Hoy es un buen día para expresar lo que muchas madres sentimos ante los acontecimientos ocurridos en nuestros días en referencia a los feminicidios ocurridos en el país. ¡Tal pareciera que en México se está volviendo un pecado ser mujer! Un pecado que tienen que pagar aquellas que día a con día salen a ganarse la vida para sustentar los gastos de su hogar, sea cual sea su situación; casadas, madres solteras, empresarias, estudiantes, trabajadoras, sufren el mismo temor de dejar a sus hijos solos y al acecho de depredadores sin ningún escrúpulo o sentimiento alguno o bien de exponerse ellas mismas en el lugar no indicado y ser víctima de estos depredadores.
A nivel local y nacional todos hemos vivido con tristeza cómo mujeres a cualquier edad son víctimas de la misoginia y el machismo, que no conformes con hacerles daño y ultrajarlas terminan arrebatandoles la vida sin ninguna clemencia a través de los actos más atroces que jamás nos hubiésemos imaginado.
Y como lo hubiéramos imaginado si solo por la cabeza de un demente pueden pasar estos actos tan violentos y tristes para las mujeres. Es alarmante como las cifras de feminicidios han crecido en México y se han duplicado desde el 2015 hasta nuestros días.
Por desgracia es una tendencia que crece y de acuerdo con datos proporcionados por el Inegi durante el 2015 se presenta una cifra de 411 feminicidios en el país cifra que fue duplicada durante el 2019 con 976 feminicidios y en lo que va de 2020 la cifra alcanza 265 feminicidios en tan solo 48 días, es alarmante para todos como sociedad vivir esto, pues nos indica la gravedad de la situación ante la violencia de género que vive el país.
Si bien es cierto que los gobernantes tienen que poner mayor atención y verdaderamente actuar con mano dura, también es verdad que como sociedad estamos inmiscuidos en un problema estructural muy serio.
Y como sociedad tenemos que fortalecernos y cuidarnos unas a otras sin importar si te conozco o no. Cuando decimos: “No es mi problema, no tengo por qué meterme”, estamos condenando a nuestra sociedad a que el machismo, la misoginia y la violencia de género se propague y vaya en aumento.
El solo hecho de pensar en las madres de las mujeres y niñas asesinadas en los últimos días en este país me obliga actuar y defender los derechos que tenemos como mujeres. Me obliga a olvidar los prejuicios y defender lo que es la vida y el corazón de México “Las mujeres de nuestro país” Aquellas que han dado forma con su constante lucha al México moderno, al México incansable, porque no hay lucha que una mujer haya perdido o que no haya intentado al menos.
Entonces no dejemos que la vida nos sea arrebatada o que seamos blanco de injusticias misóginas o de violencia de género. No es tu hija, ni tu hermana, ni si quiera la conoces, pero es una ciudadana que lucha por sacar a su familia adelante mediante su trabajo, ella se esfuerza por estudiar y aprender, ella a veces tiene que sufrir las inclemencias de vivir en la pobreza y el abandono, ella a veces tendrá que soportar todo por el amor a sus hijos.
Así que mujeres, no nos abandonemos. Todos como sociedad estamos muy conscientes de lo que hemos vivido en los últimos días en torno a la violencia de género y como sociedad debemos dejar por un lado la apatía y actuar como personas civilizadas y pensantes.
Exigir a nuestros gobernantes es necesario, pues el voto de confianza fue dado, por lo tanto la respuesta debe ser de manera profesional por ellos. ¿Pero también analicemos que estamos haciendo como sociedad, que me toca a mí para proteger a las niñas y mujeres de este país, como voy actuar si me enfrento a una situación de este tipo?, el alivio de todos los males es la educación, empecemos a educarnos como sociedad, por desgracia nuestra sociedad siempre tendrá amenazas, sería demasiado soñador pensar en un mundo maravilloso.
Pero si estamos educados para defender a nuestra mujer sin importar edad, color, profesión u oficio, estaremos preparados para crecer como país.
¡Engrandece pues mujer a México y alza la voz por tu vida y la de todas!
