/ sábado 28 de marzo de 2020

LIBRE PENSAMIENTO

Anaya revive y la voracidad calotona empresarial local



“No son tiempos de política, son tiempos de solidaridad, no son tiempos para dividir o polarizar, sino para unir. No es momento de pleitos entre políticos, eso nada va a resolver. No se trata de pelear con el presidente o con nuestros líderes democráticamente electos, pero sí de exigir seriedad… México somos todos y nos necesitamos todos, vienen tiempos muy difíciles, pero el sol volverá a salir, México saldrá fortalecido de esta crisis. Sigamos adelante, juntos podemos y que ¡Viva México!”: Ricardo “Chicken Little” Anaya.

El Covid-19 no sólo ha hecho que el aire del planeta, ríos y mares se limpien un poco por la falta de actividad humana en los ecosistemas, también ha revivido al excandidato por Acción Nacional a la presidencia de México, Ricardo Anaya.

Su mensaje es convincente, tal vez el indicado en tiempos de crisis. Y es que tiene razón al decir que no deben ser tiempos de política, aunque su mensaje esté orientado para hacer política. Si algo hay que agradecerle es que por lo menos no se comporta como el senatore Samuel García, personaje político peligroso en demasía para los mexicanos, que por cierto debe ser detenida su ascensión al poder a toda costa, personaje al que se le dedicará una columna la semana entrante.

Volviendo con Anaya, espero que su mensaje no maree a los mexicanos para que olviden todos los escándalos políticos que adornan su persona, escándalos que le obligaron a dedicarse a la cátedra y al exilio político. Solo el tiempo dirá si el mensaje de Anaya en redes sociales significa su regreso al universo de la “polaca” mexicana.

Se dice que en tiempos de crisis salen las peores o mejores caras del individuo, solo resta decir que vaya carita horrible y fea que tienen varios empresarios de la localidad, pues es que no se debe olvidar que la voracidad empresarial es el deporte favorito de ellos.

Subir considerable el precio de productos y condicionar el acceso a artículos de primera necesidad si no se consume una mínima cantidad en la tienda, entre otros abusos de empresarios locales, quienes ventajosamente han abusado de sus clientes, solo evidencian su codicia, falta de empatía y ética para aprovecharse de la situación.

Empresarios que por años han lucrado y vendido productos de dudosa calidad al público, para quienes las normas de salubridad y de protección civil parecen no existir, cuyos establecimientos deberían ser clausurados hasta que cumplieran los requisitos normales establecimientos, deciden abusar del consumidor, drenándole todo recurso económico posible.

Empresarios que han crecido exponencialmente gracias a los compadrazgos y buenas relaciones con gobiernos municipales anteriores que les facilitan permisos de construcción para forjar su imperio y seguir llenándose el bolsillo, ofreciendo salarios risibles a la población. Llegará el día en que algún alcalde en situaciones de emergencia como la actual se dirija a cada mercado para cerciorarse que los empresarios no abusen en los precios en momentos de crisis y de hacerlo, sean castigados enérgicamente para que no vuelvan a intentar abusar del cliente.

Anaya revive y la voracidad calotona empresarial local



“No son tiempos de política, son tiempos de solidaridad, no son tiempos para dividir o polarizar, sino para unir. No es momento de pleitos entre políticos, eso nada va a resolver. No se trata de pelear con el presidente o con nuestros líderes democráticamente electos, pero sí de exigir seriedad… México somos todos y nos necesitamos todos, vienen tiempos muy difíciles, pero el sol volverá a salir, México saldrá fortalecido de esta crisis. Sigamos adelante, juntos podemos y que ¡Viva México!”: Ricardo “Chicken Little” Anaya.

El Covid-19 no sólo ha hecho que el aire del planeta, ríos y mares se limpien un poco por la falta de actividad humana en los ecosistemas, también ha revivido al excandidato por Acción Nacional a la presidencia de México, Ricardo Anaya.

Su mensaje es convincente, tal vez el indicado en tiempos de crisis. Y es que tiene razón al decir que no deben ser tiempos de política, aunque su mensaje esté orientado para hacer política. Si algo hay que agradecerle es que por lo menos no se comporta como el senatore Samuel García, personaje político peligroso en demasía para los mexicanos, que por cierto debe ser detenida su ascensión al poder a toda costa, personaje al que se le dedicará una columna la semana entrante.

Volviendo con Anaya, espero que su mensaje no maree a los mexicanos para que olviden todos los escándalos políticos que adornan su persona, escándalos que le obligaron a dedicarse a la cátedra y al exilio político. Solo el tiempo dirá si el mensaje de Anaya en redes sociales significa su regreso al universo de la “polaca” mexicana.

Se dice que en tiempos de crisis salen las peores o mejores caras del individuo, solo resta decir que vaya carita horrible y fea que tienen varios empresarios de la localidad, pues es que no se debe olvidar que la voracidad empresarial es el deporte favorito de ellos.

Subir considerable el precio de productos y condicionar el acceso a artículos de primera necesidad si no se consume una mínima cantidad en la tienda, entre otros abusos de empresarios locales, quienes ventajosamente han abusado de sus clientes, solo evidencian su codicia, falta de empatía y ética para aprovecharse de la situación.

Empresarios que por años han lucrado y vendido productos de dudosa calidad al público, para quienes las normas de salubridad y de protección civil parecen no existir, cuyos establecimientos deberían ser clausurados hasta que cumplieran los requisitos normales establecimientos, deciden abusar del consumidor, drenándole todo recurso económico posible.

Empresarios que han crecido exponencialmente gracias a los compadrazgos y buenas relaciones con gobiernos municipales anteriores que les facilitan permisos de construcción para forjar su imperio y seguir llenándose el bolsillo, ofreciendo salarios risibles a la población. Llegará el día en que algún alcalde en situaciones de emergencia como la actual se dirija a cada mercado para cerciorarse que los empresarios no abusen en los precios en momentos de crisis y de hacerlo, sean castigados enérgicamente para que no vuelvan a intentar abusar del cliente.