/ viernes 19 de marzo de 2021

PALCO DE ORO

AMLO vs. SCJN a dos de tres caídas



La mayoría ni soñábamos saber que algún día nos tocaría oír que alguien se atreviera a tocar la figura emblemática de los jueces, que se venían considerando como la pureza moral en penca. La corrupción está impregnada en todos los niveles de gobierno y el contagio lo tiene la mayoría de los actores políticos y gobernantes. Podemos especular que la mayoría de los gobernados hemos experimentado y padecido la necesidad de sufrir actos de corrupción, incluidos jueces y magistrados, solamente que, en el caso de éstos, al ser los encargados de aplicar la ley y la justicia, ahí no hay con quién quejarse. De acuerdo con la ley y la Constitución General, se supone que los agentes del Ministerio Público, hoy fiscales, son los que tienen facultades para defender al gobernado en los procesos judiciales asegurándose que se desarrollen debidamente pero, del 100% de éstos, el 99.9% firman de acuerdo con el juez que todo está bien, así que no hay con quién acudir en busca de justicia, cuando se sufre por corrupción judicial, por lo tanto la actuación pública del presidente Lopez Obrador de manifestar públicamente la posibilidad de examinar las actuaciones de jueces y magistrados es sin duda digno de reconocer su postura, sobre todo porque eso obliga a darle más facultades y poder público a los fiscales, para ver si así se animan a hacer su trabajo de revisar las actuaciones corruptas de algunos jueces y magistrados, cosa que se pensaba no ocurriría nunca, pues ya estamos acostumbrados a soportar las actuaciones procesales impregnadas de corrupción. Por otra parte, este fenómeno de corrupción, primo hermano del Covid en cuanto al daño que causan, tiene gran parte de daño que lo origina el Congreso de la Unión y de los estados, debido a que la mayoría de éstos se dedica al comadreo político y a tratar de seguir dentro del pandero y percibir buenos sueldos y prebendas vergonzosas, que también impide que estos actúen y traten de verificar las actuaciones de otros funcionarios de gobierno, prueba de ello lo es el hecho que no existen funcionarios castigados conforme a la ley de responsabilidades de los servidores públicos, por lo tanto los que conocemos algunos que entraron al gobierno tronados económicamente y hasta demandados y a los tres o seis años salen demostrando llevar una vida muy elevada de su anterior estatus que tenían, así como el saber que compraron diversas propiedades, también que participan en negocios que se hicieron extrañamente pero, ellos participan o utilizan prestanombres, en fin la riqueza que demuestran se debe considerar que tuvieron la suerte de recibir un acto mágico enviado del más allá o se sacaron la lotería sin número, etc., etc., pero los encargados de examinar las actuaciones y conductas de estos seres extraños a la fecha no se conocen actuaciones de los diputados a pesar de tener las facultades de revisar y controlar la eficaz aplicación de los recursos públicos, pero bueno, esperaremos otro AMLO que les pique las costillas a éstos para así lograr algún día que los mexicanos podamos desarrollarnos mejor y un ambiente de más prosperidad si se puede disfrutar mejores aplicadores de justicia, pues en la actualidad, por culpa de los diputados federales y estatales, las estructuras de control de las actuaciones de jueces y magistrados llamadas Consejo de la Judicatura, creada para regular las actuaciones y sancionar a jueces y magistrados, resulta que el mismo jefe de ellos es el mismo que aparece como presidente del Consejo de las Judicaturas, gracias a la ineficacia de los diputados que hicieron esa ley, así que solo queda esperar quién gana este primer combate.

AMLO vs. SCJN a dos de tres caídas



La mayoría ni soñábamos saber que algún día nos tocaría oír que alguien se atreviera a tocar la figura emblemática de los jueces, que se venían considerando como la pureza moral en penca. La corrupción está impregnada en todos los niveles de gobierno y el contagio lo tiene la mayoría de los actores políticos y gobernantes. Podemos especular que la mayoría de los gobernados hemos experimentado y padecido la necesidad de sufrir actos de corrupción, incluidos jueces y magistrados, solamente que, en el caso de éstos, al ser los encargados de aplicar la ley y la justicia, ahí no hay con quién quejarse. De acuerdo con la ley y la Constitución General, se supone que los agentes del Ministerio Público, hoy fiscales, son los que tienen facultades para defender al gobernado en los procesos judiciales asegurándose que se desarrollen debidamente pero, del 100% de éstos, el 99.9% firman de acuerdo con el juez que todo está bien, así que no hay con quién acudir en busca de justicia, cuando se sufre por corrupción judicial, por lo tanto la actuación pública del presidente Lopez Obrador de manifestar públicamente la posibilidad de examinar las actuaciones de jueces y magistrados es sin duda digno de reconocer su postura, sobre todo porque eso obliga a darle más facultades y poder público a los fiscales, para ver si así se animan a hacer su trabajo de revisar las actuaciones corruptas de algunos jueces y magistrados, cosa que se pensaba no ocurriría nunca, pues ya estamos acostumbrados a soportar las actuaciones procesales impregnadas de corrupción. Por otra parte, este fenómeno de corrupción, primo hermano del Covid en cuanto al daño que causan, tiene gran parte de daño que lo origina el Congreso de la Unión y de los estados, debido a que la mayoría de éstos se dedica al comadreo político y a tratar de seguir dentro del pandero y percibir buenos sueldos y prebendas vergonzosas, que también impide que estos actúen y traten de verificar las actuaciones de otros funcionarios de gobierno, prueba de ello lo es el hecho que no existen funcionarios castigados conforme a la ley de responsabilidades de los servidores públicos, por lo tanto los que conocemos algunos que entraron al gobierno tronados económicamente y hasta demandados y a los tres o seis años salen demostrando llevar una vida muy elevada de su anterior estatus que tenían, así como el saber que compraron diversas propiedades, también que participan en negocios que se hicieron extrañamente pero, ellos participan o utilizan prestanombres, en fin la riqueza que demuestran se debe considerar que tuvieron la suerte de recibir un acto mágico enviado del más allá o se sacaron la lotería sin número, etc., etc., pero los encargados de examinar las actuaciones y conductas de estos seres extraños a la fecha no se conocen actuaciones de los diputados a pesar de tener las facultades de revisar y controlar la eficaz aplicación de los recursos públicos, pero bueno, esperaremos otro AMLO que les pique las costillas a éstos para así lograr algún día que los mexicanos podamos desarrollarnos mejor y un ambiente de más prosperidad si se puede disfrutar mejores aplicadores de justicia, pues en la actualidad, por culpa de los diputados federales y estatales, las estructuras de control de las actuaciones de jueces y magistrados llamadas Consejo de la Judicatura, creada para regular las actuaciones y sancionar a jueces y magistrados, resulta que el mismo jefe de ellos es el mismo que aparece como presidente del Consejo de las Judicaturas, gracias a la ineficacia de los diputados que hicieron esa ley, así que solo queda esperar quién gana este primer combate.