/ viernes 22 de abril de 2022

DESDE MI TRIBUNA

Ave de mal agüero


Desde que existen las famosas mesas de seguridad, ésas que hasta la fecha solo han servido para tres cosas, la situación empeora en las diferentes ciudades de Sonora y es que siempre, siempre que se lleva a cabo una, en cualquiera de las ciudades, se arrecian las ejecuciones y todo lo que conlleva el índice delictivo.

La famosa mesa de seguridad, cuya especialidad se ha convertido más en una mesa turística, ya que se la lleva reuniéndose en diferentes municipios sin promover un clima seguro para los sonorenses, ha dejado muchas cosas a deber, una de ellas es que la ola que se ha desatado en el tema de homicidio doloso no ha dado tregua, así como las desapariciones forzadas.

Y lo más difícil de entender es que la mesa de seguridad funciona como apagafuegos y no como verdaderos estrategas para combatir la inseguridad, digo, quién en su experiencia dice que podrá salir tranquilo a las 3 de la mañana al Oxxo, nadie, ¿están de acuerdo?, pero bueno, el punto es este mini órgano colegiado siempre atiende la agenda que deja la inseguridad, pero cuando se van, las cosas empeoran.

Se han dado cuenta que cuando los integrantes de la mesa se reúnen en un cierto punto, al día siguiente o a unas horas la situación empeora, es como el mensaje más claro de que nadie podrá combatir la inseguridad y es una pena porque si están en esa posición es por la confianza que hasta cierto punto los ciudadanos pusieron en ellos.

Son aves de mal agüero y lo que digo es con pruebas porque apenas hace unos días estuvo la secretaria de seguridad en San Luis Río Colorado, a quien le seguimos exigiendo que se ponga a trabajar con una verdadera estrategia y coordinación, a la semana se desata la ira contra dos elementos de seguridad pública municipal, quienes fueron acribillados en plena luz del día a bordo de la patrulla. Aquí no hay tregua, aquí no hay un clima de pacificación, ese es el mensaje que se manda cada que se escucha un arma detonar.

Esperemos que, en los próximos meses, la situación cambie o por lo menos que los integrantes de la mesa de seguridad se hagan una limpia para que las malas energías no los persigan y en su paso por los municipios no dejen una estela de inseguridad.

Por lo pronto, sigamos trabajando desde las escuelas, desde los hogares, fomentando la cultura de la paz para poder dar una mejor vida a todos, no sólo a los niños, sino a cada habitante de esta región, San Luis Río Colorado no tiene por qué vivir con miedo.

Aprovecho el espacio para mandar un mensaje solidario a las familias de Gilberto Robles Zepeda y Víctor Martínez Acosta, policías caídos en el cumplimiento de su deber. Pronta resignación y consuelo.

Ave de mal agüero


Desde que existen las famosas mesas de seguridad, ésas que hasta la fecha solo han servido para tres cosas, la situación empeora en las diferentes ciudades de Sonora y es que siempre, siempre que se lleva a cabo una, en cualquiera de las ciudades, se arrecian las ejecuciones y todo lo que conlleva el índice delictivo.

La famosa mesa de seguridad, cuya especialidad se ha convertido más en una mesa turística, ya que se la lleva reuniéndose en diferentes municipios sin promover un clima seguro para los sonorenses, ha dejado muchas cosas a deber, una de ellas es que la ola que se ha desatado en el tema de homicidio doloso no ha dado tregua, así como las desapariciones forzadas.

Y lo más difícil de entender es que la mesa de seguridad funciona como apagafuegos y no como verdaderos estrategas para combatir la inseguridad, digo, quién en su experiencia dice que podrá salir tranquilo a las 3 de la mañana al Oxxo, nadie, ¿están de acuerdo?, pero bueno, el punto es este mini órgano colegiado siempre atiende la agenda que deja la inseguridad, pero cuando se van, las cosas empeoran.

Se han dado cuenta que cuando los integrantes de la mesa se reúnen en un cierto punto, al día siguiente o a unas horas la situación empeora, es como el mensaje más claro de que nadie podrá combatir la inseguridad y es una pena porque si están en esa posición es por la confianza que hasta cierto punto los ciudadanos pusieron en ellos.

Son aves de mal agüero y lo que digo es con pruebas porque apenas hace unos días estuvo la secretaria de seguridad en San Luis Río Colorado, a quien le seguimos exigiendo que se ponga a trabajar con una verdadera estrategia y coordinación, a la semana se desata la ira contra dos elementos de seguridad pública municipal, quienes fueron acribillados en plena luz del día a bordo de la patrulla. Aquí no hay tregua, aquí no hay un clima de pacificación, ese es el mensaje que se manda cada que se escucha un arma detonar.

Esperemos que, en los próximos meses, la situación cambie o por lo menos que los integrantes de la mesa de seguridad se hagan una limpia para que las malas energías no los persigan y en su paso por los municipios no dejen una estela de inseguridad.

Por lo pronto, sigamos trabajando desde las escuelas, desde los hogares, fomentando la cultura de la paz para poder dar una mejor vida a todos, no sólo a los niños, sino a cada habitante de esta región, San Luis Río Colorado no tiene por qué vivir con miedo.

Aprovecho el espacio para mandar un mensaje solidario a las familias de Gilberto Robles Zepeda y Víctor Martínez Acosta, policías caídos en el cumplimiento de su deber. Pronta resignación y consuelo.