Si no es Chana, es Juana, y si no, su hermana
La estrategia de abrazos y no balazos no ha sido una estrategia suficientemente efectiva para otros países y es que recientemente Estados Unidos lanzó la alerta a ciudadanos estadounidenses para no viajar a México, justo cuando también una de las ciudades de Sonora aparece en la lista de las ciudades más peligrosas del mundo.
En esta ocasión y de suerte no es San Luis Río Colorado, aunque los hechos que se han presentado desde hace meses atrás no pasan desapercibidos para Estados Unidos, sobre todo cuando se es frontera. Lo curioso es que el gobierno mexicano hace como que no pasa nada, mientras el vecino país, preocupado por sus habitantes, alerta sobre la situación de seguridad que atraviesa el país.
Muchos, en una doblada de manos, despreocupados podrán decir que esto no nos afecta, sí, hablo de los que tienen visión corta, porque hay que recordar que, para estas fechas, los jóvenes estadounidenses se trasladan a las playas de México. El conocido “spring break” deja una derrama económica y es cuando los comercios locales pueden mejorar su situación, la cual evidentemente no ha sido favorable desde que llegó la pandemia.
Otros dirán que la violencia que se vive en Ciudad Obregón, ciudad que aparece en la lista como la segunda más peligrosa del mundo, no se compara con SLRC y no, no estamos como para comparar dónde es peor o mejor, el hecho es que a diario familias enteras corren riesgo de quedar en una guerra de balas, corren riesgo de perder la vida. No se ha entendido que la violencia no debe normalizarse y parece que todos los niveles de gobierno se empeñan en justificar el clima de inseguridad como hechos aislados.
Pero de una cosa sí puedo estar seguro, que en los próximos días estarán las autoridades lanzan la campaña “viaja seguro”, con tal de maquillar la situación que se vive en Sonora, pero las redes sociales y como lo he dicho antes, ha rebasado el manejo de información. No podemos quedarnos callados y sentados esperando a que pasen las carrozas con más muertos en la lista, qué están esperando los encargados de brindar seguridad a los sonorenses, supongo que piensan que los sonorenses transitamos con chalecos antibalas.
Son tiempos difíciles para todos, pero no hay que bajar la guardia porque estoy seguro que la educación y la cultura de la paz en todos los niveles educativos abona a la pacificación. Seguro estoy que, dándole mejores oportunidades a todos, la vida de muchos puede transformar.
