Los pequeños emprendedores y la comida rápida
Los pequeños Emprendedores surgen de la necesidad de obtener ingresos fijos o extras para solventar los gastos básicos ineludibles.
Utilizan los recursos que tienen a la mano y sus conocimientos adquiridos, muchos de ellos sobre preparación de alimentos. Lo cual suele ser, a veces, una cultura compartida entre generaciones (recetas secretas heredadas). Algunos son muy jóvenes y en ocasiones son empleados de alguna Empresa donde cumplen horarios y reciben un salario del que toman una parte, lo reinvierten y ponen manos a la obra a sus habilidades adquiridas ya sea en Escuelas adecuadas con Maestros, Chefs y Cocineros certificados y/o en casa, donde practican y expenden recetas vistas en tutoriales y propias. También nos encontramos Jefes de Familia, a profesionistas y hasta estudiantes de diversas carreras que solventan sus gastos educativos o complementan su ajustado presupuesto elaborando y vendiendo sus productos como frutas y postres por medio de las redes sociales, desde su casa.
En San Luis Río Colorado, es muy común ver a las amas de casa que descansan de cocinar los fines de semana y que acuden con su recipiente plástico a comprar la sabrosa birria, pozole y otros guisos a los diferentes puntos ubicados por la Ciudad y donde ya tienen localizados a los que son más limpios, tienen mejor sazón o son más empáticos y contribuyen con un “pilón” o ración extra de comida para que alcance para toda la familia por el mismo dinero. Algo que les funciona muy bien a manera de promoción, ya que el cliente se marcha feliz y agradecido y casi siempre, regresa.
Los alimentos son elaborados con la mayor higiene y se expenden en lugares acondicionados y supervisados por Autoridades Sanitarias.
Frida, Arquitecto de profesión, Óscar y Ricardo, jóvenes emprendedores, son Profesionistas que han tomado cursos de preparación de alimentos, incluyendo Barismo, y atienden un café por la Av. Monterrey, donde la especialidad son los Waffles. Así como ellos hay personas elaborando en sus casas las salsitas, los frijoles recién cocidos o preparados en charolitas plásticas y es muy común encontrar a los que venden “burritos”, tacos de diferentes guisos, por diferentes puntos de la Ciudad. El muchacho que vende nieve artesanal, la niña, la señora o el señor que tocan de puerta en puerta con su canasta de pan de mujer o tamales, el que vende fruta en una mesita en la banqueta de su casa. Todos merecen nuestro respeto, reconocimiento y apoyo. Los Emprendedores aprovechan sus oportunidades y saben que ante las limitantes para obtener ingresos suficientes para sobrevivir, nos debemos preocupar, pero también nos tenemos que ocupar y trabajar todos los días para salir adelante.
RECIBE LAS NOTICIAS DE TRIBUNA DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ