/ lunes 1 de noviembre de 2021

Metaverso

Esta semana las redes sociales se estremecieron con el anuncio de un cambio de nombre de una de ellas. Lo interesante es que no es sólo un cambio de nombre, sino que se trata de un concepto totalmente distinto que promete cambiar todo el Internet en los próximos años.

Un metaverso es un mundo virtual alternativo en el cual se puede acceder mediante gafas de realidad aumentada, es decir, el interactuar con otros usuarios se vuelve una experiencia más real y atractiva por los efectos tridimensionales y datos que van más allá de la realidad. Por ejemplo, ahora el platicar con otra persona se puede hacer por texto escrito o por videollamada, pero la idea del metaverso es hacer que puedas sentarte en una cafetería con otra persona en la virtualidad, para que puedas conversar cómodamente sentado en un espacio que te hará sentir como si realmente estuvieses físicamente.

El éxito de cualquier proyecto de redes sociales o de Internet está en que las masas acepten su uso y permanezcan grandes cantidades de tiempo, porque si no están tus amigos en Internet o en la red social se pierde el interés de entrar y hace que exista una fuga masiva de usuarios. El proyecto futurista del que estamos hablando debe de sortear con las reacciones del mercado y buscar a toda costa su aprobación, así que la moneda del éxito está en el aire; sin embargo, conociendo los antecedentes del uso de este tipo de plataformas, parece ser que la moneda está cargada para el lado del sí.

Suponiendo que entre al mercado este proyecto será un parteaguas en el mundo de Internet y obligará a todas las demás plataformas a buscar estar dentro de este paradigma para no verse afectadas. Pero no nada más cambiará el Internet, también nuestros hábitos y estilos de vida se verán afectados para adecuarnos a la realidad virtual, por ejemplo, escuelas y hospitales tendrán que seguir la tendencia de consumo para afrontarnos ante el gran reto del futuro.

Como sociedad debemos de iniciar el análisis del futuro y de sus consecuencias. Es tiempo de que los sociólogos, futurólogos y economistas inicien sus trabajos multidisciplinarios para afrontar la complejidad del futuro prometido y, sobre todo, que nos hagan ver si ese futuro es que realmente nos conviene como sociedad y no verlo como un mero espacio que promueva el consumo y los beneficios de los grandes corporativos. ¡Es tiempo de que la ciencia se ponga al servicio de la humanidad!


Esta semana las redes sociales se estremecieron con el anuncio de un cambio de nombre de una de ellas. Lo interesante es que no es sólo un cambio de nombre, sino que se trata de un concepto totalmente distinto que promete cambiar todo el Internet en los próximos años.

Un metaverso es un mundo virtual alternativo en el cual se puede acceder mediante gafas de realidad aumentada, es decir, el interactuar con otros usuarios se vuelve una experiencia más real y atractiva por los efectos tridimensionales y datos que van más allá de la realidad. Por ejemplo, ahora el platicar con otra persona se puede hacer por texto escrito o por videollamada, pero la idea del metaverso es hacer que puedas sentarte en una cafetería con otra persona en la virtualidad, para que puedas conversar cómodamente sentado en un espacio que te hará sentir como si realmente estuvieses físicamente.

El éxito de cualquier proyecto de redes sociales o de Internet está en que las masas acepten su uso y permanezcan grandes cantidades de tiempo, porque si no están tus amigos en Internet o en la red social se pierde el interés de entrar y hace que exista una fuga masiva de usuarios. El proyecto futurista del que estamos hablando debe de sortear con las reacciones del mercado y buscar a toda costa su aprobación, así que la moneda del éxito está en el aire; sin embargo, conociendo los antecedentes del uso de este tipo de plataformas, parece ser que la moneda está cargada para el lado del sí.

Suponiendo que entre al mercado este proyecto será un parteaguas en el mundo de Internet y obligará a todas las demás plataformas a buscar estar dentro de este paradigma para no verse afectadas. Pero no nada más cambiará el Internet, también nuestros hábitos y estilos de vida se verán afectados para adecuarnos a la realidad virtual, por ejemplo, escuelas y hospitales tendrán que seguir la tendencia de consumo para afrontarnos ante el gran reto del futuro.

Como sociedad debemos de iniciar el análisis del futuro y de sus consecuencias. Es tiempo de que los sociólogos, futurólogos y economistas inicien sus trabajos multidisciplinarios para afrontar la complejidad del futuro prometido y, sobre todo, que nos hagan ver si ese futuro es que realmente nos conviene como sociedad y no verlo como un mero espacio que promueva el consumo y los beneficios de los grandes corporativos. ¡Es tiempo de que la ciencia se ponga al servicio de la humanidad!