Buenos días estimados lectores de TRIBUNA de SAN LUIS, comenzamos esta columna con el tema obligado que es la siembra de trigo de este ciclo otoño-invierno 2021-2022, misma que al parecer se estará retrasando.
Otra situación es que, aunque el harinero valdrá cerca de siete mil pesos, la cascada de aumentos los está asfixiando, pues como se informó, los insumos se fueron al doble, ejemplo amoniaco que de doce mil pesos tonelada llegó a 24 mil.
A eso se suma que los permisos de riego y siembra están tardando demasiado retrasando a los agricultores en la obtención de créditos, lo que para ellos es como si los tuvieran amarrados.
Varios han comentado que desde que solicitan el permiso en los módulos la situación se convierte en un viacrucis, pues de ahí se envían a otras instituciones como el Distrito de Desarrollo Rural San Luis y Junta Local de Sanidad Vegetal.
El llamado de los sufridos productores es que se agilice la situación, porque con esto se está dando al traste a la política que se tenía anteriormente de la simplificación administrativa, dónde todo se hacía realmente rápido.
Ellos están ocupando destrabar los créditos porque como es lógico sin el dinero no se hace la compra de los insumos, al igual que del vital líquido.
Ahí está el llamado para las oficinas del Distrito de Desarrollo Rural en San Luis Río Colorado y dicha junta local, para que se agilice el trámite y así obtengan todo a tiempo nuestros amigos agricultores, que a partir de ya seguramente están con la semilla lista para sembrar.
El problema es sencillo: Al durar 15 días tan solo en Sanidad Vegetal para obtener permisos debidamente sellados y firmados no pueden regar ni tampoco obtener el avío como se menciona.
Nos vamos ahora hacia el algodón que ha levantado grandes expectativas, porque el precio por primera vez en varios ciclos ha tenido relevantes repuntes, según señalan los propios productores.
El quintal anda en alrededor de cien dólares, algo que está más o menos bueno porque si bien es cierto los costos se han disparado, a ellos no les tocó verlos duplicarse como a los trigueros, cuando estaban en lo álgido del ciclo.
El sentir común de quienes viven de la agricultura es que en cuanto los fabricantes y distribuidores de insumos vislumbran algún incremento cerca, duplican y hasta triplican precios y al final los que no ganan nada son quienes hacen la actividad primaria.
Es todo por hoy, así que gracias por su atención, DIOS me los bendiga siempre y hasta la próxima.
Bye, bye.
