electorado latino podría ser decisivo… y la fotografía con el presidente mexicano le podría dar eso y más.

Maritza L. Félix es una periodista, productora y escritora independiente galardonada con múltiples premios por sus trabajos de investigación periodística para prensa y televisión en México, Estados Unidos y Europa.

maritzalizethfelix@gmail.com

Twitter: @maritzalfelix

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