“Ha llegado a ser tan costoso el pago de sobornos a los diversos funcionarios públicos, desde el presidente hasta abajo, que ‘El Mayo’ se ha quejado de que, en realidad, a fin de cuentas, trabaja para el gobierno. Por ahora ‘El Mayo’ no debe preocuparse de ser perseguido. En términos reales, para el gobierno de Estados Unidos y en el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador es inexistente”: Anabel Hernández.
Si se desea entender la infinidad de sucesos políticos y de narcotráfico que trascendieron en los últimos 19 años, es de suma importancia y necesidad que en sus manos tengan la última obra de investigación periodística de Anabel Hernández… El traidor.
Conocer los rincones y entrañas del cártel de Sinaloa, en puño y letra de Vicente Zambada (“El Vicentillo”) Hijo del “Mayo” Zambada, así como las aportaciones de una investigación periodística digna de un premio que pone a varios personajes de peso de la “polaca” nacional en el “ojo del huracán”.
Las anécdotas de “Vicentillo” desnudan la manera de corromper a las autoridades no sólo nacionales, sino estadounidenses, su método era impecable al grado que agentes de la Administración para el Control de las Drogas (DEA) se adecuaron a las exigencias del cártel de Sinaloa, intercambiando información de carteles mexicanos enemigos para capturarles, lo mismo sucedía presuntamente con el Ejército mexicano y la extinta Policía Federal.
De pronto, la DEA y el Ejército Mexicano, presuntamente de la mano del ex presidente Felipe Calderón y el súper policía hoy preso en Nueva York, Gerardo García Luna, se convirtieron en el brazo armado legal del cártel.
Pero ese nivel de corrupción no empezó con el sexenio de Felipe Calderón, tampoco con el de Vicente Fox, con ellos se consolidó el sistema corrupto que al parecer aún impera en los altos niveles gubernamentales.
La estrategia de mandar los reflectores al hoy preso Joaquín Guzmán Loera (“El Chapo”) funcionó durante años y es que han pasado cerca de 50 años desde que Ismael presuntamente se dedica a negocios ilícitos y jamás ha pisado prisión alguna, se mantiene invicto.
Su inteligencia al manejarse en los negocios le dio la oportunidad de utilizar recursos financieros de dudosa procedencia para convertirlos en empresas legales, desde productos lácteos y ganaderos hasta guarderías que trabajan en contubernio con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quienes reciben contratos millonarios por el cuidado de los niños, empresas que se benefician de los programas y subsidios gubernamentales para no pagar electricidad o conseguir diesel gratis.
En Sonora existe una conocida empresa de pollos que enlaza a un ex gobernador sonorense, empresa que se encuentra expuesta por el testimonio de “Vicentillo” de utilizar sus camiones de pollo para traficar drogas a distintas partes del país, sin duda alguna los sonorenses debemos tener cuidado en las elecciones que vengan, pues al parecer un familiar de dicha empresa desea postularse para algún cargo.
Las instituciones, autoridades gubernamentales y demás están corrompidas, algunas por deseo propio, otras por temor de perecer, pero mientras sean peras o manzanas el “Rey Mayo” continúa su hegemonía permeando toda institución pública de corrupción.
