/ lunes 20 de enero de 2020

PALCO DE ORO

La administración pública sin rumbo


Desde hace muchos años la forma de administrar la cosa pública se desarrolló basada en ver cuánto se podrían llevar, sin que la gente dijera algo o se diera algún problema social, en otra posibilidad que algún partido político criticara y censurara las actuaciones de los gobernantes en turno.

Durante muchos años el PAN fue el único o el más arrojado a señalar las malas acciones de gobierno. Es de mencionar que se desarrollaba una lucha muy difícil para lograr hacer mella y cambiar las vaquetonadas que se hacían pues, hay que recordar que como parte de pretender eternizarse en el poder el partido oficial en aquellos tiempos, se inventó una empresa de gobierno cuyas siglas eran PIPSA, la cual era la única importadora de papel para periódicos, libros de texto, libros de historia, revistas etc., etc.

Por lo tanto, acabaron con historiadores, restringieron las imprentas y lo más relevante era que los periódicos solo debían hablar bien de los gobernantes, de otra forma no les vendían papel.

Por otro lado, se propago la costumbre de pedirles que dijeran lo que querían los gobernantes lo cual, genero el nacimiento de periodistas y reporteros que actuaban en su mayoría como empleados de los gobernantes.

Con relación a la administración pública, el reparto de los impuestos siempre fue algo desastroso en el sistema, siempre se destinó la mayor parte al gobierno federal, luego el Estatal que asegurara el monto necesario de los empleados y funcionarios y a los Ayuntamientos se les daba una pequeña cantidad y los sujetaban a mantener peticiones constantes de apoyo y así los mantenían dentro del aro.

Ante ese método impositivo sin reglas técnicas de administración, los gobiernos municipales en vez de exigir se reparta más equitativamente los recurso que se generan en el municipio, se han ido a la cargada inventando contribuciones extras lo cual ha permanecido a la fecha sin que nadie repare en actualizar a la civilidad y necesidad social actual, métodos más eficientes y administrativamente correctos, pues ahora la costumbre que se sigue es que el ciudadano pague la tasa impositiva del 16%, (ahora 8% en ciertas cosas en la frontera) que se carga en las compras de ropa, gran parte de alimentos, calzado, refrescos y servicios diversos como en préstamos, contables y similares, esto a los consumidores y a los empresarios en las ganancias y trabajadores con sueldos mayores a 5 salarios mínimos en promedio tienen que pagar el 30/35% de sus ingresos.

En el caso de las costumbres actuales de cómo se desarrolla el gobierno, se basa en cargar en cada trámite municipal y estatal, que el 10% para educación superior, 10 para el Cecop, 10% para infraestructura educativa, 15% asistencia social, 10% para obra pública, predial y etc., etc., lo cual hace una carga demasiado pesada para el gobernado, ya que debe de ganar no sólo para comer y subsistir, sino que tiene que mantener las ineficiencias de los gobernantes, razón por la cual al dejarle el 80% de los impuestos obligados al presidente de la República en turno, lo hacen ser el hombre más poderoso y todos terminan su mandato solicitando ayudas, pues nunca hay nada para administrar de los impuestos obligados constitucionales, por eso está más fácil cargarle la mano adicionalmente al pueblo, cuyo efecto es muy cercano a operar una fábrica de pobres debido a la ineficiencia técnica de administrar, siendo la causa principal de que, la mayoría de los mexicanos no puedan desarrollarse y dejar de ser estadísticas de la pobreza.

La administración pública sin rumbo


Desde hace muchos años la forma de administrar la cosa pública se desarrolló basada en ver cuánto se podrían llevar, sin que la gente dijera algo o se diera algún problema social, en otra posibilidad que algún partido político criticara y censurara las actuaciones de los gobernantes en turno.

Durante muchos años el PAN fue el único o el más arrojado a señalar las malas acciones de gobierno. Es de mencionar que se desarrollaba una lucha muy difícil para lograr hacer mella y cambiar las vaquetonadas que se hacían pues, hay que recordar que como parte de pretender eternizarse en el poder el partido oficial en aquellos tiempos, se inventó una empresa de gobierno cuyas siglas eran PIPSA, la cual era la única importadora de papel para periódicos, libros de texto, libros de historia, revistas etc., etc.

Por lo tanto, acabaron con historiadores, restringieron las imprentas y lo más relevante era que los periódicos solo debían hablar bien de los gobernantes, de otra forma no les vendían papel.

Por otro lado, se propago la costumbre de pedirles que dijeran lo que querían los gobernantes lo cual, genero el nacimiento de periodistas y reporteros que actuaban en su mayoría como empleados de los gobernantes.

Con relación a la administración pública, el reparto de los impuestos siempre fue algo desastroso en el sistema, siempre se destinó la mayor parte al gobierno federal, luego el Estatal que asegurara el monto necesario de los empleados y funcionarios y a los Ayuntamientos se les daba una pequeña cantidad y los sujetaban a mantener peticiones constantes de apoyo y así los mantenían dentro del aro.

Ante ese método impositivo sin reglas técnicas de administración, los gobiernos municipales en vez de exigir se reparta más equitativamente los recurso que se generan en el municipio, se han ido a la cargada inventando contribuciones extras lo cual ha permanecido a la fecha sin que nadie repare en actualizar a la civilidad y necesidad social actual, métodos más eficientes y administrativamente correctos, pues ahora la costumbre que se sigue es que el ciudadano pague la tasa impositiva del 16%, (ahora 8% en ciertas cosas en la frontera) que se carga en las compras de ropa, gran parte de alimentos, calzado, refrescos y servicios diversos como en préstamos, contables y similares, esto a los consumidores y a los empresarios en las ganancias y trabajadores con sueldos mayores a 5 salarios mínimos en promedio tienen que pagar el 30/35% de sus ingresos.

En el caso de las costumbres actuales de cómo se desarrolla el gobierno, se basa en cargar en cada trámite municipal y estatal, que el 10% para educación superior, 10 para el Cecop, 10% para infraestructura educativa, 15% asistencia social, 10% para obra pública, predial y etc., etc., lo cual hace una carga demasiado pesada para el gobernado, ya que debe de ganar no sólo para comer y subsistir, sino que tiene que mantener las ineficiencias de los gobernantes, razón por la cual al dejarle el 80% de los impuestos obligados al presidente de la República en turno, lo hacen ser el hombre más poderoso y todos terminan su mandato solicitando ayudas, pues nunca hay nada para administrar de los impuestos obligados constitucionales, por eso está más fácil cargarle la mano adicionalmente al pueblo, cuyo efecto es muy cercano a operar una fábrica de pobres debido a la ineficiencia técnica de administrar, siendo la causa principal de que, la mayoría de los mexicanos no puedan desarrollarse y dejar de ser estadísticas de la pobreza.