/ sábado 17 de julio de 2021

Electos para legislar 1080 días

Un diputado es criticado por sesionar dos veces a la semana, ocho ocasiones al mes y hacer este proceso durante seis meses y medio, lo que se le conoce como período ordinario, siendo el resto del año legislativo una etapa extraordinaria, en donde también se logran acuerdos en el pleno.

Sin embargo, la semana pasada me llevé un amargo sabor de boca cuando convoqué a reunión de dos comisiones que presido para sacar adelante el trabajo que, por falta de acuerdos, no se han podido destrabar, pero al parecer el resto de mis compañeros ya se fueron de vacaciones, ya se despidieron de la legislatura, ya que por falta de quórum no fue posible aprobar dictámenes.

La falta de quórum es un hecho lamentable, tanto en la citada comisión como en la de Gobernación, aunque muchos de mis homólogos piensan que sus tres años legislativos concluyeron el 6 de junio, pero déjenme decirles que aún quedan temas pendientes en las comisiones y queda mes y medio para que esta legislatura ponga fin a su capítulo.

La ciudadanía sigue pagando nuestros sueldos y lo justo sería que terminemos con los pendientes, que, por falta de acuerdos, intereses políticos y todo lo que conlleva, no pudieron ser aprobados en comisiones, tanto en las que presido como en las otras 37 que integran los demás legisladores.

Es una falta de responsabilidad que los legisladores decidan que ya no es momento de aprobar nada, que ya no es momento de ver por los sonorenses, que ya no es momento de responderle a nadie por la sencilla razón, quiero interpretarlo así, que la legislatura terminó el 30 de abril, fecha en la que culminó el período ordinario, dejando sueltos cuatro meses de respaldo a los ciudadanos, de apoyo a la reactivación económica, de aprobación a leyes que los respalden.

Yo sigo siendo diputado de la actual legislatura y mi período concluye el 31 de agosto a las 23:59 horas y por eso busqué con todas las bancadas sacar adelante iniciativas de ley y hasta exhortos, pero sus ausencias solo se interpretan como abandono laboral y esa situación no la merecen los sonorenses.

Estoy consciente que aún hay tiempo, por lo que seguiré trabajando para mis representados, a los sanluisinos que me respaldaron en el 2018 y a los que se unieron en 2021, yo les digo una vez más que aquí y en cualquier puesto, no los voy a defraudar.


Un diputado es criticado por sesionar dos veces a la semana, ocho ocasiones al mes y hacer este proceso durante seis meses y medio, lo que se le conoce como período ordinario, siendo el resto del año legislativo una etapa extraordinaria, en donde también se logran acuerdos en el pleno.

Sin embargo, la semana pasada me llevé un amargo sabor de boca cuando convoqué a reunión de dos comisiones que presido para sacar adelante el trabajo que, por falta de acuerdos, no se han podido destrabar, pero al parecer el resto de mis compañeros ya se fueron de vacaciones, ya se despidieron de la legislatura, ya que por falta de quórum no fue posible aprobar dictámenes.

La falta de quórum es un hecho lamentable, tanto en la citada comisión como en la de Gobernación, aunque muchos de mis homólogos piensan que sus tres años legislativos concluyeron el 6 de junio, pero déjenme decirles que aún quedan temas pendientes en las comisiones y queda mes y medio para que esta legislatura ponga fin a su capítulo.

La ciudadanía sigue pagando nuestros sueldos y lo justo sería que terminemos con los pendientes, que, por falta de acuerdos, intereses políticos y todo lo que conlleva, no pudieron ser aprobados en comisiones, tanto en las que presido como en las otras 37 que integran los demás legisladores.

Es una falta de responsabilidad que los legisladores decidan que ya no es momento de aprobar nada, que ya no es momento de ver por los sonorenses, que ya no es momento de responderle a nadie por la sencilla razón, quiero interpretarlo así, que la legislatura terminó el 30 de abril, fecha en la que culminó el período ordinario, dejando sueltos cuatro meses de respaldo a los ciudadanos, de apoyo a la reactivación económica, de aprobación a leyes que los respalden.

Yo sigo siendo diputado de la actual legislatura y mi período concluye el 31 de agosto a las 23:59 horas y por eso busqué con todas las bancadas sacar adelante iniciativas de ley y hasta exhortos, pero sus ausencias solo se interpretan como abandono laboral y esa situación no la merecen los sonorenses.

Estoy consciente que aún hay tiempo, por lo que seguiré trabajando para mis representados, a los sanluisinos que me respaldaron en el 2018 y a los que se unieron en 2021, yo les digo una vez más que aquí y en cualquier puesto, no los voy a defraudar.