/ sábado 22 de febrero de 2020

Libre Pensamiento | La Antorcha de Atlacomulco

“Por supuesto que el más destacado de los priístas en el evento, el futuro gobernador del Estado de México y presidente de México, no arribó en un chimeco (autobús). Enrique descendió en un helicóptero en el que brillaba el emblema del Movimiento Antorchista Nacional, cuyo lema es: ‘La organización de los pobres de México’”: “La monarquía de la Barbarie”, Humberto Padgett.

Si algo se debe evitar a lo largo del país es el surgimiento o consolidación de agrupaciones como Antorcha Campesina, que dicen ser los organizadores de los pobres en México. Presuntamente, Antorcha Campesina se encarga de administrar la riqueza de los que menos tienen, miraron en los pobres un ingreso inagotable de recursos.

Antorcha Campesina con el paso del tiempo se ha convertido presuntamente en la mano derecha del tricolor para acarrear personas a los mítines políticos. Dicha agrupación se nutre de los pobres, en palabras de propios exantrochistas, la asociación, les cobra cuotas por todo, poco a poco acrecientan su imperio, ahora su ambición es mayor y de ser posible debe ser evitada a toda costa.

Su objetivo ya no es alcanzar poder político mediante la administración de la pobreza de grupos vulnerables a quienes les prometen donde vivir, casa y certeza jurídica sobre el predio que han invadido, tampoco ser el brazo armado del tricolor, ahora se centra en lo que pretenden Elba Esther y Felipe “El Cubas” Calderón, hacer un nuevo partido político, con ello Antorcha Campesina se nutriría ya no sólo de los recursos de las personas vulnerables, sería mantenido por todos los mexicanos.

El movimiento antorchista, junto al grupo Atlacomulco, es dueño del destino político de uno de los estados con mayor recursos y número de electorado del país, el Estado de México, juntos han perpetrado un sistema político que mantiene a los habitantes del Estado de México inmersos en el terror por el centenar de muertos, desaparecidos, secuestrados, extorsionados, colusión de los servidores públicos con el narcotráfico y un sinfín de cosas, sin omitir la desaparición constante de mujeres en el estado.

El grupo Atlacomulco está compuesto por un selecto número de apellidos, entre los que figura Hank, Moreira, Peña y la dinastía Del Mazo, entre otros, de ese selecto grupo han emanado un sinfín de personajes pintorescos del tricolor, claro sin omitir al último tlatoani que nos obsequió el selecto grupo, Lic. Enrique Peña Nieto.

Y si algo puede enseñar la unión de grupos políticos fuertes como la monarquía de poder que presuntamente impera en el Estado de México o el presunto comportamiento del movimiento antorchista y su administración de los recursos del más necesitado (pobre), es que no se debe permitir que en Sonora e incluso en San Luis Río Colorado los activistas filibusteros (aquellos que lucran con la desgracia ajena e intercambian en tiempo de elecciones a sus seguidores por favores políticos) tengan tanto poder, no se debe seguir apoyando a activistas que lucren con ello y usen a las personas de bajos recursos como “carne de cañón” para conseguir sus fines políticos.

“Por supuesto que el más destacado de los priístas en el evento, el futuro gobernador del Estado de México y presidente de México, no arribó en un chimeco (autobús). Enrique descendió en un helicóptero en el que brillaba el emblema del Movimiento Antorchista Nacional, cuyo lema es: ‘La organización de los pobres de México’”: “La monarquía de la Barbarie”, Humberto Padgett.

Si algo se debe evitar a lo largo del país es el surgimiento o consolidación de agrupaciones como Antorcha Campesina, que dicen ser los organizadores de los pobres en México. Presuntamente, Antorcha Campesina se encarga de administrar la riqueza de los que menos tienen, miraron en los pobres un ingreso inagotable de recursos.

Antorcha Campesina con el paso del tiempo se ha convertido presuntamente en la mano derecha del tricolor para acarrear personas a los mítines políticos. Dicha agrupación se nutre de los pobres, en palabras de propios exantrochistas, la asociación, les cobra cuotas por todo, poco a poco acrecientan su imperio, ahora su ambición es mayor y de ser posible debe ser evitada a toda costa.

Su objetivo ya no es alcanzar poder político mediante la administración de la pobreza de grupos vulnerables a quienes les prometen donde vivir, casa y certeza jurídica sobre el predio que han invadido, tampoco ser el brazo armado del tricolor, ahora se centra en lo que pretenden Elba Esther y Felipe “El Cubas” Calderón, hacer un nuevo partido político, con ello Antorcha Campesina se nutriría ya no sólo de los recursos de las personas vulnerables, sería mantenido por todos los mexicanos.

El movimiento antorchista, junto al grupo Atlacomulco, es dueño del destino político de uno de los estados con mayor recursos y número de electorado del país, el Estado de México, juntos han perpetrado un sistema político que mantiene a los habitantes del Estado de México inmersos en el terror por el centenar de muertos, desaparecidos, secuestrados, extorsionados, colusión de los servidores públicos con el narcotráfico y un sinfín de cosas, sin omitir la desaparición constante de mujeres en el estado.

El grupo Atlacomulco está compuesto por un selecto número de apellidos, entre los que figura Hank, Moreira, Peña y la dinastía Del Mazo, entre otros, de ese selecto grupo han emanado un sinfín de personajes pintorescos del tricolor, claro sin omitir al último tlatoani que nos obsequió el selecto grupo, Lic. Enrique Peña Nieto.

Y si algo puede enseñar la unión de grupos políticos fuertes como la monarquía de poder que presuntamente impera en el Estado de México o el presunto comportamiento del movimiento antorchista y su administración de los recursos del más necesitado (pobre), es que no se debe permitir que en Sonora e incluso en San Luis Río Colorado los activistas filibusteros (aquellos que lucran con la desgracia ajena e intercambian en tiempo de elecciones a sus seguidores por favores políticos) tengan tanto poder, no se debe seguir apoyando a activistas que lucren con ello y usen a las personas de bajos recursos como “carne de cañón” para conseguir sus fines políticos.