/ miércoles 2 de septiembre de 2020

Demostrar resultados, señal de que avanzamos

Este martes comienza el primer período ordinario de sesiones del tercer año legislativo en el Congreso de la Unión. Lo que históricamente se vivía como “el Día del Presidente”, un acto protocolario en el cual se le rendían odas al titular del Ejecutivo y marcaba lo necesario en la pista legislativa para sus fines, el día de hoy se vive distinto.

El hecho de la llegada de la 4T a los poderes de la Unión, bajo los principios de no mentir, no robar y no traicionar, marcó un ejercicio distinto del poder y en el cual hemos demostrado resultados.

Y bajo esta ética, en la agenda de igualdad de género, avanzamos a pasos definidos, logrando aprobaciones históricas en temas como paridad, modificando 86 leyes secundarias a partir de las reformas a la Constitución; violencia política, bajo ocho ordenamientos y un sinfín de temas.

Como Comisión de Igualdad, hemos sostenido nuestro compromiso de manera sustantiva en el ejercicio parlamentario. Y no se trata de falsa vanidad, ni de reconocer sólo los puntos a favor. Porque en el combate a la violencia en razón de género, en particular la feminicida, no hay medias tintas.

Hemos defendido el presupuesto con perspectiva de género desde el anexo 13 con progresividad en ello. Particularmente, hemos trabajado de la mano para fortalecer los refugios para mujeres, sus hijos e hijas y los Centros de Atención Externos.

Asimismo, mantenemos el diálogo porque al momento solo se ha entregado la mitad del presupuesto de las Casas de las Mujeres Indígenas, es prioritario que se entregue en su totalidad y así lo hemos señalado, observando además el compromiso del Ejecutivo que, durante la pandemia, se priorizarán los presupuestos que protegen los derechos humanos.

¿Qué sigue para este período y en general para el último año legislativo? Hemos enviado al Senado de la República minutas aprobadas en materia de paridad de género, violencia digital, alertas de género, violencia obstétrica, y estamos en diálogo con la Cámara Alta, para que durante este periodo ordinario avancemos con la dictaminación correspondiente.

Por otra parte, en la Cámara de Diputados y Diputadas avanzaremos en las reformas en materia de violencia mediática y violencia simbólica; daremos seguimiento al tipo penal único de feminicidio, a la reforma constitucional sobre Derecho al Cuidado, los centros de justicia para mujeres, las órdenes de protección y la garantía en el ejercicio de nuestros derechos sexuales y reproductivos.

La vida nos ha cambiado, porque en el compromiso irrenunciable a que las mujeres vivamos de manera plena y libres de violencia hemos encontrado grandes alianzas con las afines, también con quienes tenemos diferencias políticas, con aquellas con siempre han estado e incluso con las jóvenes que han cimbrado las calles y ciudades. Juntas somos más fuertes.

No nos detienen, ni sus amenazas, intimidaciones, campañas negras, y ante la adversidad: nuestra resiliencia. Estamos construyendo nuevas realidades para todas y desde cualquier ámbito incidiremos en este compromiso.

Apelemos a lo que dice Angela Davis: “No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”. Así, vayamos con todo en este nuevo ciclo legislativo.

Este martes comienza el primer período ordinario de sesiones del tercer año legislativo en el Congreso de la Unión. Lo que históricamente se vivía como “el Día del Presidente”, un acto protocolario en el cual se le rendían odas al titular del Ejecutivo y marcaba lo necesario en la pista legislativa para sus fines, el día de hoy se vive distinto.

El hecho de la llegada de la 4T a los poderes de la Unión, bajo los principios de no mentir, no robar y no traicionar, marcó un ejercicio distinto del poder y en el cual hemos demostrado resultados.

Y bajo esta ética, en la agenda de igualdad de género, avanzamos a pasos definidos, logrando aprobaciones históricas en temas como paridad, modificando 86 leyes secundarias a partir de las reformas a la Constitución; violencia política, bajo ocho ordenamientos y un sinfín de temas.

Como Comisión de Igualdad, hemos sostenido nuestro compromiso de manera sustantiva en el ejercicio parlamentario. Y no se trata de falsa vanidad, ni de reconocer sólo los puntos a favor. Porque en el combate a la violencia en razón de género, en particular la feminicida, no hay medias tintas.

Hemos defendido el presupuesto con perspectiva de género desde el anexo 13 con progresividad en ello. Particularmente, hemos trabajado de la mano para fortalecer los refugios para mujeres, sus hijos e hijas y los Centros de Atención Externos.

Asimismo, mantenemos el diálogo porque al momento solo se ha entregado la mitad del presupuesto de las Casas de las Mujeres Indígenas, es prioritario que se entregue en su totalidad y así lo hemos señalado, observando además el compromiso del Ejecutivo que, durante la pandemia, se priorizarán los presupuestos que protegen los derechos humanos.

¿Qué sigue para este período y en general para el último año legislativo? Hemos enviado al Senado de la República minutas aprobadas en materia de paridad de género, violencia digital, alertas de género, violencia obstétrica, y estamos en diálogo con la Cámara Alta, para que durante este periodo ordinario avancemos con la dictaminación correspondiente.

Por otra parte, en la Cámara de Diputados y Diputadas avanzaremos en las reformas en materia de violencia mediática y violencia simbólica; daremos seguimiento al tipo penal único de feminicidio, a la reforma constitucional sobre Derecho al Cuidado, los centros de justicia para mujeres, las órdenes de protección y la garantía en el ejercicio de nuestros derechos sexuales y reproductivos.

La vida nos ha cambiado, porque en el compromiso irrenunciable a que las mujeres vivamos de manera plena y libres de violencia hemos encontrado grandes alianzas con las afines, también con quienes tenemos diferencias políticas, con aquellas con siempre han estado e incluso con las jóvenes que han cimbrado las calles y ciudades. Juntas somos más fuertes.

No nos detienen, ni sus amenazas, intimidaciones, campañas negras, y ante la adversidad: nuestra resiliencia. Estamos construyendo nuevas realidades para todas y desde cualquier ámbito incidiremos en este compromiso.

Apelemos a lo que dice Angela Davis: “No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”. Así, vayamos con todo en este nuevo ciclo legislativo.