¿Psicólogo vs. psiquiatra?
No son antagónicos y los dos forman parte del equipo multidisciplinario de Salud para lograr que las personas vivan más y mejor.
Las salas de urgencias de hospitales siempre han sido muy visitadas por pacientes recurrentes. Muchos de los padecimientos que refieren esos asiduos solicitantes no son urgencias, son pacientes crónico degenerativos y de tratamientos comunes como infecciones u otras enfermedades tratables en la consulta normal, a la que pocos acuden alegando falta de tiempo, afectación en sus salario y bonos a recibir, etc… y algunos son psicosomáticos, resultantes de estrés, mala alimentación, vida sedentaria, entre otras causas.
Afortunadamente, van cambiando también los niveles de educación entre la población vulnerable, hay mucho apoyo de trabajadores sociales que dan orientación a pacientes y familiares y los derivan lo más posible a los servicios médicos indicados, en algunos casos, los de las enfermedades psicosomáticas, con Psicólogos o Psiquiatras.
Hay que aprender a identificar hasta dónde debe terminar la atención con uno (psicólogo, que otorga tratamiento cognitivo conductual) y dónde debe empezar con el otro (psiquiatra, quien ya tiene licencia de indicar medicación).
En la cultura general se ha estigmatizado la participación de cualquiera de estos dos profesionistas en la vida y salud de alguien y hasta se colocan etiquetas peyorativas como: ¿Estás loco? o ¿creen que estoy loco?, utilizando el término de “locura” en casos de probable afectación mental, como algo que nos puede segregar del resto de la humanidad, pudiendo eso, limitar o eliminar la disposición del individuo para acudir a recibir la ayuda necesaria.
Actualmente la participación de los psicólogos y psiquiatras es cada vez más necesaria, sobre todo en los pacientes recuperados del Covid. Desafortunadamente muchas personas sufren crisis de ansiedad, lo cual influye también en trastornos del sueño o insuficiencia respiratoria posterior a la enfermedad. Esas estadísticas de individuos que requieren ayuda profesional especializada incluyen a familiares, sobre todo en etapas de duelo, que muestran un enorme desgaste físico y emocional como cuidadores durante el proceso salud-enfermedad que tuvieron los afectados.
Para la sanación de una persona hay todo un equipo atrás. Pero nada es posible si esa persona no coopera y trabaja para lograr que se cumpla el cometido de lograr la salud en las tres esferas; físico, mental y socialmente.
