/ domingo 8 de noviembre de 2020

EL FARO

La evolución de la ansiedad



Una de las grandes diferencias entre nosotros y las demás especias en el planeta Tierra es la motivación detrás de las decisiones y elecciones que tomamos. En un día cualquiera, la mayoría de las elecciones de cualquier animal, como una jirafa, se caracteriza por tener un impacto inmediato en su vida. Sus acciones brindan beneficios inmediatos. Su vida está fuertemente orientada hacia el momento presente (entorno de retorno inmediato).

A diferencia de los animales, los humanos viven en lo que los investigadores llaman un entorno de retorno retrasado.

La mayoría de las decisiones que tomes hoy no te beneficiará de inmediato. Si logras un buen desempeño en el trabajo hoy, recibirás tu paga al final de la quincena. Si ahorras dinero ahora, tendrás suficiente para jubilarte más adelante. Muchos aspectos de la sociedad moderna están diseñados para retrasar las recompensas hasta algún momento en el futuro.

Esta visión y comprensión de las cosas infortunadamente también aplica a nuestros problemas. Muchos de los problemas que preocupan a los humanos son problemas del futuro.

Preguntas como: ¿Es hora de un cambio de empleo? ¿Realmente estoy haciendo el trabajo que estaba destinado a hacer? ¿Debería cambiar mi look? Encuadran en un ecosistema de retorno retrasado y tienden a generar estrés crónico y ansiedad en las personas.

La sociedad moderna es increíblemente nueva. Durante los últimos 500 años, aproximadamente, nuestra sociedad ha cambiado de una visión de supervivencia y enfocarse absolutamente en el presente, a un entorno predominantemente de retorno retrasado. En los últimos 100 años hemos visto el auge del automóvil, el avión, la televisión, la computadora personal, internet y la relación de Belinda con Nodal. Casi todo lo que conocemos en nuestra vida se ha creado en una ventana de tiempo muy pequeña.

Pueden pasar muchas cosas en 100 años. Sin embargo, desde la perspectiva de la evolución, 100 años no es nada. El cerebro humano moderno pasó cientos de miles de años evolucionando para un tipo de entorno (retornos inmediatos) y en un abrir y cerrar de ojos todo el ambiente cambió (retornos retrasados).


LA EVOLUCIÓN DE LA ANSIEDAD

El desajuste entre nuestro antiguo cerebro y nuestro nuevo entorno tienen un impacto significativo en la cantidad de estrés crónico y ansiedad que experimentamos hoy.

Hace miles de años, cuando los seres humanos vivían en un entorno de retorno inmediato, el estrés y la ansiedad eran emociones útiles porque nos ayudaban a actuar frente a problemas inmediatos.

La ansiedad fue una emoción que ayudó a proteger a los humanos en un entorno de retorno inmediato. Especializados para resolver problemas agudos a corto plazo. No existía el estrés crónico porque en realidad no hay problemas crónicos en un entorno de retorno inmediato.

Cuando se vive en un entorno de retorno inmediato (como nuestros antepasados), solo se tenía que preocupar por los factores estresantes agudos. Una vez que la amenaza desaparecía, la ansiedad desaparecía también.

Hoy enfrentamos diferentes problemas. ¿Tendré suficiente dinero para pagar las facturas el próximo mes? ¿Conseguiré el ascenso en el trabajo o permaneceré estancado en mi posición actual? ¿Repararé mi relación con mi expareja? Los problemas en un entorno de retorno retrasado rara vez se pueden resolver ahora mismo en el momento presente.


QUÉ HACER AL RESPECTO

Una de las mayores fuentes de ansiedad es la incertidumbre constante. No hay garantía que trabajar duro en la escuela te consiga un trabajo. No hay ninguna promesa que tus inversiones aumenten en el futuro. No hay garantía que tener una cita te consiga a tu alma gemela. Vivir en un entorno de retorno retrasado significa estar rodeado de dudas.

¿Entonces qué puedes hacer? ¿Cómo puedes prosperar en un entorno de retorno retrasado que genera tanto estrés y ansiedad?

Lo primero que puede hacer es empezar a medir. No puedes saber con certeza cuánto dinero tendrás en tu jubilación, pero puedes eliminar cierta incertidumbre de la situación midiendo cuánto ahorras cada mes. No puedes estar seguro que obtendrás un trabajo después de tu graduación, pero puedes realizar un seguimiento de la frecuencia con la que te entrevistas o realizas pasantías. No puedes predecir cuándo encontrarás el amor, pero puedes prestar atención a cuántas veces te presentas con alguien nuevo.

El acto de medir toma una cantidad desconocida y la da a conocer. La medición no resolverá mágicamente tus problemas, pero aclarará la situación, te brindará claridad a tu preocupación e incertidumbre y te ayudará a controlar lo que realmente está sucediendo.

La segunda cosa que puede hacer es “cambiar tu preocupación” del problema a largo plazo a una rutina diaria que resolverá ese problema.

• En lugar de preocuparte por vivir más tiempo, preocúpate por salir a caminar todos los días.

• En lugar de preocuparte por si tu hijo saldrá en el cuadro de honor, preocúpate por cuánto tiempo dedican al estudiar hoy.

• En lugar de preocuparte por perder suficiente peso para la boda, preocúpate por preparar una cena saludable esta noche.

La información clave que hace que esta estrategia funcione es asegurarte que tu rutina diaria te recompense de inmediato (devolución inmediata) y resuelva tus problemas futuros (devolución tardía).

Nuestros cerebros no evolucionaron en un entorno de retorno retrasado, pero ahí es donde nos encontramos hoy. La apuesta es medir las cosas que son importantes para ti y cambiar tu preocupación a prácticas diarias que valgan la pena a largo plazo y así reducir parte de la incertidumbre y el estrés crónico inherentes a la sociedad moderna.

Enfócate en el sistema y no en la meta.


RMR Consultores

david@rmr.mx

La evolución de la ansiedad



Una de las grandes diferencias entre nosotros y las demás especias en el planeta Tierra es la motivación detrás de las decisiones y elecciones que tomamos. En un día cualquiera, la mayoría de las elecciones de cualquier animal, como una jirafa, se caracteriza por tener un impacto inmediato en su vida. Sus acciones brindan beneficios inmediatos. Su vida está fuertemente orientada hacia el momento presente (entorno de retorno inmediato).

A diferencia de los animales, los humanos viven en lo que los investigadores llaman un entorno de retorno retrasado.

La mayoría de las decisiones que tomes hoy no te beneficiará de inmediato. Si logras un buen desempeño en el trabajo hoy, recibirás tu paga al final de la quincena. Si ahorras dinero ahora, tendrás suficiente para jubilarte más adelante. Muchos aspectos de la sociedad moderna están diseñados para retrasar las recompensas hasta algún momento en el futuro.

Esta visión y comprensión de las cosas infortunadamente también aplica a nuestros problemas. Muchos de los problemas que preocupan a los humanos son problemas del futuro.

Preguntas como: ¿Es hora de un cambio de empleo? ¿Realmente estoy haciendo el trabajo que estaba destinado a hacer? ¿Debería cambiar mi look? Encuadran en un ecosistema de retorno retrasado y tienden a generar estrés crónico y ansiedad en las personas.

La sociedad moderna es increíblemente nueva. Durante los últimos 500 años, aproximadamente, nuestra sociedad ha cambiado de una visión de supervivencia y enfocarse absolutamente en el presente, a un entorno predominantemente de retorno retrasado. En los últimos 100 años hemos visto el auge del automóvil, el avión, la televisión, la computadora personal, internet y la relación de Belinda con Nodal. Casi todo lo que conocemos en nuestra vida se ha creado en una ventana de tiempo muy pequeña.

Pueden pasar muchas cosas en 100 años. Sin embargo, desde la perspectiva de la evolución, 100 años no es nada. El cerebro humano moderno pasó cientos de miles de años evolucionando para un tipo de entorno (retornos inmediatos) y en un abrir y cerrar de ojos todo el ambiente cambió (retornos retrasados).


LA EVOLUCIÓN DE LA ANSIEDAD

El desajuste entre nuestro antiguo cerebro y nuestro nuevo entorno tienen un impacto significativo en la cantidad de estrés crónico y ansiedad que experimentamos hoy.

Hace miles de años, cuando los seres humanos vivían en un entorno de retorno inmediato, el estrés y la ansiedad eran emociones útiles porque nos ayudaban a actuar frente a problemas inmediatos.

La ansiedad fue una emoción que ayudó a proteger a los humanos en un entorno de retorno inmediato. Especializados para resolver problemas agudos a corto plazo. No existía el estrés crónico porque en realidad no hay problemas crónicos en un entorno de retorno inmediato.

Cuando se vive en un entorno de retorno inmediato (como nuestros antepasados), solo se tenía que preocupar por los factores estresantes agudos. Una vez que la amenaza desaparecía, la ansiedad desaparecía también.

Hoy enfrentamos diferentes problemas. ¿Tendré suficiente dinero para pagar las facturas el próximo mes? ¿Conseguiré el ascenso en el trabajo o permaneceré estancado en mi posición actual? ¿Repararé mi relación con mi expareja? Los problemas en un entorno de retorno retrasado rara vez se pueden resolver ahora mismo en el momento presente.


QUÉ HACER AL RESPECTO

Una de las mayores fuentes de ansiedad es la incertidumbre constante. No hay garantía que trabajar duro en la escuela te consiga un trabajo. No hay ninguna promesa que tus inversiones aumenten en el futuro. No hay garantía que tener una cita te consiga a tu alma gemela. Vivir en un entorno de retorno retrasado significa estar rodeado de dudas.

¿Entonces qué puedes hacer? ¿Cómo puedes prosperar en un entorno de retorno retrasado que genera tanto estrés y ansiedad?

Lo primero que puede hacer es empezar a medir. No puedes saber con certeza cuánto dinero tendrás en tu jubilación, pero puedes eliminar cierta incertidumbre de la situación midiendo cuánto ahorras cada mes. No puedes estar seguro que obtendrás un trabajo después de tu graduación, pero puedes realizar un seguimiento de la frecuencia con la que te entrevistas o realizas pasantías. No puedes predecir cuándo encontrarás el amor, pero puedes prestar atención a cuántas veces te presentas con alguien nuevo.

El acto de medir toma una cantidad desconocida y la da a conocer. La medición no resolverá mágicamente tus problemas, pero aclarará la situación, te brindará claridad a tu preocupación e incertidumbre y te ayudará a controlar lo que realmente está sucediendo.

La segunda cosa que puede hacer es “cambiar tu preocupación” del problema a largo plazo a una rutina diaria que resolverá ese problema.

• En lugar de preocuparte por vivir más tiempo, preocúpate por salir a caminar todos los días.

• En lugar de preocuparte por si tu hijo saldrá en el cuadro de honor, preocúpate por cuánto tiempo dedican al estudiar hoy.

• En lugar de preocuparte por perder suficiente peso para la boda, preocúpate por preparar una cena saludable esta noche.

La información clave que hace que esta estrategia funcione es asegurarte que tu rutina diaria te recompense de inmediato (devolución inmediata) y resuelva tus problemas futuros (devolución tardía).

Nuestros cerebros no evolucionaron en un entorno de retorno retrasado, pero ahí es donde nos encontramos hoy. La apuesta es medir las cosas que son importantes para ti y cambiar tu preocupación a prácticas diarias que valgan la pena a largo plazo y así reducir parte de la incertidumbre y el estrés crónico inherentes a la sociedad moderna.

Enfócate en el sistema y no en la meta.


RMR Consultores

david@rmr.mx

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