/ viernes 14 de febrero de 2020

Libre Pensamiento | Derecho al olvido

No llega el olvido, se está haciendo tonto en alguna esquina. No llega el olvido y por más que lo intento, mi mente no te olvido. No llega el olvido, se quedó dormido mientras yo me muero. Sin duda alguna de las melodías favoritas del legislador Ricardo Monreal, pues su iniciativa de Ley “Derecho al Olvido” busca menguar el derecho y acceso a la información y libre expresión.

Quien no conoce su historia tiende a repetirla, dicen por ahí, algo que al Lic. morenista, Ricardo Monreal, le parece apetecible, cautivador e incluso necesario. Su iniciativa “Derecho al Olvido” contempla la eliminación y supresión de contenidos, interacciones, imágenes y videos, entre otras cosas, en medios electrónicos, plataformas digitales, buscadores y demás medios digitales a nivel nacional e internacional, bajo la posibilidad de cancelar de manera inmediata y definitiva datos personales a solicitud del titular, según información del portal Aristegui Noticias.

Utilizando la lógica de Monreal y de su iniciativa, un funcionario que haya incurrido en actos de corrupción podría apelar a la eliminación de una nota periodística bajo el argumento que su delito ya prescribió o porque ha cumplido su condena. Ello se antepone al derecho innegable de mantener a las personas informadas, dejando que la información escabrosa que incomoda a un individuo que malversó fondos o incurrió en cualquier acto delictivo sea eliminada de la red.

Los vicios continúan siendo los mismos y es que mientras la detención del ex presunto saqueador (director) de Pemex en España esta semana, Emilio Lozoya, manda los reflectores de nueva cuenta hacia allá, tras bambalinas, los legisladores por debajo del agua intentaran darle fast track a la iniciativa “Derecho al Olvido” de Monreal, misma que posiblemente sea aprobada por mayoría, pues a qué funcionario político no le conviene una ley que convierta en legal el ataque a la libre expresión y limite el derecho al acceso de la información de interés público.

¿Se imaginan no poder encontrar registro alguno de las fechorías de personajes ilustres del medio de la “polaca” como Javier Duarte, Guillermo Padrés, Borge, Moreira, Yarrington, Peña Nieto, Salinas de Gortari, Calderón, Fox, Del Mazo y los chicos Atlacomulco?, qué decir de las relaciones del ex gobernador de Veracruz panista Yúnez Linares y el empresario libanés acosado de manejar una red de prostitución y pederastia, Succar Kuri, entre otros y todo por la iniciativa del morenista Monreal.

México es un país con memoria de corto plazo, que ni teniendo la información a la mano en el mundo digital (internet) recuerda cosas infames durante los últimos años, ahora imagínense que ni a esa información se pudiera acceder y todo porque según el pensar de Monreal, la información tiene fecha de caducidad, en pocas palabras el señor desea que la historia se borre a la conveniencia de ellos, pues con ello aseguran una imagen pulcra, al no haber evidencia digital de sus fechorías, las personas tarde o temprano terminarán olvidándolo y de pronto elegirán de nueva cuenta a un funcionario que haya matado a su sirvienta cuando era un pequeñuelo como Salinas comprenderá.

No llega el olvido, se está haciendo tonto en alguna esquina. No llega el olvido y por más que lo intento, mi mente no te olvido. No llega el olvido, se quedó dormido mientras yo me muero. Sin duda alguna de las melodías favoritas del legislador Ricardo Monreal, pues su iniciativa de Ley “Derecho al Olvido” busca menguar el derecho y acceso a la información y libre expresión.

Quien no conoce su historia tiende a repetirla, dicen por ahí, algo que al Lic. morenista, Ricardo Monreal, le parece apetecible, cautivador e incluso necesario. Su iniciativa “Derecho al Olvido” contempla la eliminación y supresión de contenidos, interacciones, imágenes y videos, entre otras cosas, en medios electrónicos, plataformas digitales, buscadores y demás medios digitales a nivel nacional e internacional, bajo la posibilidad de cancelar de manera inmediata y definitiva datos personales a solicitud del titular, según información del portal Aristegui Noticias.

Utilizando la lógica de Monreal y de su iniciativa, un funcionario que haya incurrido en actos de corrupción podría apelar a la eliminación de una nota periodística bajo el argumento que su delito ya prescribió o porque ha cumplido su condena. Ello se antepone al derecho innegable de mantener a las personas informadas, dejando que la información escabrosa que incomoda a un individuo que malversó fondos o incurrió en cualquier acto delictivo sea eliminada de la red.

Los vicios continúan siendo los mismos y es que mientras la detención del ex presunto saqueador (director) de Pemex en España esta semana, Emilio Lozoya, manda los reflectores de nueva cuenta hacia allá, tras bambalinas, los legisladores por debajo del agua intentaran darle fast track a la iniciativa “Derecho al Olvido” de Monreal, misma que posiblemente sea aprobada por mayoría, pues a qué funcionario político no le conviene una ley que convierta en legal el ataque a la libre expresión y limite el derecho al acceso de la información de interés público.

¿Se imaginan no poder encontrar registro alguno de las fechorías de personajes ilustres del medio de la “polaca” como Javier Duarte, Guillermo Padrés, Borge, Moreira, Yarrington, Peña Nieto, Salinas de Gortari, Calderón, Fox, Del Mazo y los chicos Atlacomulco?, qué decir de las relaciones del ex gobernador de Veracruz panista Yúnez Linares y el empresario libanés acosado de manejar una red de prostitución y pederastia, Succar Kuri, entre otros y todo por la iniciativa del morenista Monreal.

México es un país con memoria de corto plazo, que ni teniendo la información a la mano en el mundo digital (internet) recuerda cosas infames durante los últimos años, ahora imagínense que ni a esa información se pudiera acceder y todo porque según el pensar de Monreal, la información tiene fecha de caducidad, en pocas palabras el señor desea que la historia se borre a la conveniencia de ellos, pues con ello aseguran una imagen pulcra, al no haber evidencia digital de sus fechorías, las personas tarde o temprano terminarán olvidándolo y de pronto elegirán de nueva cuenta a un funcionario que haya matado a su sirvienta cuando era un pequeñuelo como Salinas comprenderá.