Las Chicas del Cable: Temporada final
Las Chicas del Cable llegaron a Netflix el año 2017 presentado una drama diferente y de época, la serie en su primer temporada narra el giro que da la vida de cuatro jóvenes mujeres, cuando empiezan a trabajar en el año de 1928 en una empresa de telefonía en Madrid, España, en un tiempo en el que las mujeres no tenían mucha participación social derivado del machismo de la época.
En febrero de este año se estrenó la primera parte de la temporada final y ahora en julio nos llegan los últimos cinco capítulos que dan cierre a las historias de nuestras protagonistas que han cambiado mucho desde su inicio, cuando vi la primera parte me percate que la serie se había alejado de su esencia, ahora en sus últimos capítulos lo confirmo, pero rumbo al climax de la historia los creadores retoman esa “lucha social que las mujeres han realizado a lo largo de nuestra historia”.
Lo que más se extraña en los últimos episodios, es la central de telefonía sobre la que ha girado la serie desde el principio, ya solo aparece en algunos momentos durante la temporada, para darnos secuencias llenas de nostalgia y porque no decirlo momentos en los que el espectador tendrá que limpiarse una que otra lágrima por el sentimiento que se imprime en el último capítulo.
La sexta temporada, o segunda parte de temporada final como la llaman algunos, arranca siete meses después del final de la quinta, con una elipsis en la que a Lidia Aguilar le ha pasado de todo, hasta parece telenovela. La historia llega hasta 1940, en la época de la dictadura fraquisca después de la guerra civil española, en ese contexto nuestra protagonista Lidia (Blanca Suárez) ha estado todo este tiempo en una cárcel sufriendo la ira de Doña Carmen, un personaje cuya maldad la persigue desde la primera temporada.
La serie creada por Teresa Fernández-Valdés ha tenido un final que logra cerrar las historias pero que se alargó bastante ya que en algunas temporadas nos dimos cuenta de que el argumento ya era poco creíble e incoherente, pero que seguía cautivando a su audiencia, como lo hicieron con su última media hora logrando remontar a su premisa inicial, un grupo de mujeres que luchan por el bien común.
A pesar de que la función de los programas televisivos es entretener, la serie ha conseguido mezclar ciertos valores que colocan en un buen cierre a Las chicas del cable, presentando en todo momento a mujeres valientes, generosas y orgullosas, que representan a todas las mujeres que lucharon y aún luchan por la igualdad de derechos y por la libertad del ser humano. Ese es el mensaje final, con el que nos quedamos y que nos hace olvidar algunos bajones que tuve la serie durante todo este tiempo. Sin duda Las chicas del cable quedará en el imaginario de los consumidares de contenido de nuestra época.
Hasta aquí nuestra aventura televisiva en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.
