/ lunes 5 de abril de 2021

Las microempresas en Sonora. Sufrimiento que ahoga

ROSARIO ROBLES (FUERZA POR MÉXICO)



Hace unos días, en un recorrido por las colonias de Hermosillo, visité un pequeño abarrotes o “changarro”, de él salió una mujer con la angustia reflejada en el rostro, al platicar con ella me comenta lo desesperada que se encuentra, su tienda refleja su desesperación, sin productos para vender, sin clientes, el lugar expresa la desolación y angustia de la dueña. Comenta que en el año que llevamos de la pandemia, poco a poco fue acabándose las reservas de la tienda, el pago de los servicios de agua y “luz” no se detuvo y la necesidad de alimentarse tampoco.

El día de hoy, sin ventas, sin recursos, se encuentra con deudas y un futuro con pocas esperanzas. Aunado a lo anterior, no cuenta con recursos para que su hija continúe los estudios universitarios, por lo que, este semestre dejó de estudiar e ingresó a trabajar.

Esta situación es el reflejo de muchas pequeñas empresas, tiendas de abarrotes, comercios, restaurantes y de emprendedores que han perdido todo durante esta pandemia y muchos de ellos se encuentran en la desesperanza. La situación de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas en Sonora no era fácil antes de la pandemia, de acuerdo con el INEGI (2019) las empresas enfrentaban problemas estructurales que dificultaban su operación y rentabilidad, los cuales se han agravado en los últimos años, entre los que se encuentran: Inseguridad (36.6%), altos gastos en servicio (36.1%), altos costos de materias primas e insumos (19.8%), baja demanda (16.3%) y altos impuestos (14.6%), exceso de trámites y gastos de trámites gubernamentales (7%) y (6.2%).

Además de un bajo crecimiento económico del 2019 de solo 1.2%, aunado a que muchas de ellas se encuentran en sectores vulnerables, lo que dificulta su operación. El confinamiento y cierre temporal de operaciones agravaron su débil situación previa y han dificultado su reapertura, consideramos que no todas podrán hacerlo y algunas de ellas se enfrentarán a una situación más precaria, como las que visitamos.

Muchas pequeñas empresas han cerrado y otras tantas están sobreviviendo con enormes dificultades causando zozobra y angustia, son el sustento de muchas familias y su permanencia evitaría la deserción escolar.

Como candidata a la gubernatura del estado de Sonora propongo un programa de apoyo para que los pequeños empresarios/as surtan sus abarrotes, generando una cadena de proveeduría local para que puedan adquirir a mejores precios sus productos y sí requieren ayuda o mentoría, además de convenios con universidades para que los apoyen con técnicas de administración y de mercado, impulsando desde el gobierno el #ConsumeLocal.

ROSARIO ROBLES (FUERZA POR MÉXICO)



Hace unos días, en un recorrido por las colonias de Hermosillo, visité un pequeño abarrotes o “changarro”, de él salió una mujer con la angustia reflejada en el rostro, al platicar con ella me comenta lo desesperada que se encuentra, su tienda refleja su desesperación, sin productos para vender, sin clientes, el lugar expresa la desolación y angustia de la dueña. Comenta que en el año que llevamos de la pandemia, poco a poco fue acabándose las reservas de la tienda, el pago de los servicios de agua y “luz” no se detuvo y la necesidad de alimentarse tampoco.

El día de hoy, sin ventas, sin recursos, se encuentra con deudas y un futuro con pocas esperanzas. Aunado a lo anterior, no cuenta con recursos para que su hija continúe los estudios universitarios, por lo que, este semestre dejó de estudiar e ingresó a trabajar.

Esta situación es el reflejo de muchas pequeñas empresas, tiendas de abarrotes, comercios, restaurantes y de emprendedores que han perdido todo durante esta pandemia y muchos de ellos se encuentran en la desesperanza. La situación de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas en Sonora no era fácil antes de la pandemia, de acuerdo con el INEGI (2019) las empresas enfrentaban problemas estructurales que dificultaban su operación y rentabilidad, los cuales se han agravado en los últimos años, entre los que se encuentran: Inseguridad (36.6%), altos gastos en servicio (36.1%), altos costos de materias primas e insumos (19.8%), baja demanda (16.3%) y altos impuestos (14.6%), exceso de trámites y gastos de trámites gubernamentales (7%) y (6.2%).

Además de un bajo crecimiento económico del 2019 de solo 1.2%, aunado a que muchas de ellas se encuentran en sectores vulnerables, lo que dificulta su operación. El confinamiento y cierre temporal de operaciones agravaron su débil situación previa y han dificultado su reapertura, consideramos que no todas podrán hacerlo y algunas de ellas se enfrentarán a una situación más precaria, como las que visitamos.

Muchas pequeñas empresas han cerrado y otras tantas están sobreviviendo con enormes dificultades causando zozobra y angustia, son el sustento de muchas familias y su permanencia evitaría la deserción escolar.

Como candidata a la gubernatura del estado de Sonora propongo un programa de apoyo para que los pequeños empresarios/as surtan sus abarrotes, generando una cadena de proveeduría local para que puedan adquirir a mejores precios sus productos y sí requieren ayuda o mentoría, además de convenios con universidades para que los apoyen con técnicas de administración y de mercado, impulsando desde el gobierno el #ConsumeLocal.