/ domingo 20 de junio de 2021

FE Y RAZÓN

San José la sombra del Padre Celestial en la Tierra.



Después de María Madre de Dios, ningún Santo ocupa tanto espacio en el magisterio Pontificio como San José su esposo, el Beato pío IX lo declaró “Patrono de la Iglesia católica”, el venerable Pío XII lo presentó como “patrono de los trabajadores” y San Juan Pablo II como el “Custodio del Redentor”. El Pueblo lo Invoca como el “patrono de la buena muerte” y el ocho de diciembre de 1870 el Beato Pío IX lo declara como “patrono de la Iglesia Católica”.

Por su papel en la historia de la salvación, San José es un padre que siempre ha sido amado por el pueblo cristiano, así lo demuestra el hecho que le han sido dedicadas numerosas iglesias en el mundo, institutos religiosos, hermandades y grupos eclesiales que se inspiran en su espiritualidad y llevan su nombre.

San José es el Padre de la ternura, miro crecer a Jesús en sabiduría, estatura y gracia ante Dios y ante los hombres, él tomaba entre sus brazos al Hijo de Dios y fue quien le enseñó a caminar. Jesús vio la ternura de Dios en San José, como dice el Salmo 103: “Como un padre siente ternura por sus hijos, así el Señor siente ternura por quienes lo temen” (Salmo103), la ternura es el mejor modo para tocar lo que es frágil en Nosotros, dice el papa Francisco, “el dedo que señala y el juicio que hacemos de los demás, son a menudo un signo de nuestra incapacidad para aceptar nuestra propia debilidad, nuestra propia fragilidad y solo la ternura nos salvará de la obra del acusador”.

San José el Padre de la obediencia. A pesar de lo confundido por el estado de embarazo de su prometida y después de haber decidido dejarla en secreto. El Ángel del Señor le dice en sueños, “no temas en aceptar a María, tu mujer, porque lo engendrado en ella es por obra del Espíritu Santo”, en la vida oculta de Nazaret, bajo la guía de San José Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre, que incluso en el momento más difícil de su vida que fue en el Getsemaní prefirió hacer la voluntad del padre y no la suya propia y se hizo obediente hasta la muerte en Cruz.

San José el Padre protector. La Sagrada Familia tuvo que afrontar problemas concretos como todas las demás familias y se necesitó de José, para proteger, cuidar, defender y criar al Hijo de Dios, en San José se deposita la confianza para velar, proteger y salvar la vida de Jesús y María por toda amenaza que atenta contra la familia.

Hoy por hoy vivimos una crisis en la figura paterna, divorcios, hijos que crecen sin la imagen del Padre, familias que sienten el miedo y la amenaza en el mismo padre, como dice un canto popular en nuestra iglesia latinoamericana, “estoy pensando en Dios, estoy pensando en su amor, todo podría ser mejor sin en fervor y en alegría, fuesen las madres María y los Padres San José, y los Hijos imitasen a Jesús de Nazaret”.

Felicidades a todos los Padres biológicos y aquellos Padres que adoptan niños como San José, para ser la sombra de Dios en ellos, que los protege y sabe acariciar con su ternura.

San José la sombra del Padre Celestial en la Tierra.



Después de María Madre de Dios, ningún Santo ocupa tanto espacio en el magisterio Pontificio como San José su esposo, el Beato pío IX lo declaró “Patrono de la Iglesia católica”, el venerable Pío XII lo presentó como “patrono de los trabajadores” y San Juan Pablo II como el “Custodio del Redentor”. El Pueblo lo Invoca como el “patrono de la buena muerte” y el ocho de diciembre de 1870 el Beato Pío IX lo declara como “patrono de la Iglesia Católica”.

Por su papel en la historia de la salvación, San José es un padre que siempre ha sido amado por el pueblo cristiano, así lo demuestra el hecho que le han sido dedicadas numerosas iglesias en el mundo, institutos religiosos, hermandades y grupos eclesiales que se inspiran en su espiritualidad y llevan su nombre.

San José es el Padre de la ternura, miro crecer a Jesús en sabiduría, estatura y gracia ante Dios y ante los hombres, él tomaba entre sus brazos al Hijo de Dios y fue quien le enseñó a caminar. Jesús vio la ternura de Dios en San José, como dice el Salmo 103: “Como un padre siente ternura por sus hijos, así el Señor siente ternura por quienes lo temen” (Salmo103), la ternura es el mejor modo para tocar lo que es frágil en Nosotros, dice el papa Francisco, “el dedo que señala y el juicio que hacemos de los demás, son a menudo un signo de nuestra incapacidad para aceptar nuestra propia debilidad, nuestra propia fragilidad y solo la ternura nos salvará de la obra del acusador”.

San José el Padre de la obediencia. A pesar de lo confundido por el estado de embarazo de su prometida y después de haber decidido dejarla en secreto. El Ángel del Señor le dice en sueños, “no temas en aceptar a María, tu mujer, porque lo engendrado en ella es por obra del Espíritu Santo”, en la vida oculta de Nazaret, bajo la guía de San José Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre, que incluso en el momento más difícil de su vida que fue en el Getsemaní prefirió hacer la voluntad del padre y no la suya propia y se hizo obediente hasta la muerte en Cruz.

San José el Padre protector. La Sagrada Familia tuvo que afrontar problemas concretos como todas las demás familias y se necesitó de José, para proteger, cuidar, defender y criar al Hijo de Dios, en San José se deposita la confianza para velar, proteger y salvar la vida de Jesús y María por toda amenaza que atenta contra la familia.

Hoy por hoy vivimos una crisis en la figura paterna, divorcios, hijos que crecen sin la imagen del Padre, familias que sienten el miedo y la amenaza en el mismo padre, como dice un canto popular en nuestra iglesia latinoamericana, “estoy pensando en Dios, estoy pensando en su amor, todo podría ser mejor sin en fervor y en alegría, fuesen las madres María y los Padres San José, y los Hijos imitasen a Jesús de Nazaret”.

Felicidades a todos los Padres biológicos y aquellos Padres que adoptan niños como San José, para ser la sombra de Dios en ellos, que los protege y sabe acariciar con su ternura.