/ domingo 21 de noviembre de 2021

FE Y RAZÓN

Viva Cristo Rey


A Pilato le resultaba increíble que aquel hombre sin armas ni ejército intentara desafiar a Roma y le pregunta: ¿Conque tú eres Rey? Jesús es muy claro y responde: “Mi reino no es de este mundo”. No pertenece a ningún sistema injusto de este mundo. No pretende ocupar ningún trono. No busca poder ni riqueza, sin embargo no le oculta la verdad: “Soy Rey”.

Este domingo termina el año litúrgico y la iglesia lo hace con la fiesta de Cristo Rey, esta fiesta se instituyó en el año de 1925 por el papa Pío XI dentro de un contexto desolador por los acontecimientos que habían marcado el momento y la historia misma: La Primera Guerra Mundial ha terminado hace siete años. Tanto en Alemania, Francia, Italia, Rusia, Inglaterra, Austria, incluso Estados Unidos, han tenido millones de muertos. La crisis económica y social que le siguió fue tan dura que provocó la caída del Zar y la instauración del régimen comunista en Rusia en 1917, aparece el fascismo en Italia con la marcha sobre Roma de Mussolini en 1922 y el nazismo de Hitler en Alemania en el año de 1923. Mientras, en Estados Unidos se vive una época de Euforia Económica que llevara a la catástrofe en 1929. La situación social en Europa era terrible con mucha hambre y tensiones sociales, las ciudades y pueblos se reconstruían lentamente pues habían quedado parcialmente destruidos en sus viviendas, puentes que unían los territorios, redes hidráulicas que abastecían de agua todos los pueblos, el duelo y la sed y hambruna era una sola realidad.

Ante esta situación el papa Pío XI no hace un simple análisis socio-económico, sino que se remonta a un nivel más alto y espiritual, piensa que la causa de todos los males de la guerra y lo que le siguió, fue haber alejado a Cristo y su ley de la propia vida, de la familia y de la sociedad y que no podría haber esperanza de Paz duradera entre los pueblos mientras los individuos y las naciones negasen y rechazasen el imperio de Cristo Salvador. Por eso, lo mejor que puede hacer un pontífice para renovar y reforzar la paz es restaurar el Reino de Nuestro Señor.

Mientras tanto, en México iniciaba en el año de 1926 la guerra civil llamada Guerra de los Cristeros, que duró hasta el año de 1929 la primera etapa. Los Cristianos Católicos se resistían a la aplicación de la llamada Ley Calles, la cual proponía limitar y controlar el culto católico en la nación, pues la Constitución Mexicana de 1917 estableció una política que negaba la personalidad jurídica a las iglesias y prohibía la participación del clero en la política, privaba a las iglesias a poseer bienes raíces e impedía el culto público en los templos. Y no se hizo esperar la reacción de un pueblo que ama a Cristo y ve en Él la esperanza de un mundo mejor y bajo el emblema “Viva Cristo Rey” el pueblo se levanta para defender sus derechos de Fe, Religión y Libertad.

En Silao, Guanajuato, se encuentra el Cerro del Cubilete con una altura de 2,574 metros sobre el nivel del mar, siendo el primer monumento a Cristo Rey y fue dinamitado por órdenes del gobierno de Plutarco Elías Calles el 30 de enero de 1928, pero fue reinaugurado el 11 de diciembre de 1950. La estatua mide 20 metros y pesa 80 toneladas siendo esta estatua la más grande del mundo. VIVA CRISTO REY


Viva Cristo Rey


A Pilato le resultaba increíble que aquel hombre sin armas ni ejército intentara desafiar a Roma y le pregunta: ¿Conque tú eres Rey? Jesús es muy claro y responde: “Mi reino no es de este mundo”. No pertenece a ningún sistema injusto de este mundo. No pretende ocupar ningún trono. No busca poder ni riqueza, sin embargo no le oculta la verdad: “Soy Rey”.

Este domingo termina el año litúrgico y la iglesia lo hace con la fiesta de Cristo Rey, esta fiesta se instituyó en el año de 1925 por el papa Pío XI dentro de un contexto desolador por los acontecimientos que habían marcado el momento y la historia misma: La Primera Guerra Mundial ha terminado hace siete años. Tanto en Alemania, Francia, Italia, Rusia, Inglaterra, Austria, incluso Estados Unidos, han tenido millones de muertos. La crisis económica y social que le siguió fue tan dura que provocó la caída del Zar y la instauración del régimen comunista en Rusia en 1917, aparece el fascismo en Italia con la marcha sobre Roma de Mussolini en 1922 y el nazismo de Hitler en Alemania en el año de 1923. Mientras, en Estados Unidos se vive una época de Euforia Económica que llevara a la catástrofe en 1929. La situación social en Europa era terrible con mucha hambre y tensiones sociales, las ciudades y pueblos se reconstruían lentamente pues habían quedado parcialmente destruidos en sus viviendas, puentes que unían los territorios, redes hidráulicas que abastecían de agua todos los pueblos, el duelo y la sed y hambruna era una sola realidad.

Ante esta situación el papa Pío XI no hace un simple análisis socio-económico, sino que se remonta a un nivel más alto y espiritual, piensa que la causa de todos los males de la guerra y lo que le siguió, fue haber alejado a Cristo y su ley de la propia vida, de la familia y de la sociedad y que no podría haber esperanza de Paz duradera entre los pueblos mientras los individuos y las naciones negasen y rechazasen el imperio de Cristo Salvador. Por eso, lo mejor que puede hacer un pontífice para renovar y reforzar la paz es restaurar el Reino de Nuestro Señor.

Mientras tanto, en México iniciaba en el año de 1926 la guerra civil llamada Guerra de los Cristeros, que duró hasta el año de 1929 la primera etapa. Los Cristianos Católicos se resistían a la aplicación de la llamada Ley Calles, la cual proponía limitar y controlar el culto católico en la nación, pues la Constitución Mexicana de 1917 estableció una política que negaba la personalidad jurídica a las iglesias y prohibía la participación del clero en la política, privaba a las iglesias a poseer bienes raíces e impedía el culto público en los templos. Y no se hizo esperar la reacción de un pueblo que ama a Cristo y ve en Él la esperanza de un mundo mejor y bajo el emblema “Viva Cristo Rey” el pueblo se levanta para defender sus derechos de Fe, Religión y Libertad.

En Silao, Guanajuato, se encuentra el Cerro del Cubilete con una altura de 2,574 metros sobre el nivel del mar, siendo el primer monumento a Cristo Rey y fue dinamitado por órdenes del gobierno de Plutarco Elías Calles el 30 de enero de 1928, pero fue reinaugurado el 11 de diciembre de 1950. La estatua mide 20 metros y pesa 80 toneladas siendo esta estatua la más grande del mundo. VIVA CRISTO REY