/ jueves 12 de marzo de 2020

PALCO DE ORO

Del día sin mujeres y la polémica nacional


Nadie podrá negar que la manifestación de protesta nacional por las mujeres fue un acto nunca visto y que no se puede negar la magnitud de tantas mujeres que salieron a manifestarse en todo el territorio nacional. Las que se dedicaron a causar destrozos y provocar violencia son muy pocas y no pueden opacar el efecto de tantas manifestantes que reclaman con justo derecho, que no las sigan perjudicando aprovechándose de ellas por la parte débil carentes de fuerza similar a los hombres, ya que del resto como mujeres tienen el mismo derecho que cualquier ser humano. Ciertamente se considera que todos los hombres de buena fe o normales en su comportamiento y conducta, no aceptamos de ninguna manera que nadie lastime a una mujer aprovechándose de su fuerza bruta o posición de un cargo empresarial o público, aprovechando su condición o necesidad para abusar de ellas, eso creo que nadie como hombres normales estamos de acuerdo, al contrario, de ser posible al darse cuenta de una acción violenta o abuso contra una mujer, los hombres normales y comunes sentimos el deseo de apoyarlas y en su caso de ser posible defenderlas. Pero, qué tenemos en la realidad como nación en cuanto a cultura relacionada con lo anterior mencionado, yo señalo en primer lugar que tenemos una gran división social, donde los seres humanos hombres y mujeres tiene más relevancia estar atentos a que se puedan conseguir y enchufarse en un cargo público, vivir alrededor de partidos políticos esperando ser parte del botín que esperan encontrar, por lo inútil de los agentes del Ministerio Público una gran mayoría teme y se abstiene de denunciar o servir de testigo, cuando se conoce una acción delictiva contra la mujer y/o otros, prefieren callar, los que se dedican a delinquir lo hacen con tanta soltura, debido a que no le temen a los aplicadores de la ley. Otra gran parte de los mexicanos, no tienen la educación y cultura suficiente para tener un comportamiento normal o tolerable, para actuar como ciudadanos con conocimientos civiles y los que de plano no han tenido la oportunidad de estudiar y conocer la civilidad y el rumbo del desarrollo y prosperidad que hay que perseguir constantemente, son los que más acciones delictivas causan a las mujeres y de tantos hechos como causas se tiene una actitud irracional y salvaje por muchos hombres, que piensan que violando o poseyendo varias mujeres demuestran su hombría y grandeza. En ciertas partes del estado de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Chiapas y Oaxaca que me tocó conocer y convivir por motivos de trabajo en los sesenta y setenta, es algo normal que las mujeres se vayan con el novio y después de un tiempo se hace el acto de petición y casamiento o bien, siguen viviendo con el que se fueron o se la llevó, quien después hace lo mismo con otra y otra, con lo que demuestran ser muy machos aunque no sepan leer ni escribir. Estas costumbres no terminan con quienes lo hicieron hace 60 años, sigue con los hijos y hermanos, al cabo no existen autoridades que penalicen esos actos, al contrario, gran parte de los que son autoridades hacen lo mismo aprovechando el poder. Adicionalmente, ese efecto no se queda en esas regiones de manera exclusiva, muchos hombres que toman el camino de la delincuencia y les dan trabajo a lo largo y ancho del país, llevan esas costumbres a todos lados y en las regiones donde hay algo de más acciones de aplicación de la ley y una sociedad diferente a las más atrasadas cívicamente, cuando se realiza una acción delictiva o asesinato de mujeres, se hace más notorio que en las zonas de costumbre, pues en las zonas donde nacen las costumbres las mujeres no dicen ni hacen nada porque ya saben que las matan, en cambio, en otras zonas más civilizadas supuestamente, las mujeres hablan y tratan de defenderse de actos arbitrarios de sus parejas, pero al estar dicha pareja de la mujer en el medio delictivo y sabiendo que las autoridades no sirven o no hay de que cuidarse, ello termina en la facilidad por costumbre de golpearlas o asesinarlas, en mi punto de vista el mayor problema está en los aplicadores de la ley, ya que lo que dicha ley establece como penas a los que cometen delitos, casi no hay nadie que la aplique.

Por otra parte, es de señalar, que muertes por violencia del ambiente delictivo que se tiene en el país, el 90% es de hombres y el 10% de mujeres, por lo tanto, yo sería de la idea de que, la misma ley que sirve para castigar a los delincuentes, cuando alguien asesina a otro, en el caso de que sea una mujer o niño, se le doble o triplique la pena, pero seguir haciendo leyes especiales para cada sector, gremio o género, solo ampliará el abismo de separación y desunión entre nosotros mismos.

Del día sin mujeres y la polémica nacional


Nadie podrá negar que la manifestación de protesta nacional por las mujeres fue un acto nunca visto y que no se puede negar la magnitud de tantas mujeres que salieron a manifestarse en todo el territorio nacional. Las que se dedicaron a causar destrozos y provocar violencia son muy pocas y no pueden opacar el efecto de tantas manifestantes que reclaman con justo derecho, que no las sigan perjudicando aprovechándose de ellas por la parte débil carentes de fuerza similar a los hombres, ya que del resto como mujeres tienen el mismo derecho que cualquier ser humano. Ciertamente se considera que todos los hombres de buena fe o normales en su comportamiento y conducta, no aceptamos de ninguna manera que nadie lastime a una mujer aprovechándose de su fuerza bruta o posición de un cargo empresarial o público, aprovechando su condición o necesidad para abusar de ellas, eso creo que nadie como hombres normales estamos de acuerdo, al contrario, de ser posible al darse cuenta de una acción violenta o abuso contra una mujer, los hombres normales y comunes sentimos el deseo de apoyarlas y en su caso de ser posible defenderlas. Pero, qué tenemos en la realidad como nación en cuanto a cultura relacionada con lo anterior mencionado, yo señalo en primer lugar que tenemos una gran división social, donde los seres humanos hombres y mujeres tiene más relevancia estar atentos a que se puedan conseguir y enchufarse en un cargo público, vivir alrededor de partidos políticos esperando ser parte del botín que esperan encontrar, por lo inútil de los agentes del Ministerio Público una gran mayoría teme y se abstiene de denunciar o servir de testigo, cuando se conoce una acción delictiva contra la mujer y/o otros, prefieren callar, los que se dedican a delinquir lo hacen con tanta soltura, debido a que no le temen a los aplicadores de la ley. Otra gran parte de los mexicanos, no tienen la educación y cultura suficiente para tener un comportamiento normal o tolerable, para actuar como ciudadanos con conocimientos civiles y los que de plano no han tenido la oportunidad de estudiar y conocer la civilidad y el rumbo del desarrollo y prosperidad que hay que perseguir constantemente, son los que más acciones delictivas causan a las mujeres y de tantos hechos como causas se tiene una actitud irracional y salvaje por muchos hombres, que piensan que violando o poseyendo varias mujeres demuestran su hombría y grandeza. En ciertas partes del estado de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Chiapas y Oaxaca que me tocó conocer y convivir por motivos de trabajo en los sesenta y setenta, es algo normal que las mujeres se vayan con el novio y después de un tiempo se hace el acto de petición y casamiento o bien, siguen viviendo con el que se fueron o se la llevó, quien después hace lo mismo con otra y otra, con lo que demuestran ser muy machos aunque no sepan leer ni escribir. Estas costumbres no terminan con quienes lo hicieron hace 60 años, sigue con los hijos y hermanos, al cabo no existen autoridades que penalicen esos actos, al contrario, gran parte de los que son autoridades hacen lo mismo aprovechando el poder. Adicionalmente, ese efecto no se queda en esas regiones de manera exclusiva, muchos hombres que toman el camino de la delincuencia y les dan trabajo a lo largo y ancho del país, llevan esas costumbres a todos lados y en las regiones donde hay algo de más acciones de aplicación de la ley y una sociedad diferente a las más atrasadas cívicamente, cuando se realiza una acción delictiva o asesinato de mujeres, se hace más notorio que en las zonas de costumbre, pues en las zonas donde nacen las costumbres las mujeres no dicen ni hacen nada porque ya saben que las matan, en cambio, en otras zonas más civilizadas supuestamente, las mujeres hablan y tratan de defenderse de actos arbitrarios de sus parejas, pero al estar dicha pareja de la mujer en el medio delictivo y sabiendo que las autoridades no sirven o no hay de que cuidarse, ello termina en la facilidad por costumbre de golpearlas o asesinarlas, en mi punto de vista el mayor problema está en los aplicadores de la ley, ya que lo que dicha ley establece como penas a los que cometen delitos, casi no hay nadie que la aplique.

Por otra parte, es de señalar, que muertes por violencia del ambiente delictivo que se tiene en el país, el 90% es de hombres y el 10% de mujeres, por lo tanto, yo sería de la idea de que, la misma ley que sirve para castigar a los delincuentes, cuando alguien asesina a otro, en el caso de que sea una mujer o niño, se le doble o triplique la pena, pero seguir haciendo leyes especiales para cada sector, gremio o género, solo ampliará el abismo de separación y desunión entre nosotros mismos.