La cultura del reciclaje
En muchos países, se lleva a cabo la Cultura del reciclaje en pos del mejoramiento del planeta en general. Actualmente hay 5 elementos clasificados que como tales, tienen su color especificado en el contenedor asignado para su recolección. Plástico, papel, vidrio, baterías y pilas y aluminio. Pero el que nos ocupa hoy es otro.
El de la ropa y accesorios usados. Negocio muy lucrativo y de gran demanda, que beneficia a mucha gente que no tiene el suficiente poder económico para adquirir los artículos nuevos y que genera millones de pesos en ganancias para muchas Asociaciones y Empresas. Esta actividad genera a la vez, muchas enfermedades y hasta la muerte al no recibir el tratamiento o desinfección adecuado antes de su donación, intercambio o venta. Cabe destacar que existen grupos o Asociaciones sin fines de lucro que procuran que las donaciones lleguen a quienes lo necesitan, pero las hay también “Piratas” que controlan su mercadeo. Sin perder de vista el beneficio humanitario, se contempla que donar la ropa o accesorios que ya no usaremos, limpios y en buen estado, a quien menos tiene es algo muy bueno, y que así como se establecen en algún punto de la Ciudad, contenedores para recibir o reciclar juguetes que serán donados a las casas-hogar de niños, también deben ser colocados contenedores “solidarios” de ropa usada, los cuales deben ser vigilados, sean destinados para lo que se dice; DONACIÓN. Acción que se debe llevar a cabo previa asepsia y fumigación de las prendas para evitar contagios de enfermedades comunes. A causa de la Pandemia y el contexto de crisis económica han surgido muchas Empresas que se dedican a comprar ropa usada o accesorios como zapatos o bolsos, preferentemente de marcas reconocidas para repararlos y revenderlos. Saltan las ofertas en línea por medio de las redes sociales y diferentes aplicaciones que ya fueron diseñadas para ese fin y es en sí, algo bueno, que apoya la economía familiar. El auge de los negocios y la inventiva humana es imparable. Lo que sí podemos parar o al menos prevenir son los contagios y las muertes por usar prendas o artículos de dudosa procedencia. No debemos donar o vender ropa usada propia o de familiares vivos o recién fallecidos, que sabemos tienen o tuvieron tuberculosis, infecciones o enfermedades de la piel. Evitemos comprar o intercambiar prendas o accesorios usados y aparentemente sucios, expuestos en la calle a diferentes climas, al polvo y a la fauna nociva como chinches, cucarachas, ratones, entre otros y apiladas en cajas que son guardadas en cocheras, bodegas o patios y vueltas a sacar a exhibir sin ningún control sanitario.