/ jueves 21 de mayo de 2020

DE MI LIBRETA

LA IMPUNIDAD SIGUE GALOPANDO



Los diputados y senadores del Poder Legislativo sin duda han estado haciendo su trabajo de legislar, aunque no todos, hay algunos que no saben la importancia y responsabilidad de su cargo y solo los utilizan para levantar la mano o apretar el botón para que se den cuenta de que sí votó.

Sin embargo, por Leyes no paramos, hace ya varios sexenios, pues no es de ahora, que las Leyes en el país son letra muerta y los vicios y abusos de gobernantes y funcionarios se siguen registrando, no solamente a nivel federal, sino también a nivel estatal y municipal, pues de nada sirven las Leyes si no se aplican o no se hacen para terminar con un problema, por aquello de que a lo mejor les llega la lumbre y la Ley solo la aplican a ciudadanos más desprotegidos, pues con dinero baila el perro, como decía un amigo periodista de hace años, que “con dinero baila el perro y tengo muchas ganas de bailar”.

Cada trienio llegan nuevos diputados y cada 6 años llegan nuevos senadores, quienes a pesar de conocer la problemática social y las enormes distancia que dividen a las familias y sectores activos del país, nunca se preocupan por conocer la realidad en que viven y escuchar y conocer las condiciones reales en que viven millones de familias y los problemas que sufren los sectores productivos del país, como el abandono en que dejan a los productores del campo, pero ellos no se fijan en las necesidades de los demás, sino en las suyas y se autorizan salarios y aguinaldo como si realmente los desquitaran.

Nunca hemos visto a los diputados reunirse con los sectores activos y los senadores menos, pues se han de sentir como privilegiados, que no pueden ver la pobreza de sus representados, ya que algunos el cargo de diputados y senadores no se lo deben al voto que se puede manipular, sino a los dirigentes de sus Partidos, de quienes reciben órdenes y los deben obedecer, pues de lo contrario los mandan al lugar donde jamás podrán hacer más que oprimir el botón, de acuerdo a los intereses de sus patrones.

Hasta la fecha, la impunidad sigue galopando y solo en discursos se acuerdan de que existe, pues en los hechos no hay castigos ni para delincuencia organizada y no organizada, que ha crecido de manera enorme, sin conocer la piedad, el respeto y si acaso son detenidos por robo, la Ley los protege, pues deben detenerlos a la hora que están robando y como eso no es posible en la mayoría de los casos, en ocasiones no pisan la cárcel.

Si los representantes del pueblo se dieran cuenta de la realidad en que viven más de 60 millones de mexicanos, creo que les daría vergüenza, pero es indispensable escuchar las necesidades de los gobernados, para que exijan cumplimiento a otros dos poderes de la Unión, como lo son el Ejecutivo y Judicial y si ellos modifican el presupuesto federal, deben priorizar al sector productivo, que se encuentra abandonado, pues sus productos los venden a precios internacionales y no nacionales, sin fijarse las autoridades y los diputados y senadores, a nivel internacional, los gobiernos de otros país, quienes subsidian los costos de producción, de tal manera que siempre salen ganando, mientras en México desde el diésel es caro y los insumos también y sus precios los incrementan cada año.

LA IMPUNIDAD SIGUE GALOPANDO



Los diputados y senadores del Poder Legislativo sin duda han estado haciendo su trabajo de legislar, aunque no todos, hay algunos que no saben la importancia y responsabilidad de su cargo y solo los utilizan para levantar la mano o apretar el botón para que se den cuenta de que sí votó.

Sin embargo, por Leyes no paramos, hace ya varios sexenios, pues no es de ahora, que las Leyes en el país son letra muerta y los vicios y abusos de gobernantes y funcionarios se siguen registrando, no solamente a nivel federal, sino también a nivel estatal y municipal, pues de nada sirven las Leyes si no se aplican o no se hacen para terminar con un problema, por aquello de que a lo mejor les llega la lumbre y la Ley solo la aplican a ciudadanos más desprotegidos, pues con dinero baila el perro, como decía un amigo periodista de hace años, que “con dinero baila el perro y tengo muchas ganas de bailar”.

Cada trienio llegan nuevos diputados y cada 6 años llegan nuevos senadores, quienes a pesar de conocer la problemática social y las enormes distancia que dividen a las familias y sectores activos del país, nunca se preocupan por conocer la realidad en que viven y escuchar y conocer las condiciones reales en que viven millones de familias y los problemas que sufren los sectores productivos del país, como el abandono en que dejan a los productores del campo, pero ellos no se fijan en las necesidades de los demás, sino en las suyas y se autorizan salarios y aguinaldo como si realmente los desquitaran.

Nunca hemos visto a los diputados reunirse con los sectores activos y los senadores menos, pues se han de sentir como privilegiados, que no pueden ver la pobreza de sus representados, ya que algunos el cargo de diputados y senadores no se lo deben al voto que se puede manipular, sino a los dirigentes de sus Partidos, de quienes reciben órdenes y los deben obedecer, pues de lo contrario los mandan al lugar donde jamás podrán hacer más que oprimir el botón, de acuerdo a los intereses de sus patrones.

Hasta la fecha, la impunidad sigue galopando y solo en discursos se acuerdan de que existe, pues en los hechos no hay castigos ni para delincuencia organizada y no organizada, que ha crecido de manera enorme, sin conocer la piedad, el respeto y si acaso son detenidos por robo, la Ley los protege, pues deben detenerlos a la hora que están robando y como eso no es posible en la mayoría de los casos, en ocasiones no pisan la cárcel.

Si los representantes del pueblo se dieran cuenta de la realidad en que viven más de 60 millones de mexicanos, creo que les daría vergüenza, pero es indispensable escuchar las necesidades de los gobernados, para que exijan cumplimiento a otros dos poderes de la Unión, como lo son el Ejecutivo y Judicial y si ellos modifican el presupuesto federal, deben priorizar al sector productivo, que se encuentra abandonado, pues sus productos los venden a precios internacionales y no nacionales, sin fijarse las autoridades y los diputados y senadores, a nivel internacional, los gobiernos de otros país, quienes subsidian los costos de producción, de tal manera que siempre salen ganando, mientras en México desde el diésel es caro y los insumos también y sus precios los incrementan cada año.

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