Cine y sus repercusiones en la actitud de los espectadores
La cinematografía, denominada también el “Séptimo Arte” desde hace más de 100 años, ha marcado en mucho la vida de quienes tuvieron y tienen acceso a ella.
Muchas películas establecieron tendencia y hubo un gran auge de artistas, actores y actrices, que se dedicaron de lleno a la industria de la lágrima, ya que era y es aún, lo más visto, pues es nuestra realidad plasmada en el celuloide, TV o libros, lo que nos hace establecer empatía con las historias y personajes con situaciones tan similares o iguales a las que experimentamos día a día. Las películas están, la mayoría de las veces, basadas en grandes obras literarias y/o sucesos de todo tipo tomados de la vida real. Ilustran al espectador, pero también, dependiendo de los contenidos, pueden tener efectos adversos y lograr que se afecte de alguna manera la personalidad de los espectadores, asumiendo ellos mismos después, actitudes buenas o malas, divertidas o dramáticas, dependiendo de los personajes que les impactaron.
Entre las grandes producciones como las de la Época de Oro, que inició a mediados de los años 30’s, que son joyas de la Cineteca Nacional y acervo histórico en que nos apoyamos para muchas actividades en Escuelas y clubes de lectura, resaltan las grandes historias de tragedias familiares, donde las reinas del drama, actrices consagradas como Sara García, Dolores del Río, y la “Doña” María Félix, por nombrar algunas, personificaban a mujeres sufridas y maltratadas, pero siempre sumisas y conformes con su suerte (actitudes imitadas por muchas mujeres de la época, que las miraban y admiraban). Y los galanes, hombres valientes y rudos que eran la constante para la felicidad o tragedia de tan resignadas mujeres, eran personificados por actores atractivos como Pedro Infante, Pedro Armendáriz y Jorge Negrete, por ejemplo, quienes, encasillados en su papel de charros mexicanos, solían ser el ideal de hombre soñado de miles de mujeres y hasta la fecha, aunque ello les significara, una vida de sufrimientos y hasta el llegar a ser a veces “La Malquerida” (película filmada y dirigida por el Indio Emilio Fernández en 1949).
Nuestra realidad es que absorbemos “todo” o casi todo lo que vemos y escuchamos y ese todo es parte de la cultura. Saber escoger una película, disfrutarla, comentarla, analizarla y ¿por qué no?, imitar lo bueno y rescatable de lo observado, es la opción.