/ sábado 23 de enero de 2021

¿Dónde vivir?

Se dice que soñar no cuesta nada y ¿por qué no?, incluso vivir en los sueños es reconfortante hasta cierto punto, pero qué pasa cuando deseas materializar esos sueños para poder habitar en ellos, pero no son tan plausibles como esperabas, seguramente invade un poco la frustración, la impotencia.

“En esta vida loca, loca, loca”, diría conocida canción, en algún momento, pasa por la mente de las personas tener una casita o hacerse de un terreno para vivir. Lo ideal sería un terrenito propio donde construir y no terminar en un fraccionamiento en donde más tarde que temprano imperan el robo a casa habitación e inseguridad.

¿Los terrenos son accesibles en San Luis Río Colorado? Depende. Pero, ¿depende de qué exactamente? Como en cualquier parte del mundo, entran factores que aumentan el valor de este, desde el tamaño, ubicación, si cuenta o no con servicios como alumbrado, agua potable, electricidad o incluso pavimento y por supuesto, no menos importante, el presupuesto con que cuentes y el salario que perciban.

Debido a que San Luis es frontera con Arizona, se maneja y hacen transacciones en dos monedas, pesos y dólares, tanto renta de casas o departamentos, así como venta de predios en la ciudad se han elevado de tal forma que hacen casi imposible a los trabajadores mexicanos pagarlos o acceder a un predio para construir su hogar.

El sanluisino con un sueldo mínimo de 6 mil pesos mensuales debe costear, renta, “luz”, agua, comida y gasolina o transporte público. Las rentas en muchas partes de la ciudad van de 3 mil a 4 mil pesos mensuales, en algunos casos de 200 dólares en adelante. Como el empleado local no gana como un emigrado o ciudadano norteamericano, se ve en la necesidad de juntar puntos de Infonavit con su pareja, para acceder a las cada vez más ridículamente caras pie de casa que ofertan las constructoras mexicanas y que rebasan en algunos casos los 700 mil pesos, ubicadas en algún lugar que tarde o temprano se convertirá en un fraccionamiento inseguro, culminando en el abandono de la vivienda.

En fin, existen muchos factores que dificultan la adquisición de un predio. Pero, hay algo que no deja al sanluisino cómodo y es que entre los altos costos de renta o venta de predios dentro de la mancha urbana, éste se ve obligado a recurrir a ciertos ejidos para hacerse de un pedazo de tierra.

Cuando te dicen que el predio a adquirir carece de servicios públicos, no hay por qué respingar, pues uno es consciente de lo que compra. Lo que a veces no dicen al comprador es que ese predio ya tiene dueño y no sólo uno, puede que hasta tres o cuatro, dejando a cada uno de los dueños a la deriva, algo que hasta la fecha ninguna autoridad ha podido resolver.

En resumidas cuentas, el sanluisino la tiene muy difícil para encontrar un lugar donde vivir, ya sea que pague altos costos de renta o se arriesgue a comprar algún predio que haya sido revendido a diferentes personas, perdiendo toda su inversión.


Se dice que soñar no cuesta nada y ¿por qué no?, incluso vivir en los sueños es reconfortante hasta cierto punto, pero qué pasa cuando deseas materializar esos sueños para poder habitar en ellos, pero no son tan plausibles como esperabas, seguramente invade un poco la frustración, la impotencia.

“En esta vida loca, loca, loca”, diría conocida canción, en algún momento, pasa por la mente de las personas tener una casita o hacerse de un terreno para vivir. Lo ideal sería un terrenito propio donde construir y no terminar en un fraccionamiento en donde más tarde que temprano imperan el robo a casa habitación e inseguridad.

¿Los terrenos son accesibles en San Luis Río Colorado? Depende. Pero, ¿depende de qué exactamente? Como en cualquier parte del mundo, entran factores que aumentan el valor de este, desde el tamaño, ubicación, si cuenta o no con servicios como alumbrado, agua potable, electricidad o incluso pavimento y por supuesto, no menos importante, el presupuesto con que cuentes y el salario que perciban.

Debido a que San Luis es frontera con Arizona, se maneja y hacen transacciones en dos monedas, pesos y dólares, tanto renta de casas o departamentos, así como venta de predios en la ciudad se han elevado de tal forma que hacen casi imposible a los trabajadores mexicanos pagarlos o acceder a un predio para construir su hogar.

El sanluisino con un sueldo mínimo de 6 mil pesos mensuales debe costear, renta, “luz”, agua, comida y gasolina o transporte público. Las rentas en muchas partes de la ciudad van de 3 mil a 4 mil pesos mensuales, en algunos casos de 200 dólares en adelante. Como el empleado local no gana como un emigrado o ciudadano norteamericano, se ve en la necesidad de juntar puntos de Infonavit con su pareja, para acceder a las cada vez más ridículamente caras pie de casa que ofertan las constructoras mexicanas y que rebasan en algunos casos los 700 mil pesos, ubicadas en algún lugar que tarde o temprano se convertirá en un fraccionamiento inseguro, culminando en el abandono de la vivienda.

En fin, existen muchos factores que dificultan la adquisición de un predio. Pero, hay algo que no deja al sanluisino cómodo y es que entre los altos costos de renta o venta de predios dentro de la mancha urbana, éste se ve obligado a recurrir a ciertos ejidos para hacerse de un pedazo de tierra.

Cuando te dicen que el predio a adquirir carece de servicios públicos, no hay por qué respingar, pues uno es consciente de lo que compra. Lo que a veces no dicen al comprador es que ese predio ya tiene dueño y no sólo uno, puede que hasta tres o cuatro, dejando a cada uno de los dueños a la deriva, algo que hasta la fecha ninguna autoridad ha podido resolver.

En resumidas cuentas, el sanluisino la tiene muy difícil para encontrar un lugar donde vivir, ya sea que pague altos costos de renta o se arriesgue a comprar algún predio que haya sido revendido a diferentes personas, perdiendo toda su inversión.